La autovía A-31, que une Albacete con Alicante, ha sido el escenario donde Pompa ha vuelto a encontrar un dineral oculto en compartimientos escondidos en vehículos. Perteneciente a la Guardia Civil de Albacete, Pompa, un pastor belga malinois del Servicio Cinológico de la Benemérita albaceteña, está especializada, entre otras cosas, en la localización de dinero escondido y en apenas 2 meses ha encontrado 530.000 euros de dudosa procedencia.

Pompa, un can especializado de la Guardia Civil de Albacete
Pompa, un pastor belga del Servicio Cinológico de la Guardia Civil de Albacete, ha ayudado a encontrar en un turismo 250.000 euros de dinero negro.
Según ha informado la Comandancia de Albacete en un comunicado, efectivos de la Unidad de Seguridad Ciudadana (USECIC) han intervenido 250.000 euros a una persona que transportaba esta cantidad de dinero, si declarar, en un compartimento oculto del vehículo en el que viajaba.
La actuación ha tenido lugar en la autovía A-31, dentro del término municipal de Albacete, donde agentes de la USECIC han identificado al ocupante de un turismo, que un perro detector de dinero marcó en la parte central de los asientos delanteros.
Al accionar un cable oculto se ha abierto un compartimento, a modo de caleta, donde se han localizado 250.000 euros en billetes de distinto valor.
Pompa, una perra de raza pastor belga malinois especialista en detectar dinero, ha sido quien, tras olfatear tanto el exterior como el interior del vehículo, ha realizado señales a su guía.
En este contexto, la Guardia Civil ha recordado que si la cantidad de dinero transportado en España supera los 100.000 euros o su contravalor en moneda extranjera, debe acompañarse con el documento S1 para evitar su intervención, la apertura de investigaciones policiales y la incoación de un expediente sancionador.

En diciembre, Pompa encontró 280.000 euros también en Albacete
Pompa, el citado ejemplar de raza pastor belga malinois, encontró a principios del pasado mes de diciembre gracias a su olfato y a sus magníficas aptitudes, 28 fajos de billetes de 50 euros que tras su recuento dieron un total de 280.000 euros.
Pompa, propiedad de la Guardia Civil de Albacete, localizó esos 280.000 euros que un vecino de Marbella (Málaga) transportaba ocultos, y sin declarar, en un compartimento bajo el asiento trasero de su vehículo mientras circulaba por la autovía A-43 y dentro del término municipal de Villarrobledo; en la provincia de Albacete.
Así pues, efectivos de la Unidad de Seguridad Ciudadana (USECIC) y del Servicio Cinológico, pertenecientes a la Comandancia de la Guardia Civil de Albacete, intervinieron eso 280.000 euros, en billetes de 50 euros, al citado vecino de la localidad malagueña de Marbella, de 35 años de edad, cuando los transportaba, sin declarar, bajo el asiento de la parte trasera del vehículo.
Fue en un dispositivo operativo, realizado en la autovía A-43, dentro del término municipal de Villarrobledo, donde agentes de la Guardia Civil de Albacete identificaron al ocupante de un vehículo, localizando, ocultos bajo el asiento trasero del mismo, 28 tacos de billetes de 50 euros, que tras su recuento sumaron 280.000 euros, los cuales quedaron intervenidos en base la Ley 10/2010.

Fue Pompa, una perra de raza pastor belga malinois que participaba en el dispositivo operativo, quien marcó a su guía la zona del asiento trasero del vehículo, con gestos inequívocos de que pudiera haber dinero escondido.
Este can, perteneciente a la Comandancia albaceteña, está especializado en la búsqueda y detección de dinero y personas desaparecidas, y fue seleccionado por el Servicio Cinológico del Cuerpo por su idoneidad y aptitudes.
Al exceder la cantidad máxima sin declarar que se permite dentro de España, 100.000 euros (o el contravalor en moneda extranjera), la Benemérita formuló denuncia, al que dijo ser el propietario del dinero, por una infracción administrativa a la Ley 10/2010 sobre la prevención del blanqueo de capitales y de la financiación del terrorismo, investigando ahora la procedencia del dinero incautado.
La Guardia Civil de Albacete recuerda que si la cantidad de dinero transportado en España supera los 100.000 euros, o su contravalor en moneda extranjera, debe acompañarse con el documento S1, para evitar la intervención del mismo, la apertura de unas investigaciones policiales y la incoación de un expediente sancionador.
Este modelo de declaración S1 lo debe llevar el portador del dinero, encontrándose disponible en la página web del Sepblac>Medios de pago, así como en la de la Secretaría General del Tesoro y Financiación Internacional (www.tesoro.es) y en la de la Agencia Estatal de la Administración Tributaria (www.aeat.es)
El vídeo de dicha localización del dinero por parte de Pompa es el siguiente:
El gran trabajo de los agentes caninos de la Guardia Civil de Albacete
Pompa y Sira son dos pastores belga malinois de la Unidad Cinológica de la Guardia Civil de Albacete especializadas en detectar dinero, drogas y rescatar a personas. Benita e Iru son una pastor belga y un labrador respectivamente, especializados en la detección de explosivos. Junto a los agentes de la Guardia Civil, Juan Ballesteros y Domingo Pérez, encargados de la sección de dinero, rescate y drogas, y de la de explosivos respectivamente, forman un equipo muy peculiar que resulta clave en diferentes situaciones.
Tanto Pompa y Sira como Benita e Iru forman parte de la Unidad Cinológica de la Guardia Civil de Albacete, pero también de las familias de los agentes, ya que son equipo de trabajo, pero también familia. Desde esta unidad especializada de la Guardia Civil se lleva a cabo una labor complicada y minuciosa, que resulta vital en algunas situaciones. Por ejemplo, tras la riada de Letur, los perros especializados en búsqueda de personas y cadáveres fueron clave y realizaron una imprescindible tarea en la localización de desaparecidos. Este es el caso de Sira, quien participó en estas tareas de búsqueda, o de Iru, quien localizó 5 kilos de explosivos abandonados en Albacete.

Domingo Pérez, agente encargado de la sección de explosivos de la Unidad Cinológica de la Guardia Civil de Albacete, cuenta con dos perros especializados en la detección de este material, Iru y Benita. Y aunque ahora están perfectamente preparados para realizar tareas relacionadas con búsquedas de este tipo, el proceso de adiestramiento es largo. “Lo primero es que ni maltratamos a los perros de ninguna manera, ni se les droga, ni nada por el estilo”, sino que “se trabaja con ellos a través del juego, por condicionamiento básico, operante y refuerzos positivos”, manifiesta. “Cuando nos dan un perro para adiestrar, lo más importante es que tenga ganas de jugar con su guía, sin esa cualidad es imposible, por lo que no todos los perros valen y muchos se dejan a la mitad porque no se puede”, indica. Además, cabe destacar que el adiestramiento y los guías son los que se adaptan a la forma de ser del perro.

Entrenamientos a través del juego
“Hay que buscar algo que le guste al perro, ya sea una pelota, rodillo o cualquier otro juguete”, explica, y añade que “también contamos con el clicker, que es un aparato que nos facilita mucho el adiestramiento, aunque el proceso es largo. Primero hay que intentar que el perro asocie ‘el click’, es decir, el sonido que emana del aparato a un premio, y a partir de ahí ir complicándolo. Luego se asocia ese ruido a la sustancia que deben detectar, y a partir de ahí se esconde para que trate de encontrarla”.

En esta fase del entrenamiento, los agentes tratan de recrean los escenarios lo más similares posible a la realidad con la que se pueden encontrar en el día a día. Por ejemplo, “en mi caso, que me encargo de la sección de explosivos, me puedo encontrar un explosivo en una maleta o en un coche, y tratamos de que los perros entrenen en circunstancias parecidas a la realidad”.

En cuanto a la jubilación de los agentes caninos, “realmente no hay una edad de jubilación, sino que es cuando el perro lo pide. Si está mal obviamente no va a trabajar, y trabaja hasta que tiene ganas, cuando va perdiendo el interés se jubila”, explica Domingo Pérez, que señala que en muchas ocasiones esta jubilación es de la mano del agente. En su caso, el adiestrador cuenta con su inseparable compañero Iru, y “cuando se jubile se vendrá a casa, porque es un miembro de la familia más”. Y es que tanto dentro como fuera del trabajo, agentes y animales son equipo, y también familia.

El proceso de adiestramiento de los agentes caninos de la Unidad Cinológica de la Guardia Civil de Albacete
El proceso de adiestramiento resulta clave para los perros de la Unidad Cinológica de la Guardia Civil de Albacete, y para su buen rendimiento, son los agentes los que se adaptan a las cualidades y a la personalidad de sus compañeros caninos. “Cuando empiezas te das cuenta de que cada perro necesita unas cosas. Los labradores son más divertidos y necesitan una voz por ejemplo más alegre, animada. Los pastores belgas son diferentes y tienen otra forma”, señala Juan Ballesteros, agente encargado de la sección de dinero, rescate y drogas de la Unidad Cinológica de la Guardia Civil de Albacete. Por otra parte, Domingo Pérez hace una diferenciación que resulta clave, y no es otra que la voz. “Existen tres tipos: voz ejecutiva, de premio y de castigo, y no le puedes hablar al perro con el mismo tono. Dependiendo del perro y de su personalidad tienes que modular la voz para que el perro trabaje correctamente”.

Otro de los factores a destacar en este proceso reside en que “si tu estás mal anímicamente ese día, tu perro también lo va a estar, y ese día no puedes entrenar”, explica Pérez, y señala que “el perro es una extensión tuya, es como si la correa fuese un cordón umbilical”. Juan Ballesteros, por su parte, manifiesta que “cuando tienes un mal día lo expresas corporalmente y el perro lo detecta. Adiestrar a un perro es un proceso largo y complicado, y ese trabajo te lo puedes cargar en unas horas con malos ejercicios o malas correcciones”.

Iru, especialista en detección de explosivos
Desde El Digital de Albacete nos desplazamos al Cuartel de la Guardia Civil de Aguas Nuevas en Albacete para conocer de primera mano la labor de la Unidad Cinológica de la Guardia Civil de Albacete. Para conocer el trabajo de Iro, agente canino especialista en explosivos, junto a su guía Domingo Pérez, colocamos una hilera de maletas con una pequeña cantidad de explosivos dentro. “Esta sustancia huele muy poquito, y lo colocamos en un tupper cerrado en una maleta cerrada”, explica Domingo Pérez. Eso sí, antes de dar la señal a Iru, o a cualquier de sus compañeros caninos, existe un proceso clave. “Cada perro tiene su correa y su arnés. Cuando se los ponemos empieza su trabajo, y ellos lo saben”, explica Juan Ballesteros, que indica que “con el perro de detección solo se usan cuando va a trabajar, junto con una orden y una posición de salida. Es una manera de darles una información previa de que empieza la búsqueda”.

Tras colocar el arnés, y dar la orden, en apenas unos segundos de búsqueda, Iru estaba perfectamente sentado delante de la maleta que contenía la sustancia.
“Siempre intentamos reproducir lo que nos podemos encontrar en un servicio cotidiano”, indica Pérez, que explica que “en Albacete tenemos aeropuerto y tiene que estar vigilado. En estos casos, se detectan bultos y maletas”. En el caso de Iru, su adiestrador destaca que se trata de un perro curioso, ya que “él quiere trabajar y volver a la furgoneta, no quiere interactuar mucho como otros”, explica, y señala que, en este caso, “su premio es una toalla envuelta, que le encanta morder”.

Pompa, especialista en detectar dinero y drogas
De nuevo, nos trasladamos hasta Desguaces Clemente, quienes ceden sus instalaciones habitualmente a esta unidad de la Guardia Civil de Albacete para realizar algunas prácticas junto con los perros. En esta ocasión, es Pompa quien realizará una búsqueda de dinero y droga. Una pastora belga especializada en este sector, y prueba de ello, es que hace apenas una semanas la agente canina detectó 280.000 euros en efectivo en el asiento trasero de un vehículo. Antes de esconder el dinero y la droga, su guía, Juan Ballestero se coloca los guantes. De esta manera, “les obligamos a que no vayan siguiendo nuestro rastro, ya que saben perfectamente cuál es nuestro olor. Las manos desprenden partículas olorosas y no deja de ser una pista para el perro”, explica, y añade que “es importante enmascarar nuestro olor y que vayan siguiendo el olor que desprende la droga o el dinero”. Una curiosidad de este agente canino, es que Pompa, lejos de ladrar o sentarse, se queda congelada para marcar el lugar exacto en el que ha detectado la sustancia.

Benita, experta en la detección de explosivos
Y llega el turno de Benita, una pastor belga malinois muy joven, que apenas lleva cerca de un año trabajando en esta unidad especializada de la Guardia Civil de Albacete de la mano de su adiestrador Domingo Pérez. Benita está especializada en la detección de explosivos, al igual que Iru. En esta ocasión, el agente Pérez coloca un tupper con una pequeña cantidad de explosivos dentro del maletero de un coche, de los centenares de vehículos que se encuentran en el desguace. Benita es “un Ferrari”, como la define su adiestrador, debido a su energía y vitalidad.

Tras apartarnos de la zona y darle las señalas pertinentes a Benita, la agente canina apenas tarda unos minutos en detectar el lugar exacto en el que se encuentra la sustancia. Como curiosidad, la forma de marcar de Benita es señalando con el hocico.
Sira, especialista en rescate de personas
Junto con los agentes de la Unidad Cinológica de la Guardia Civil de Albacete nos trasladamos a un pinar a las afueras de la ciudad para llevar a cabo un pequeño entrenamiento junto a Sira, especializada en el rescate de personas. En este caso, “el marcaje que hace es ladrar para señalar el punto”, indica Juan Ballesteros, que señala que “les ponemos GPS también para ver después el trabajo que se hace y ver las batidas y el recorrido del animal”. “En este espacio hay conejos y animales, que son distractores potentes, pero ella va directa”, asegura. Por otra parte, Domingo Pérez indica que Sira tiene como finalidad “encontrar a personas que no estén de pie, sino tumbadas, sentadas o en posición fetal, porque se supone que la personas que buscamos no está de pie”.

En este caso es el agente Domingo Pérez quien se esconde entre el pinar durante varios minutos, mientras que Sira espera sentada a que le den la orden, y tras ella, apenas tarda unos segundos en encontrar al agente.

Es importante recordar que un animal no es un juguete y que las adopciones de animales se deben llevar a cabo con responsabilidad siempre. Domingo Pérez indica que “es importante hacer un llamamiento porque ahora los pastores belga están de moda, y no es un perro para tenerlo en casa. Cuando se adopta, hay que intentar buscar el animal adecuado para que se adapte a nuestras condiciones. En este caso, estos perros necesitan estimulación física y mental, y eso lleva tiempo. Tiempo que a veces no tenemos”, y asegura que “las protectoras están llenas de esta raza porque después de tenerlo en casa se dan cuenta de que no pueden tenerlo. Es una raza que requiere tiempo para realizar entrenamientos en condiciones y que no es apta para manos inexpertas”.

Pompa, Iru, Sira y Benita continuarán trabajando de la mano de los agentes de la Unidad Cinológica de la Guardia Civil de Albacete, Domingo Pérez y Juan Ballesteros, que cuentan con unas manos expertas y los conocimientos adecuados para continuar haciendo equipo con sus inseparables compañeros, dentro y fuera del servicio.
Desde El Digital de Albacete agradecemos a la Unidad Cinológica de la Guardia Civil de Albacete su predisposición y todas las facilidades otorgadas para conocer de primera mano su trabajo.

































