Ana Escribano, investigadora de Albacete en un laboratorio de Bélgica, ha llevado a cabo un proyecto de estudio que ha revelado algunas claves respecto a la enfermedad de la artrosis. Concretamente, esta investigadora, junto a su equipo, ha identificado una proteína que desempeña un papel fundamental en el daño articular que sufren los pacientes con artrosis, por lo que el estudio realizado resulta de vital importancia de cara a paliar los efectos de esta enfermedad articular.
De esta manera, se abren nuevas puertas para llevar a cabo tratamientos más eficaces contra esta enfermedad, que afecta alrededor de 528 personas en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La artrosis afecta a más de 500 millones de personas en todo el mundo, y es una de las causas de pérdida de movilidad en la población más relevantes. La enfermedad se caracteriza por la pérdida de cartílago de las articulaciones, con las consecuencias que acarrea en la salud de las personas, especialmente a la hora de realizar movimientos cotidianos. Con este estudio, Escribano y su equipo, han dado con un factor clave que ejerce como de “rol protector”, como señala la experta a El Digital de Albacete, y que promete avances en lo relacionado a paliar esta enfermedad.
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Esta investigadora de Albacete estudia la artrosis desde un laboratorio en Bélgica
Un estudio que nació a raíz de otra investigación, mientras trabajaban sobre “cómo ejecutaba el daño una vía de señalización que era perjudicial”, indica Ana Escribano a El Digital de Albacete, que indica que a raíz de esta base “vimos que un factor era el crecimiento insulínico”.
En el transcurso de la investigación, “vimos que los estudios sobre una determinada proteína eran sobre cartílago sano, y cuando hay artrosis puede ser que exista una función diferente que no se había estudiado”, señala, y explica que “también estaba asociado a la hipertrofia en cartílago”.
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Finalmente, Escribano junto a su equipo se decantaron por “estudiar esta proteína”, manifiesta, e indica que “después eliminamos la proteína y vimos que de esta forma, los organismos estaban más protegidos, y aunque desarrollaban la enfermedad, lo hacían en menor proporción”.
La investigadora de Albacete trabaja sobre el campo de la artrosis en Bélgica
Un avance en la investigación de esta enfermedad articular que padecen más de 500 millones de personas en el mundo, según la OMS, que ayudaría a intentar reducir o paliar sus efectos. “Sabemos que la proteína está implicada en el daño articular y queremos inhibirla”, asegura la investigadora, que manifiesta que “para ello, estamos trabajando con varios modelos preclínicos que podrían inhibir la proteína”.
Hasta el momento, la inhibición de esta proteína se ha hecho “con modificación genética en el laboratorio”, lo cual “no es posible en humanos”, asegura. Eso sí, la investigación continúa dando pasos hacia delante, ya que “hemos encontrado un compuesto que se podría inyectar a pacientes”, manifiesta, aunque por el momento, “antes tenemos que comprobar cuáles son esos efectos adversos y que realiza correctamente el efecto protector de la artrosis”.
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Ana Escribano estudió Farmacia en la Universidad de Castilla-La Mancha, y al acabar el grado, viajó hasta Bélgica con una beca para trabajar durante 3 meses en un laboratorio belga. Meses que se han convertido en años, ya que esta joven investigadora de 28 años de edad, va por el quinto año en este país. “La idea era quedarme 3 meses y regresar, pero me dieron la opción de quedarme y hacer el Doctorado aquí, y teniendo en cuenta las condiciones laborales del laboratorio y sus recursos, decidí quedarme”, señala Escribano.
Además, este descubrimiento forma parte del Doctorado que está cursando actualmente la investigadora de Albacete, que la ha llevado hasta Bélgica, y que, aunque todavía queda mucho trabajo por hacer, ha abierto una importante puerta a los avances sobre esta enfermedad que afecta más de 500 millones de personas en el mundo.