La asociación por los derechos de los animales y el medioambiente ARDE denuncia ante la Dirección General de Consumo presuntas prácticas comerciales engañosas por parte de El Corte Inglés, ALDI y EROSKI. En este nuevo caso de ‘greenwashing’, los supermercados habrían estado utilizando imágenes de ganadería extensiva en cartelería y etiquetas de carne, leche o huevos, que en realidad provienen de granjas intensivas. La motivación podría residir en que un 50% de los españoles están dispuestos a pagar más por mayor bienestar animal.
La asociación por los derechos animales ARDE, ha presentado escritos a la atención de la Subdirección General de Inspección y Procedimiento Sancionador de la Dirección General de Consumo, en las que denuncian prácticas engañosas por parte de las cadenas de supermercados ALDI, EROSKI y El Corte Inglés en envases, cartelería y comunicaciones sobre los estándares de bienestar animal de sus productos. Según la entidad denunciante, las empresas alimentarias estarían vulnerando la Ley General de Publicidad, la Ley General para la Defensa de Consumidores y Usuarios, así como la Ley de Competencia Desleal.
En relación a las campañas publicitarias denunciadas, destaca el empleo de imágenes de vacas en prados. En las botellas y bricks de leche, EROSKI incluye vacas pastando y El Corte Inglés cubos de ordeño sobre un fondo de pasto con flores.
Sin embargo, sus proveedores de leche son empresas líderes en la producción láctea. En España predomina el modelo de estabulación o semiestabulación de las vacas. El Ministerio de Agricultura admite que “el ganado lechero en fase de lactancia está totalmente estabulado”, que “el aumento del tamaño de los rebaños y la propia necesidad del ordeño hace poco viable la explotación en pastoreo” y que “el pastoreo es poco representativo”. Además, el Real Decreto 1307/2024, eliminó la obligación de las granjas de incorporar un acceso del ganado vacuno al exterior de las instalaciones, como patios.
Los establecimientos ALDI disponen de un gran cartel sobre las neveras de productos cárnicos envasados que muestra ganado vacuno en un prado. La entidad denunciante señala que solo una pequeña parte de los productos en dichas neveras proceden de ganadería extensiva, por lo que esa imagen no sería representativa de la oferta del supermercado. En el caso de EROSKI, los envases de embutido EROSKI Basic disponen de un dibujo de cerdos con un vallado. El 78% de las 80.000 granjas porcinas operan en sistemas intensivos donde no tienen acceso al exterior, y el 87% de los animales en granjas españolas se crían en jaulas, características del sistema de cría intensivo.
Julia Elizalde, portavoz del colectivo ARDE, señala: “tanto ALDI como Eroski promocionan los productos con el sello de bienestar animal Welfair junto a imágenes de animales en campos, pero los animales que viven en estas granjas ven por primera vez el cielo de camino al matadero”. El 70% de las granjas españolas están certificadas con Welfair, que audita principalmente la cría industrial y no interviene en parámetros físicos como el espacio de estabulación.
Por otro lado, la organización denunciante alerta del uso de imágenes confusas en los huevos de gallinas ‘sueltas en el gallinero’ o código 2. De acuerdo a la Directiva 1999/74/CE del Consejo, en estas granjas viven hasta 9 gallinas por metro cuadrado y los animales no tienen acceso al exterior. En los cartones de huevos de El Corte Inglés y EROSKI observamos gallinas en un suelo de tierra. En el caso de EROSKI, podemos leer además “Gallinas criadas en granjas en las que se pueden mover con total libertad”. Así, la denuncia indica que “se emplean elementos visuales asociables con huevos de gallinas ecológicas o camperas” lo cual podría ser especialmente engañoso ya que sólo un 6% de los españoles identifican correctamente el significado del código impreso en los huevos.
La entidad argumenta que las prácticas comerciales potencialmente engañosas, podrían estar influyendo en que el consumidor pague más por un producto que dispone de niveles estándar o industriales de bienestar animal, un 50% de los consumidores españoles podrían variar sus decisiones de consumo y aumentar el precio que están dispuestos a abonar por un producto con mayor bienestar animal. Este porcentaje aumenta a 54,3% en el caso de los huevos. Por lo tanto, los supermercados podrían estar obteniendo un mayor margen de beneficio con los productos cárnicos y derivados como leche o huevos en comparativa con aquellos de origen vegetal.
Mientras la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) indica que se debe reducir el consumo de carne, la Federación de Consumidores y Usuarios CECU ya puso a los supermercados y la promoción de los productos cárnicos en el punto de mira. Denunció que cuatro de cada cinco promociones de los supermercados sobre alimentos que son fuente de proteínas versa sobre productos animales, mientras que legumbres y frutos secos ocupan menos del 20%.
Elizalde, denuncia: “Supermercados como ALDI, Eroski o El Corte Inglés hacen gala de sus altos estándares de bienestar animal y sostenibilidad, pero sus políticas son castillos en el aire. Se hacen de oro mientras promocionan de manera tramposa y exacerbada el consumo de animales contra cualquier consideración ética por los animales y las indicaciones científicas. Exigimos que se ponga fin a los anuncios engañosos de vacas en el prado y similares, la retirada de sellos de bienestar animal creados por y para la industria cárnica y que pongan en marcha la promoción activa de dietas vegetales”.
En Países Bajos, once supermercados, que suman el 90% de las ventas nacionales, se comprometieron a aumentar el porcentaje de sus ventas de proteínas de origen vegetal del 40% actual al 60% en 2030. Cuatro supermercados líderes en Alemania redujeron el precio de los sustitutos vegetales para igualarlo al de la carne. Lidl, declaró que las ventas de productos vegetales aumentaron un 30% tras recortar los precios y colocar la carne vegetal junto a la animal. Ello causa que una cesta vegetal de la compra sea más barata que su equivalente en productos cárnicos.