El presidente de Castilla-La Mancha ha celebrado este viernes la suspensión del Gobierno de España del contrato de adquisición de munición con Israel, asegurando que «es de interés general contribuir como país a que acabe lo que está pasando en Palestina».
Para el mandatario regional, la decisión de rescindir el contrato es «coherente» con haberse «comprometido formalmente no contratar armamento con Israel en estado de guerra».
«Quizás es más difícil de explicar por qué ese compromiso no se había materializado en algún cambio normativo a una disposición legal que amparara ese veto a las empresas armamentísticas israelíes», ha añadido García-Page en declaraciones a medios previas al acto de lanzamiento del Plan Conceptual de Participación Pública de la red de hidrógeno, en el Centro Nacional del Hidrógeno de Puertollano.
En este último sentido, el presidente de Castilla-La Mancha ha reconocido que el cambio en la decisión sobre el contrato «tiene una parte delicada» por las posibles implicaciones legales del contrato.
«Los cargos públicos estamos todos obligados a cumplir la ley por encima de cualquier decisión política, por lo tanto lo único que les pediría es que, dispuestos a tomar esa decisión, extremen la cautela desde el punto de vista legal», ha señalado el presidente regional.
Sobre las consecuencias políticas, García-Page ha señalado que el ministro de Defensa, Fernando Grande-Marlaska, «es una persona muy íntegra», y que «ha demostrado siempre que sabe que está en un equipo».
Por otra parte, ha asegurado que «como negocio político tiene una ventaja», ya que «si todo el entramado Sumar digiere bien el inevitable aumento del gasto militar con esto, como negocio político está bien».
