El Colegio de Nuestra Señora de la Asunción de Letur se transformaba por completo tras la riada que asolaba el pasado martes esta la localidad de la provincia de Albacete. El alumnado y el profesorado que veía atónito desde las ventanas de las aulas la crecida del arroyo ha dejado paso a la solidaridad de vecinos que se han volcado con esta tragedia.
El centro educativo abría sus puertas y transformaba sus diferentes estancias en espacios para dar respuesta inmediata a esta situación de emergencia. En una de las clases se instalaba el Puesto de Mando Avanzado desde el que se está coordinando todo el dispositivo de localización y rescate de las personas desaparecidas tras la riada. Una zona en la que el trabajo es frenético y en la que no paran de entrar y salir diferentes efectivos de los cuerpos desplegados para trabajar en estas labores en Letur.
Pero además, se convertía en la primera noche en el lugar en el que pudieron alojarse cerca de 40 vecinos de Letur afectados por la riada, algunos de los cuáles lo han perdido prácticamente todo. En la pasada noche este albergue provisional ha sido la sede de los efectivos del Grupo de Operaciones Especiales del Ejército de Tierra que se han movilizado desde la provincia de Alicante para trabajar en esta emergencia.
“ESTAREMOS AQUÍ HASTA QUE SEA NECESARIO”
El centro neurálgico y el corazón del Colegio de Nuestra Señora de la Asunción es su salón de actos, ahora reconvertido en una especie de comedor en el que trabajan sin descanso decenas de voluntarios ofreciendo comida y bebida a todo el contingente desplegado, pero también a vecinos y a quienes lo necesitan. Una de las personas que bombea este inmenso corazón que late en Letur es Julia Burguillos, presidenta de Cáritas y vecina de la localidad, quien lleva prácticamente cerca de 24 horas trabajando de forma voluntaria.
“Estaremos aquí el tiempo que sea necesario”, manifestaba esta vecina de Letur. De este modo, explicaba que desde primera hora de este jueves “ya hemos dado de desayunar a 300 personas”, que han pasado por este punto. Un amplio grupo de vecinas y vecinos de Letur se está volcando en estas labores de forma totalmente altruista, preparando desayunos, comidas y cenas que ofrecen a todo el contingente desplegado en el municipio, poniendo amor y ganas en todas sus elaboraciones.
Detallaba Julia Burguillos que “nos traen los ingredientes, nosotros la preparamos en la cocina del colegio y la servimos”. Así, remarcaba que “todos estamos aquí de forma totalmente voluntaria”, y explicaba que permanecen operativas desde que comenzó la emergencia “entre 10 y 15 mujeres del pueblo”. Al respecto, recordaba que estas especiales cocineras “ayer preparan paella para comer”, aunque desconocía cuál será el plato que ofrezcan este jueves. Fruta, bebida, café y agua, están presentes en este improvisado comedor en el que trabajan sin descanso estas vecinas de Letur.
DRAMÁTICO TESTIMONIO EN LETUR (ALBACETE): “LAS ESPERANZAS SE NOS HAN IDO”
Julia vive en la parte más alta del pueblo y su casa no se ha visto afectada por la riada, pero desvelaba que a su madre, de 92 años, la tuvieron que rescatar el martes, ya que ella sí que reside en el casco histórico de Letur, especialmente afectado por la fuerza del agua. “Entre una riada y la otra el personal de rescate pudo ir a sacarla”, trasladaba y afortunadamente indicaba que “está bien”.
Asegura que “fue un susto muy grande”, y compartía que su madre le ha comentado que “se acuerda que hubo una riada hace muchos años”, pero confirma que “no se puede comparar con esto”, poniendo de relieve la magnitud de la catástrofe que asoló Letur. De este modo, confesaba Julia que “esto es inhumano”, haciendo hincapié en que “lo peor son las seis vidas de nuestras vecinos”. Al respecto, y con la mirada triste confesaba que “las esperanzas ya se nos han ido”.
LA FALLECIDA EN LETUR (ALBACETE) CUMPLIÓ 92 AÑOS EL DÍA DE LA RIADA
Sobre los vecinos que se encuentran sin localizar exponía Julia que “los conozco a todos”. Además, concretaba que “la primera víctima que encontraron ayer era íntima amiga de mi madre”, una vecina de 92 años cuyo cumpleaños fue el mismo martes, día en el que desapareció. “Ayer estuve con una de sus hijas que es compañera mía del colegio y que ha venido porque vive fuera”, señalaba Julia, adelantando que el entierro de esta vecina de Letur “es a las 10:00 horas y todas queremos acompañar a la familia en este momento”.
El mantenerse activa y preparando todas estas comidas asegura que le ayuda a desconectar un poco de toda la tragedia, asegurando que “lo piensas sobre todo cuando vuelves a casa”, confirmando que “anoche no podía cerrar los ojos, solamente veía las imágenes del agua”. Además, confesaba que no puede parar de recordar a los vecinos que no están y que los equipos de emergencia tratan de localizar sin descanso, “es una pena”. En este punto manifestaba que se trata de “una señora mayores, una pareja joven que tiene dos hijos y dos trabajadores municipales”.
El corazón de Julia y todos los vecinos de Letur no deja de latir, trabajando sin descanso y colaborando en lo que haga falta. Unas vecinas que ponen todo el amor en sus comidas, un amor y un cariño que es testimonio vivo de lo volcado que está el municipio albaceteño en esta tragedia.