De Albacete a Uganda para devolver la vista a decenas de personas

Stop Ceguera ha llevado a cabo una nueva campaña de salud ocular en Uganda

Sanitarios de Albacete se han desplazado hasta el continente africano para llevar a cabo una campaña de prevención e intervención de oftalmología en algunas zonas de Uganda. De la mano de Stop Ceguera, un equipo de oftalmólogos y sanitarios han aterrizado en las comunidades rurales de Lugazi (Uganda), así como en la comunidad de Kitega y sus alrededores para llevar a cabo esta campaña que tiene por objetivo mejorar la salud oftalmológica y luchar contra la ceguera en varios países de África.

“La esperanza de vida de una persona ciega en África es mínima”, señala Iris Gabaldón, directora ejecutiva de Stop Ceguera, a El Digital de Albacete. Y para intentar aportar su granito de arena e intentar paliar en la medida de lo posible esta situación, un equipo de sanitarios se ha desplazado durante varias semanas a Uganda, atendiendo “alrededor de unas 800 consultas”, tal y como explica Iris Gabaldón.

En total, se han entregado “cerca de 300 gafas y se han llevado a cabo 90 operaciones quirúrgicas”, explica directora ejecutiva de Stop Ceguera, que indica que trabajamos allí con una ONG local con proyectos comunitarios, y concretamente esta organización lo hace por el desarrollo de las comunidades empobrecidas de la zona, ubicadas en la zona de Kitega”. De hecho, en estas comunidades las personas se dedican generalmente “a la agricultura y la ganadería para subsistir, y lo hacen con muchas dificultades para acceder a cualquier servicio básico. Por ejemplo, hay comunidades que tienen que andar 2 días para llegar al hospital, y eso limita muchísimo”, explica.

Stop Ceguera / Foto: Cedida Stop Ceguera

Sanitarios de Albacete viajan a Uganda para mejorar la salud ocular de sus habitantes

La campaña quirúrgica se ha realizado con el apoyo y las instalaciones del Hospital de Kawolo”, indica Iris Gabaldón, y manifiesta que “era la primera vez que estábamos en Uganda y ha sido una experiencia piloto también para ver la realidad del país en lo relacionado a la situación sanitaria”. Y es que la finalidad de Stop Ceguera va más allá de realizar consultas y proporcionar los tratamientos adecuados a la población, sino que intentan “hacer campañas de sensibilización y que ellos también aprendan a detectar problemas, y tratamos de formar a los sanitarios para que puedan hacerlo ellos”. La realidad sanitaria de Uganda pasa por la precariedad, y “la visión de la ONG es tratar de que cada vez necesiten menos presencia internacional y que puedan actuar de forma autónoma sin un equipo de voluntarios”, subraya, y para ello, es necesario “la sensibilización y la formación del personal”. Por este motivo, “también vamos haciendo formación tanto presencial como online al personal sanitario de Uganda”, sostiene.

Stop Ceguera / Foto: Cedida Stop Ceguera

“De nada sirve desplegar un equipo de cirujanos impresionante si la gente que va a pasar por consulta no sabe cómo cuidarse y el problema persiste”, asegura, y señala, que más allá del tratamiento “la prevención es clave”.

Stop Ceguera / Foto: Cedida Stop Ceguera

Además de la situación precaria y escasa de recursos con la que se han encontrado en el país, existe un factor que ha llamado la atención del equipo. “La desconfianza en la población ugandesa en el tema de la salud es brutal. La gente rechaza por miedo a la cirugía, por mitos y creencias”, recuerda la directora ejecutiva, que manifiesta que “nos han llegado a decir que se han quedado ciegos porque les han echado mal de ojo”. Una desconfianza inusual, ya que “nos ha sorprendido muchísimo, en otros países se montan filas fueras y en esta campaña nos hemos encontrado con el miedo y la desinformación”, explica. Una situación que ha llevado a que “alrededor del 30% de las operaciones se hayan cancelado”, apunta. Un dato importante, que “no habíamos visto antes en ningún país, asegura Gabaldón.

Stop Ceguera / Foto: Cedida Stop Ceguera

En cuanto al proceso de la campaña, en un primer momento se desplazó un equipo “para pasar consulta y detectar las necesidades de la población, y más adelante, un segundo equipo donde se desplegó el quirófano y se empezaron con las intervenciones”, explica, y añade que “al mismo tiempo se ha dado formación al personal sanitario y a la población con la idea de que puedan identificar problemas y conocer ciertos hábitos de higiene para la prevención”. Además, de esta formación “también se ha formado a un grupo de la comunidad para que puedan ir transmitiendo esta información al resto”, manifiesta.

Stop Ceguera / Foto: Cedida Stop Ceguera

“Cada voluntario tiene sus razones”

Estos voluntarios se desplazan a miles de kilómetros de Albacete para ayudar en la medida de lo posible y ofrecer herramientas para que cada vez los países que visitan sean más autónomos en lo que respecta a la salud ocular. En cuanto a las razones por las que cada uno de estos albaceteños paraliza su vida para volar a otro continente, Iris Gabaldón asegura que “cada uno lo hace por una razón distinta, pero con las mismas ganas y la misma empatía”, y explica que “si tenemos la posibilidad, ¿por qué no vamos a hacerlo en otro sitio?”.

Stop Ceguera / Foto: Cedida Stop Ceguera

En su caso propio, Iris Gabaldón explica que se trata de su trabajo, y manifiesta que “realmente no sé vivir sin dejar una huella en la gente, y creo que el propósito que tengo en este mundo es facilitar la vida a las personas en la medida de lo posible”. “Llevo en contacto con el mundo de la cooperación muchos años, y hace 15 tuve una experiencia que me marcó profundamente”, indica, y recuerda que “cada verano venía a mi casa un niño saharaui ciego, que no tenía cura. Fue una experiencia increíble, pero con 12 años falleció por un accidente a causa de ser ciego en un país donde la esperanza de vida para una persona ciega es mínima”. “Era un accidente previsible, pero por su circunstancia falleció”, sostiene. Paralelamente, la directora ejecutiva estudió y se formó, y “por casualidades de la vida he terminado en Stop Ceguera”.

Stop Ceguera / Foto: Cedida Stop Ceguera

“El mayor impacto que tiene el tema de la ceguera no es solo devolverle la vista a una persona que no ve, es que también esa persona en estos países tiene un lazarillo, que generalmente es un niño que suele ser el más pequeño de la casa, que no está escolarizado, así que le devuelves la vida a dos personas”, explica, y manifiesta que “a las familias les cambia la vida, porque muchas veces la persona que se queda ciega es la que trae el dinero a casa, y enfrentar el riesgo de que una persona muera quizá demasiado pronto supone también que a muchas familias les cueste muchísimo reconducir su vida”. Además, señala que “en muchas ocasiones, salir a la calle en un país caótico es un riesgo muy alto para una persona ciega y muchas veces viven encerradas en casa”.

Stop Ceguera / Foto: Cedida Stop Ceguera

Cada voluntario con sus razones, lo cierto es que por unas semanas dejan de lado su vida para viajar a la otra parte del mundo para tratar de formar y atender a personas que tienen un acceso complicado a la sanidad. Además de Uganda, donde Stop Ceguera ha llevado a cabo esta última campaña, también cuentan con proyectos en Etiopía, donde cuentan con una clínica oftalmológica en Meki, y en Guinea cuentan con una unidad quirúrgica móvil en Coyah.

Se puede colaborar con Stop Ceguera a través de su mercadillo navideño en Albacete y también a través del siguiente enlace, cuyos fondos se destinarán a adquirir nuevo material para facilitar las cirugías.

Noelia López

Natural de Albacete, Graduada en Periodismo por la Universidad Miguel Hernández. Experiencia en medios de comunicación como VIsión6, Es Radio y Telemadrid
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