Albacete fue una ciudad clave en el transcurso de la Guerra Civil, especialmente en su final, en febrero de 1939. De este episodio destacado, el historiador albaceteño, Deogracias Carrión, realizó un trabajo de documentación que plasmó en su libro ‘La Reunión Secreta de Los Llanos: Albacete, capital de la II República’. Entre sus páginas, Carrión recoge varios episodios en el transcurso de esta reunión que resultó clave en el final de la Guerra Civil.
En febrero de 1939, con el telón de la Guerra Civil a punto de bajarse, se produjo en Albacete una reunión secreta donde los altos mandos de la II República se citaron para barajar opciones y tomar una decisión sobre el futuro inmediato de la guerra, que estaba por finalizar.
Juan Negrín, presidente del Gobierno, citó a los responsables del ejército en las inmediaciones del aeródromo de Los Llanos, aunque no está clara cuál fue la ubicación exacta de la reunión. Eso sí, convocó a los asistentes y rogó “máxima discreción a la hora de desplazarse”.
Tal y como recoge Carrión en su libro ‘La Reunión Secreta de Los Llanos: Albacete, capital de la II República’, Negrín aterrizó en Alicante y se citó en Albacete con los altos mandos del ejército para analizar la situación y decidir hacia dónde iba el futuro de la guerra. Una reunión en la que se rogaba realizar los desplazamientos con discreción. En ella, estuvieron presentes José Miaja Menant, General Jefe del Supremo del Ejército; Manuel Matanalla Gómez, General Jefe del Grupo de Ejércitos; Leopoldo Menéndez López, General Jefe del Ejército de Levante; Antonio Escobar Huertas, General Jefe del Ejército de Extremadura; Segismundo Casado López, Coronel Jefe del Ejército de Centro; Domingo Moriones Lárraga, Coronel Jefe del Ejército de Andalucía; Antonio Camcho Benítz, Teniente Coronel Jefe de la Aviación de la Zona Centro-Sur; Carlos Bernal García, General Jefe de la Base Naval de Cartagena; y Miguel Buiza Fernández Palacios, contralmirante, Jefe de Flota, tal y como señala Deogracias Carrión en su libro.
Una reunión secreta en Albacete; clave en el final de la Guerra Civil
Aunque existen diferentes versiones sobre el contenido de la reunión, todas coinciden en que la idea era decidir la forma en la que terminar la guerra. A su llegada, Juan Negrín se entrevistó con algunos de ellos, que le informaron de la gravedad de la situación, en la que no era posible seguir resistiendo y trataron de apostar por buscar una solución negociada con el enemigo. En cuanto a la fecha, no se sabe exactamente el día que se produjo con exactitud, y el historiador Deogracias Carrión la ubica entre el 11 y el 28 de febrero de 1939. Además, hay otra cuestión importante, que reside en el motivo por el que eligieron Albacete, en este caso Los Llanos, para celebrar este encuentro clave. La respuesta que expone Carrión en su libro, es que Albacete era una ciudad equidistante al resto de las provincias republicanas, alejada de los frentes, y que tenía un establecimiento militar con aviones cerca.
En lo relacionado a la ubicación, existen diferentes versiones de historiadores. Algunos la sitúan en la Finca de Los Llanos, otros en Albacete, y otros en el aeródromo de Los Llanos, que estaba dentro de una finca propiedad del Marqués de Larios. Cabe destacar, que en esos momentos el aeródromo no se utilizaba como una base fija, sino como base de despliegue y distribución de material aéreo de la Unión Soviética.
En la reunión secreta de Los Llanos reinó “el pesimismo”
De esta primera reunión no se ha encontrado ningún acta, aunque existen algunos documentos como las notas que tomó Negrín durante la misma. Además, se tiene constancia de que la duración de la reunión fue de 12 horas, y que estuvo divida en dos partes, divida por un almuerzo. En la primera parte, se informó minuciosamente sobre la situación, aunque la reunión la presidió Negrín, quien arrancó con una exposición previa, en la que trató de convencer a los asistentes de continuar resistiendo hasta que se produjese un conflicto internacional que pudiese garantizar una paz sin represalias. Una opción complicada, ya que la posibilidad de una paz negociada no era contemplada por Franco. Según los asistentes, en esta reunión reinó “el pesimismo”. Tras el encuentro, algunos historiadores explican que Negrín pasó unos días en Albacete.
Para entender el contexto en el que se produjo esta reunión, hay que tener en cuenta algunos sucesos que tuvieron lugar poco antes como la renovación por última vez de las Cortes republicanas, a la que Negrín llevó una propuesta para lograr la paz. Además, los franquistas llegaron a Barcelona, y bombardearon Cartagena y Valencia. Negrín por otra parte, se reunió con diplomáticos de Francia y Reino Unido, mientras que los franceses enviaron diplomáticos para iniciar relaciones con el régimen franquista. Francia también abrió fronteras a los exiliados a cambio de su desarme e internamiento en campos de concentración, Azaña abandonó el país acompañado de familiares y colaboradores, y Franco rechazó la propuesta de Negrín de reducir condiciones a una paz sin persecuciones ni represalias.