Este miércoles, 6 de noviembre, se cumplen 8 días de la catástrofe en Letur (Albacete) que asoló la localidad en forma de riada. Tras más de una semana de búsqueda en Letur, se han encontrado a las 6 personas que desaparecieron durante la riada.
Llegados a este punto, y al pertenecer los cursos fluviales de esta localidad a la Confederación Hidrográfica del Segura, dependiente del Gobierno de España, cabe preguntarse si esta entidad tiene algo que ver con lo ocurrido, y si esta situación se podría haber evitado de alguna forma.
“Al tratarse de un arroyo no tenía un punto de pluviómetro del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) asociado”, explicaba el comisario de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), Francisco Javier García, al mismo tiempo que aseguraba que el desbordamiento del arroyo de Letur fue debido a una precipitación “muy, muy, muy importante”. Cabe destacar, que esta fuerte lluvia no se registró en esta localidad albaceteña, sino en la cabecera de la cuenca del arroyo de Letur, donde se acumularon hasta 200 litros por metro cuadrado.
“No llegó ningún tipo de aviso”
Por otra parte, el comisario de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Segura explicaba que “no tener un punto de pluviómetro del Sistema Automático de Información Hidrológica”, unido al hecho de que se trata de un arroyo, cuyo tiempo de concentración es “muy reducido”, provocó que no se pudiera alertar con suficiente antelación a la población. De esta manera, los SAIH “ayudan a prever y controlar avenidas en coordinación con los organismos de Protección Civil de las diferentes Comunidades Autónomas y del Estado”, subrayaba.
Sin embargo, como indicaba el consejero de Hacienda, Administraciones Públicas y Transformación Digital de Castilla-La Mancha, Juan Alfonso Ruiz Molina, “la única información” que recibió la Junta ante la DANA vino de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), y “no llegó ningún tipo de aviso” de las Confederaciones Hidrográficas del Júcar y del Segura.
Ruiz Molina explicó que la Junta no recibió avisos “ni buenos ni malos”, y que “habrá que plantarse cuál es el problema y hablar con la Confederación Hidrográfica para ver si mantenían completamente limpio el cauce del arroyo”. De igual modo, trasladaba que “habrá que hablar, si es necesario, que haya más limpieza y plantearse también esa infraestructura hidráulica para que este tipo de situaciones no vuelvan a ocurrir”.
Por otro lado, Stefan Nolte, técnico de gestión del ciclo integral del agua, y afincado en la Sierra del Segura, explica que en la zona de Letur “hay pluviómetros que ha instalado un grupo de investigación universitario compuesto por aficionados a la meteorología, llamado Suremet”, y señala que “no existen pluviómetros de la red oficial en el arroyo de Letur y solo tenemos los de Suremet pero esos datos no llegan a ningún sitio por los canales oficiales ni a las personas de Protección Civil”. Por lo tanto, “si en esta zona llueve a mares, oficialmente la información no llega a ningún sitio”, por lo que “no se avisa a la población”, como indica el técnico.
La presa de la Risca
Desde la Confederación Hidrográfica del Segura trasladaban de igual manera en nota de prensa que “en el río Moratalla, la presa de la Risca, recibió este martes, 29 de octubre, sobre las 20:30 horas una aportación con caudales máximos superiores a los 100 metros cúbicos por segundo, lo que obligó, además de realizar los desembalses habituales, a llevar a cabo maniobras extraordinarias por el desagüe de fondo de la presa de 25 metros cúbicos por segundo”.
Así mismo, informaban de que “ante la posibilidad de que no pudiera ser laminada la totalidad de la avenida por la presa, se tuvo que declarar el escenario 1 del plan de emergencia de la presa por la superación de umbrales de avenida. En ese instante, se procedió a realizar las comunicaciones establecidas en el plan de emergencia con los organismos de protección civil”, y añadían que “afortunadamente no se dio ese escenario porque la presa, gracias a su adecuado diseño, pudo laminar completamente la avenida entorno a las 04:00 horas de la mañana del día 30 de octubre”.
“El desembalse fue una acción controlada y que en ningún caso presentó afecciones a los intereses socioeconómicos de las zonas colindantes dentro, principalmente, del municipio de Moratalla”, explicaban en nota de prensa desde la Confederación Hidrográfica del Segura, y aseguraban que “el aviso cursado a las administraciones implicadas activó las acciones recogidas dentro del Plan Especial de Protección Civil ante inundaciones de la Región de Murcia”.
De igual modo, trasladaban que “el embalse de La Risca es una infraestructura de laminación destinada a retener las súbitas crecidas que, en episodios de lluvias torrenciales, pudieran darse en la zona. La presa y embalse de La Risca, con sus actuales características entraron en funcionamiento en el año 2002. En este episodio de lluvias, la infraestructura rozó una capacidad de 1,3 hectómetros cúbicos, y siendo su máximo volumen de 2,5 para verter por el aliviadero. El volumen máximo del embalse de la Risca es de 3,17 hectómetros cúbicos”, concretaban desde la Confederación Hidrográfica del Segura.