La Mancha es un auténtico mar de viñas. Un paisaje único al que imprime un carácter propio precisamente este tipo de cultivo, llegando a conformar una ruta para descubrir esta zona que discurre entre las provincias de Toledo, Albacete y Ciudad Real. Hablamos de una ruta que sabe al vino que se mima y cuida en estos puntos de Castilla-La Mancha: La Ruta del Vino de La Mancha. Así, esta es una de las cuatro Rutas del Vino que discurren por la provincia de Albacete (Ruta del Vino de La Mancha, Ruta del Vino de La Manchuela, Ruta del Vino de Almansa y Ruta del Vino de Jumilla).
En concreto, forman parte de esta particular ruta los municipios de El Toboso (Toledo), Villarrobledo (Albacete), Socuéllamos, Alcázar de San Juan, Tomelloso, Campo de Criptana, Villarubia de los Ojos, Argamasilla de Alba, La Solana y Pedro Muñoz (Ciudad Real), junto con dos bodegas localizadas en la provincia de Cuenca. La Mancha, con sus interminables hectáreas de viñedo que pueblan sus campos, conforma la zona vitivinícola más extensa del mundo.
Puedes sumergirte en este mar de viñedos de la mano de la Ruta del Vino de La Mancha, existiendo planes diseñados para cada tipo de viajero. Actividades para realizar en familia, como paseos en bici o 4×4 en bodegas, o vinculadas con la naturaleza, como visitas a espacios naturales protegidos, forman parte de esta especial ruta en la que también se combinan aspectos culturales o planes pensados para los más sibaritas, como cuidadas catas y experiencias gastronómicas.
Imprescindibles en esta ruta por la provincia de Albacete
Descubrir el Centro de Interpretación de la Alfarería Tinajera de Villarrobledo; posar la mirada en el horizonte infinito desde el mirador manchego natural que supone la localidad de Villarrubia de los Ojos y las incomparables vistas desde el mirador del Museo de la Torre del Vino de Socuéllamos forman parte de los planes imprescindibles de la Ruta del Vino de La Mancha. Pero además, el viajero no puede dejar de vivir la Semana de La Zarzuela de La Solana, Los Mayos Manchegos de Pedro Muñoz o los Carnavales de Alcázar de San Juan que se celebran en el mes de diciembre y cuentan con la declaración de Interés Turístico Nacional.
Miguel de Cervantes y su obra más internacional, ‘Don Quijote de La Mancha’, están especialmente presentes en esta ruta. Así, además de disfrutar de experiencias enológicas únicas, el turista también podrá descubrir las cervantinas Casa de Medrano en Argamasilla de Alba y la Casa de Dulcinea del Toboso. Pero, sin duda, una estampa que inmortalizar en este recorrido regado por los vinos de la Denominación de Origen (DO) La Mancha, es la visita a los icónicos molinos de viento de Campo de Criptana y Alcázar de San Juan.
Experiencias en la Ruta del Vino de La Mancha
Pero la Ruta del Vino de La Mancha también está repleta de experiencias para disfrutar de momentos irrepetibles. Junto a la visita a bodegas y viñedos, el viajero puede saborear una comida campera en estos espacios, realizar una ruta de tapas con la esencia del Quijote, o conocer muy de cerca el funcionamiento de los molinos de viento mientras se degusta un sabroso aperitivo. Vivencias que puedes completar con la visita a una quesería manchega o disfrutar de un idílico atardecer entre viñedos mientras contemplas la puesta de sol con una copa de vino en la mano junto a amigos o familiares.
Pero sin duda, la experiencia que no puedes dejar pasar en la Ruta del Vino de La Mancha es disfrutar in situ del vino con sus variedades autóctonas, airén y tempranillo, o importadas como chardonnay y cabernet sauvignon, mientras visitas sus bodegas y te deleitas de una cata comentada.
Vino con personalidad propia en la provincia de Albacete
Los viñedos de La Mancha están asentados sobre una extensa llanura que cuenta con unas características únicas, como la altitud que ronda los 600-900 metros sobre el nivel del mar, que permiten que la maduración de las uvas sea uniforme. Además, el clima seco y las temperaturas que se registran en esta zona imprimen un carácter especial a los viñedos de La Mancha.
Al estar asentadas sobre un área caliza, las viñas producen uvas con particularidades únicas que se reflejan en la calidad y sabor propio de los vinos de esta región. Es por este motivo por el que La Mancha posee rasgos adecuados para el cultivo de la viña, a través del clima se consigue una armoniosa maduración de los frutos. Esto, a su vez, asegura una producción de vinos uniforme y salubre.
La producción de vinos de La Mancha se caracteriza por ser un procedimiento natural, ecológico y sostenible en el tiempo. Las bodegas manchegas procuran respetar el medio ambiente sobre el que operan y que les brinda las uvas que le permiten producir los mejores vinos de la región. Las bodegas de la Ruta del Vino de La Mancha están enfocadas en producir vinos con aromas y sabores vibrantes, característicos de la región. Además, en muchas de estas bodegas se producen vinos ecológicos.
Vinos tintos, blancos, rosados y espumosos con una personalidad propia esperan al viajero para brindar en la Ruta del Vino de La Mancha.