Jaume Costa llegó el pasado verano al Albacete Balompié con la vitola de fichaje estrella, pero la falta de forma física en el primer tramo de la temporada y una grave lesión han impedido a la afición del Alba poder disfrutar del potencial del lateral zurdo. Ahora, con la lesión ya casi olvidada, Jaume Costa quiere demostrar sobre el verde el por qué de su fichaje y que el club no se equivocó a la hora de firmarlo.
Así pues, Jaume Costa volvió a vestirse de corto hace apenas unas semanas tras superar una lesión que lo tuvo cinco meses lejos de los terrenos de juego, pasando el jugador en la mañana de este miércoles por la sala de prensa de la Ciudad Deportiva Andrés Iniesta para valorar todo lo que ha sido este calvario y lo que está por venir, deportivamente hablando, para él y el Albacete Balompié.
Reconoció Costa que «está siendo una temporada difícil en cuanto a lesiones. Respecto a trato, cariño y respeto no he podido elegir mejor. Pero soy muy mío y me trago todas mis cosas. Entre mi familia y yo tratamos de sacar esto. Intento aportar lo que yo tengo desde fuera. A un futbolista le gusta aportar dentro del campo y ahora parece que vamos viendo la luz. Me queda aún para llegar a mi mejor nivel y espero ayudar en todo lo que puede de cara a final de temporada».
El lateral valenciano se siente «en deuda conmigo mismo. Cuando vengo aquí quiero dar el máximo y quiero que vean que doy el máximo. Más que una responsabilidad con el club y los compañeros, es conmigo. Quiero acabar mi carrera estando en paz y que estén contentos conmigo. Hubo una lesión fortuita y ha sido una recuperación dura, pero tengo ocho partidos para demostrar que puedo irme tranquilo conmigo mismo».
El Alba, según Costa, «vive un momento dulce»
El lateral zurdo ha vivido muchas situaciones a lo largo de su carrera que hacen que se muestre «optimista y ambicioso» con el equipo. «Siempre miro hacia arriba. Tenemos un equipo para disfrutar y disputar cosas muy bonitas. Ha sido una temporada convulsa en cuanto a lesiones, pero eso forma parte del fútbol también. Ahí es cuando se demuestra que un equipo es más de los once que juegan en el campo. Tenemos que ser cautos, estamos en un momento muy dulce y queremos acabar lo más arriba posible”».
La victoria del pasado fin de semana hizo que la alegría se apoderara de todo el estadio, incluido Jaume, que sacó todo lo que llevaba tiempo guardando dentro. «Muchas veces me entran ganas de llorar, porque al jugador le gusta aportar. No me quiero sentir inútil en ningún ámbito de la vida. Quiero demostrar que no se han equivocado conmigo. Son momentos de alegría. Ser competitivo es parte de mi fútbol. Hacía mucho tiempo que no me sentía así. Después de marcar en el 97 y la alegría que eso supuso, sentí que el deseo y el deber de decirle a la afición que el equipo ha pasado momentos duros, pero que hasta el final vamos a pelear por todo» dijo el ‘24’ albacetista.
Un equipo unido
Para Jaume, la clave del gran momento del Alba es «la unión que ha mostrado el vestuario» en todo momento. «Soy el más veterano y he pasado todo tipo de situaciones. Te das cuenta de que no todo es de color de rosa. Existen muchos problemas que hace que las cosas no vayan bien. Hemos sido un equipo muy unido, hemos hablado mucho y eso no se ve fuera. Desde que vine he visto un grupo que tiene muchas capacidades. Muchos compañeros tienen cosas para ser jugadores de Primera División. Uno de mis deberes es hacer que muchos de mis compañeros disfruten lo que yo he disfrutado durante muchos años».
Y para seguir prologando este momento, el equipo estará acompañado de más de 500 albacetistas en Castellón este viernes. «Un viaje así es importantísimo para el equipo. Estamos ilusionados con acabar la temporada de la mejor manera posible. Sabemos que es complicado acompañar al equipo fuera de casa. Animo a que vengan y trataremos de no defraudarles».
Jaume Costa está centrado en el presente, que es entrenar y el partido del Castellón. El resto, no importa. “Soy una persona que trabaja el aquí y el ahora. No pienso más allá de entrenar hoy y hacerlo bien hoy. Estoy feliz aquí, mi familia también. Voy a ser padre en agosto de nuevo. No sé qué me puede pasar en el futuro. Ahora quiero disfrutar, el tiempo pasa muy rápido y hay que disfrutar del momento. He aprendido mucho de las malas situaciones en el fútbol y quiero que cuando pase el tiempo no me arrepienta de lo que he hecho» concluyó.
