Ayer, Lunes Santo, se vivió un momento histórico y profundamente emotivo en la Plaza de Toros de Albacete con la entronización de las réplicas del Santísimo Cristo de la Agonía y Nuestra Señora de la Amargura en la capilla del coso albaceteño.
Este acto solemne tuvo lugar tras la finalización de la tradicional procesión de Lunes Santo, en la que ambas imágenes habían participado activamente. Desde el emblemático Molino de la Feria partió el cortejo que, con recogimiento y fervor, acompañó a las imágenes hasta la Plaza de Toros.

Fue por la Puerta Grande —símbolo de triunfo reservado a los grandes momentos del toreo— por donde accedieron las veneradas tallas. La apertura de esta puerta, cargada de significado, fue realizada solemnemente por don Gabriel Bernabé, conserje de la Plaza, en un gesto que unió la tradición taurina con la devoción popular.
Recogimiento y solemnidad en la Plaza de Toros de Albacete
Todo el recorrido y el acto posterior fueron solemnemente acompañados por la Agrupación Musical de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Agonía, cuyas marchas procesionales envolvieron el momento en una atmósfera de recogimiento y solemnidad.

Las imágenes estuvieron acompañadas por miembros del clero secular, presididos por el Rvdo. don Diego Herrera, consiliario de la Cofradía, quien dirigió una oración simbólica de entrega al llegar a la capilla. A continuación, se elevaron unas peticiones por las intenciones de la Cofradía, los toreros, los fieles y la ciudad de Albacete.
El acto culminó con una emotiva oración de bienvenida y acogida pronunciada por el Rvdo. don José Valtueña, capellán municipal de la Plaza de Toros. A la llegada al coso, las imágenes fueron recibidas por el concejal responsable de la Plaza, don Alberto Reina, y otros ediles del Ayuntamiento de Albacete, pertenecientes a distintos grupos políticos, quienes quisieron sumarse a este momento de gran significación para la ciudad.

También estuvieron presentes reconocidas figuras del toreo local, así como representantes de diversas asociaciones culturales taurinas, que con su presencia testimoniaron el arraigo de esta tradición que une la fe y la cultura del toro.
La devoción cristiana y la tradición taurina de Albacete encuentran un lugar común
La ceremonia tuvo lugar en la capilla del coso albaceteño, actualmente en proceso de restauración. Aunque las obras aún no han concluido —faltan, por ejemplo, las nuevas vidrieras que completarán el conjunto artístico—, el espacio ya luce con renovado esplendor. La capilla se afianza así como un lugar de oración, recogimiento y encuentro, donde la devoción cristiana y la tradición taurina de Albacete encuentran un lugar común.

Con este gesto, la Plaza de Toros de Albacete no solo enriquece su patrimonio artístico y espiritual, sino que reafirma los profundos lazos entre la religiosidad popular y la identidad cultural de la ciudad. La presencia del Santísimo Cristo de la Agonía y de Nuestra Señora de la Amargura es ya un signo visible de esperanza, intercesión y consuelo para todos los que cruzan las puertas de este templo singular del alma albaceteña.
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