Ramiro López subió a un tren en la Estación de Albacete con destino Madrid sobre las 11:30 horas del lunes, 28 de abril, para asistir a una reunión de trabajo. Un viaje que en un principio no duraría más de 3 horas, pero que terminó por convertirse en una auténtica pesadilla.
Ramiro López tenía previsto volver ese mismo día a casa, algo que no ha sido posible hasta la tarde del martes, 29 de abril, tras más de 24 horas de odisea, debido al apagón generalizado al que se ha enfrentado el país.
“Sobre las 12:32 horas el tren se paró”, explica Ramiro López a El Digital de Albacete, y ahí comenzó la verdadera pesadilla. “No le di importancia al principio hasta que recibí una llamada de mi mujer que me dijo que se había ido la luz en Albacete también”, manifiesta, y recuerda que “después el personal de Renfe nos dijo que había una avería y que en breves continuaría el viaje”.

Una aventura que acabó más de 12 horas después en una estación de Chamartín verdaderamente abarrotada donde centenares de personas han pasado la noche, debido a los contratiempos que ha causado este incidente en el país.
El viaje que terminó en pesadilla para este vecino de Albacete
Con el tiempo pasando en el vagón, “nos empezamos a quedar sin cobertura”, recuerda Ramiro López, que manifiesta que “nos dijeron que para reponer el suministro tardarían entre 6 y 10 horas. Al principio pensé que era una broma”. Pero los nervios fueron incrementado en el tren, “llegando algunas personas a casi una histeria absoluta fruto de tantas horas parados”, relata, y sostiene que finalmente “abrieron las puertas para que la gente pudiera bajar, incluso vino gente de un pueblo cercano con agua porque la cafetería ya no tenía nada”. “Llegó a venir una ambulancia por si alguien necesitaba medicación”, comparte.

Y así pasaron las horas hasta que sobre las 21:30 horas llegó “una máquina para remolcar el tren hacia Cuenca, en un principio”, como explica López, y finalmente “consiguieron reenganchar el tren tras mucho esfuerzo, y llegamos a Madrid a las 02:30 horas de la madrugada con todo a oscuras”. Además, señala que en su tren “subieron pasajeros de otro tren, así que íbamos cerca de 700 personas. Tuvieron que abrir un poco las puertas para que entrase un poco de aire”, y añade que “la gente iba de pie, sentada en los pasillos y en todas partes porque no había hueco, éramos el doble de pasajeros”. Y así, reanudaron por fin la marcha, eso sí, a una velocidad que no superaba los “50 km/h”, sostiene.

“En estas situaciones se demuestra la grandeza de las personas”
Y con la llegada a Madrid no terminó la pesadilla, ya que este vecino de Albacete se encontró con una estación abarrotada. “Estaba la UME y Cruz Roja dando mantas porque habilitaron la parte de arriba para pasar la noche. Había muchos niños pequeños que se lo tomaban como un juego, pero ha sido una situación propia de una guerra”, sostiene. Tras tratar de buscar hotel sin éxito, Ramiro desistió de la idea y pasó unas horas en Atocha. Finalmente, “un amigo consiguió una habitación”, recuerda. Al salir de la estación “me encontré con un Madrid completamente vacío, oscuro y en silencio”, asegura.

Esta misma tarde, y tras muchas gestiones, Ramiro López ha conseguido comprar un billete de vuelta a Albacete y llegar a casa. “La estación seguía sumida en un caos total, la gente se quería subir a los trenes”, explica, y señala que “he hablado con algún agente de Policía que entró ayer de servicio y aún hoy seguía ahí”.

De toda esta cruda experiencia, Ramiro López tiene clara una cosa. “Estoy muy orgulloso del pueblo español, de la gente joven, que está muy preparada y es muy valiente, y de la solidaridad que tenemos siempre”, explica, y asegura que “una vez más ha sido el pueblo el que ha salvado al pueblo, he visto gente compartir comida en el tren, y eso demuestra la grandeza de las personas”.
Y por fin, Ramiro ha podido llegar a casa y descansar un poco, con una experiencia que desde luego, espera que “no se vuelva a repetir”, sostiene, aunque tranquilo por “haber aportado mi granito de arena y haber colaborado en todo lo que he podido”.