Los forenses han ratificado este jueves que el hombre encontrado muerto en su vivienda en Alborea en 2014, cuyo caso se está juzgando en la Audiencia Provincial de Albacete, falleció por politraumatismo.
Así lo han reiterado los distintos profesionales encargados de practicarle la autopsia y analizar las muestras recibidas, que han testificado en la sesión del juicio que, con jurado popular, se sigue contra los dos acusados de homicidio.
El juicio, que arrancó el pasado viernes en la Sección Segunda de la Audiencia de Albacete, se retomará mañana con los informes y las conclusiones de las partes antes de que se entregue al jurado la relación de preguntas para la deliberación.
El forense que realizó la autopsia tras encontrar el cadáver ha señalado que tenía «lesiones faciales» además de contusión en el tórax y «muchas» costillas rotas, sobre lo cual ha precisado que el hecho de que uno de los acusados hubiera caído sobre la víctima al ser sorprendidos en su vivienda -como declaró- no habría podido producir «todas esas lesiones».
A preguntas del fiscal sobre si las lesiones del fallecido eran compatibles con una agresión que hubiera durado apenas unos segundos, el forense lo ha negado: «tenía muchas costillas rotas, además de contusiones», ha afirmado.
Otra de las forenses que ha declarado en la sesión ha precisado que el hombre habría estado «al menos doce horas» herido en el suelo hasta que murió.
Un sobrino del muerto, alertado por los vecinos, fue quien encontró el cadáver días después de los hechos.
En la sesión de este jueves también se ha dicho que en las uñas de la víctima se encontraron restos de ADN de uno de los acusados y que estos restos debieron quedar ahí «por contacto, probablemente por haberle arañado».
Los hechos que se están juzgando ocurrieron en noviembre de 2014 en la vivienda donde residía la víctima, que tenía 70 años, aunque los acusados fueron detenidos ocho años más tarde.