Aída, albaceteña afincada en Catarroja: “El agua se quedó a dos escalones de mi casa y vivo en un segundo piso”

El testimonio de esta albaceteña desde una de las localidades más afectadas por la DANA en Valencia

Valencia continúa inmersa en una situación completamente devastadora tras el paso de la DANA que asoló varios municipios el pasado martes, 29 de octubre. En la que se ha decretado como una de las localidades de la zona 0 se encontraba Aída López, una albaceteña afincada en Catarroja (Valencia), que vivió las horas más angustiosas del temporal, y también las consecuencias del desastre.

Aída López, natural de Albacete, actualmente reside en Catarroja y ha vivido en primera persona las consecuencias de la DANA, que ha asolado esta localidad. Unas horas realmente angustiosas, como recuerda Aída, que manifiesta que “vivo en un segundo piso, el agua se quedó a dos escalones de mi casa, y en la calle llegaba a la altura del balcón. La cantidad de agua era tal que tapaba las señales de tráfico”.

Esta joven de Albacete recuerda que “estábamos en otra localidad cercana, donde vive la familia de mi novio, y el martes por la mañana regresamos a Catarroja”. Un recorrido que “normalmente hacemos en 50 minutos, se convirtió en varias horas porque se había desbordado un barranco”. Aída López explica que ese día “hicimos vida normal, aunque llovía un poco. Fui a cambiarme para ir al gimnasio y oí sirenas, pero no presté atención”, y añade que “sobre las 19:40 horas me llamó mi madre para decirme que no fuésemos al gimnasio, que había alerta roja, pero lo cierto es que no llovía mucho”. “De repente, oí muchas sirenas y salí a la ventana. Ahí fue cuando vi que venía el agua y le grité a mi novio que venía mucha agua, y no nos podíamos ir”, recuerda.

Primeros momentos de las inundaciones Catarroja (Valencia) / Foto: Cedida

El agua quedó a dos escalones de la casa de esta albaceteña en Catarroja

Algo que en principio era poca cantidad, se convirtió rápidamente en un importante caudal en las calles de Catarroja, de tal manera que “a los 5 minutos alcanzaba la rodilla. Pensamos en ir a por el coche que estaba en la calle. Veíamos a la gente correr por la calle porque el agua se los iba a llevar”, indica, y manifiesta que “en lo que tardamos en ponernos las zapatillas, en la calle había un metro de agua y no podíamos salir”.

Al principio “no le dimos mucha importancia, pensamos que más de 1 metro de altura no iba a subir, pero al poco tiempo, alcanzó los 2.80 metros”, explica, y señala que “el agua llegó a tapar las señales de tráfico verticales”. “Llenó la parte de abajo del edificio de agua y alcanzó la vivienda del primer piso, siguió subiendo y el agua se quedó a dos escalones de nuestra casa”, recuerda todavía conmocionada la joven de Albacete, y añade que “la vecina de abajo durmió en nuestra casa con un perrito y su hija, y también dos vecinos del primero, de 14 y 20 años, que no supieron nada de sus padres hasta el día siguiente. Su padre llegó prácticamente nadando a casa”.

Catarroja (Valencia) / Foto: Cedida

“Era como ir directos al apocalipsis”

Una noche “horrorosa”, como la califica Aída, donde “el agua no paraba de subir. Se quedó a ras de nuestro balcón por la calle”, señala. Tras las primeras horas, “estuvimos buscando mi coche que se lo llevó el agua y aún no sé donde está”. “Ante la desesperación volvimos a casa angustiados corriendo porque la gente decía que venía más agua. La gente de mi edificio se fue y nos quedamos solos. Finalmente, nos llamó mi cuñada, cogimos lo más importante y echamos a andar hasta que nos recogió casi en Valencia”, explica la joven a El Digital de Albacete. “Nuestra duda era si venía más agua, porque era como ir directos al apocalipsis y no sabíamos qué hacer. Todo estaba lleno de cosas que la gente estaba tirando”, explica, y manifiesta que “no teníamos Internet para comunicarnos ni consultar el tiempo”. 

Catarroja (Valencia) / Foto: Cedida

Además, la situación se volvió peligrosa más allá de lo relacionado con el agua. “Empezaron a robar en todos los sitios, la gente se volvió completamente loca”, recuerda Aída López. Sobre la inseguridad que viven los vecinos de Catarroja, la joven explica que “la gente se está aprovechando de la situación, incluso están subiendo los alquileres. Está todo reventado, es una lástima increíble”.

Catarroja (Valencia) / Foto: Cedida

“Hay mucha inseguridad, la gente se ha vuelto loca”

Las horas tras la catástrofe fueron clave en Catarroja. “Cortaron carreteras, estaba totalmente abandonado”, recuerda, y explica que “no tardaron en empezar a llegarnos vídeos de gente ocupando casas, reventando comercios con bates de beisbol y robando”. Todo ello, “con el agua contaminada y con la luz que iba y venía porque los contadores estaban mojados”, indica. Días después “bajamos a buscar nuestro coche, pero no lo encontramos”, recuerda, e indica que “todo el pueblo está lleno de barro”.

Catarroja (Valencia) / Foto: Cedida

Por ahora, “hemos comprado cosas para llevar al pueblo. Hasta ayer no teníamos botas de agua porque estaban agotadas”, explica la afectada. Más allá de los daños materiales, el agua también ha arrasado con otras cosas en Catarroja. “Llevábamos poco viviendo aquí, nos mudamos con toda la ilusión y hicimos un desembolso en el piso. Ahora está todo reventado, es una lástima increíble. Solo se puede esperar que la situación mejore y poder volver”, indica, aunque asegura que “hay mucha inseguridad, la gente se ha vuelto loca y es peligroso”. “Ha sido angustioso y la situación es terrible, además, entre unos y otros se pasan la pelota y estamos abandonados”, traslada a El Digital de Albacete.

Catarroja está lleno de historias como la de esta albaceteña, que ha visto al pueblo que la había acogido como una más, totalmente destruido. Una situación devastadora, a la que hay que sumarle la inseguridad con la que conviven estos días los vecinos del municipio, mientras tratan de rescatar sus hogares.

Noelia López

Natural de Albacete, Graduada en Periodismo por la Universidad Miguel Hernández. Experiencia en medios de comunicación como VIsión6, Es Radio y Telemadrid
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