El laboratorio de Oncología Molecular del centro multidisciplinar en biomedicinas de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha desarrollado un estudio sobre una nueva posibilidad en terapia contra el cáncer. Un trabajo que se ha llevado a cabo en Albacete y que supone un gran avance en lo relacionado a la radioterapia como tratamiento para paliar el cáncer.
Un trabajo que demuestra que la combinación de este nuevo fármaco sumado a la radioterapia podría mejorar considerablemente la eficacia de ésta, y que además, va encaminado hacia una medicina personalizada, que permita adaptar las terapias a los pacientes, ahorrando los efectos secundarios que supone una terapia que no da resultado en el organismo de los pacientes. En este momento, este fármaco de última generación ya está en marcha en ensayos clínicos
El investigador Ricardo Sánchez, junto a Natalia García, investigadora financiada por la Fundación Leticia Castillejo y el programa de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha ‘Investigo’, han demostrado que este fármaco de “última generación funciona como agente radiosensibilizante, es decir, que la combinación del fármaco con la radioterapia aumenta el efecto antitumoral de la radioterapia”, como indica Ricardo Sánchez a El Digital de Albacete, que señala que “lo hemos comprobado en varios modelos celulares y hemos sido capaces de entender su funcionamiento, que es muy importante para los investigadores, y también hemos dado con los determinantes genéticos que hacen que esa combinación funcione o no en los pacientes”. Un avance que a primera vista puede parecer sencillo, pero resulta clave, sobre todo para ahorrar sufrimiento a los pacientes de cáncer, ya que “permite saber en qué personas va a funcionar, y ahorra todos los efectos secundarios y el coste que conlleva una terapia que no funciona en el organismo de un paciente”.

En camino hacia la medicina personalizada desde Albacete
Un importante avance que se encamina hacia “una medicina personalizada”, como indica el investigador de Albacete, que asegura que “no hay dos tumores iguales, aunque puedan parecer idénticos la base genética es distinta”. “Cada tumor es único y exclusivo, y por lo tanto, buscamos que la terapia también lo sea”, destaca Sánchez.
En esta investigación, “hemos descubierto que aquellos tumores que tienen una mutación en un gen determinado, no funciona esta combinación de radioterapia y este fármaco”, explica, y añade que, sin embargo, “si el paciente tiene otro gen diferente, sí funciona”. De esta manera, “lo que podemos hacer en un futuro es elegir a aquellos pacientes donde va a funcionar la terapia”.
Sánchez explica que “hace 60 años las terapias contra el cáncer eran muy agresivas”, y manifiesta que “el cáncer se puede curar, pero en muchas ocasiones te llevas al paciente con la terapia”, y en muchos casos, “hay que parar el tratamiento porque tienen una toxicidad tremenda, y la persona se inmunodeprime hasta tal punto que un simple constipado puede acarrear consecuencias importantes”.
Los investigadores de Albacete apuestan por “una terapia a la carta”
En este contexto, desde este laboratorio de Albacete se trabaja en lo que en “un futuro será la medicina personalizada”, como explica Ricardo Sánchez, que señala que “lo que hacemos es sentar las bases para poder plantear ensayos clínicos, y apostar por una terapia personalizada”, con la idea de que cada paciente tenga “una terapia a la carta”. De este modo, “se pueden seleccionar a los pacientes que cuentan con las características con las que puede funcionar esta terapia, y de esta manera, ganas tiempo y no sufren los efectos secundarios que deja en el organismo una terapia que no funciona”.
“Hay muchos casos de cáncer en los que no se puede extirpar, es decir, no son operables”, manifiesta Sánchez, y señala que, por este motivo, “hay que recurrir a la quimioterapia o radioterapia”. Por ello, “la radioterapia la utilizan el 50% de los enfermos de cáncer, lo que supone un porcentaje altísimo, por lo que es una de las cuatro patas de la terapia del cáncer”, indica el investigador, que asegura que “en algunos casos lo que se intenta es combinar quimioterapia y radioterapia para atacar al tumor por distintos lados, por lo que todo lo que sea mejorar la radioterapia viene muy bien”.

Desde el punto científico, la combinación de este fármaco con esta terapia, “la hace ganar mucho”, ya que “fomenta la parada del crecimiento de las células, además de inhibir una proteína lo que genera una serie de respuestas de radiación que deja de expresarse, y eso hace que la célula entre en un proceso de muerte, y el fármaco lo que hace es aumentar ese proceso en un efecto sinérgico”.
“Los tiempos de la ciencia no son los tiempos de la vida”
En cuanto a la labor de los investigadores en Albacete, no trabajan con sus aportaciones para el presente, sino para el futuro. “Los tiempos de la ciencia no son los tiempos de la vida”, asegura Sánchez, que añade que “la ciencia va de todo, menos rápido, debido a la cantidad de controles, por lo que cuando afirmas algo, lo haces con una seguridad muy alta”. Además, pone de relieve que “los hallazgos crecen muy lento. Yo sé que no voy a curar el cáncer, pero a lo mejor en 3 o 4 generaciones más sí”.
Desde Albacete se dan pasos en lo relacionado a la investigación contra el cáncer, que van sumando para llegar al objetivo común. Mejorar la eficiencia de las terapias se ha convertido en el gran objetivo por el que aúnan fuerzas estos investigadores de Albacete, que tras años de trabajo han conseguido exponer las conclusiones de este minucioso estudio. Se puede colaborar con esta investigación a través de este enlace.