Con motivo del Día Mundial de la Paella, hoy viernes, celebramos no solo uno de los platos más representativos de la gastronomía española, sino también el valor de la Dieta Mediterránea, reconocida a nivel mundial por sus beneficios para la salud. Este estilo de vida se basa en el equilibrio, la frescura de los ingredientes, y una tradición culinaria que ha perdurado durante siglos. ¿Sabías que en la provincia de Albacete también se cultiva arroz?. Así ocurre, y son varios los agricultores de la zona de Las Minas, en Hellín, los que se dedican a cultivar este preciado cereal.
Volviendo a lo que se refiere al Día Mundial de la Paella, este día coincide con la siega del arroz, el ingrediente esencial en la elaboración de este plato, el más internacional de nuestra gastronomía. La paella, con sus ingredientes frescos y naturales como el arroz, las verduras, el pescado y el marisco o la carne, es un símbolo de la Dieta Mediterránea. Esta dieta, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, no solo se limita a los alimentos, sino que también promueve la importancia de compartir las comidas en un ambiente social y relajado.
La pirámide alimentaria de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria refleja que la Dieta Mediterránea está caracterizada por el alto consumo de alimentos frescos y bajo consumo de grasas animales e incluye el consumo moderado de bebidas fermentadas, como la cerveza o el vino.
En este contexto, Jesús Román Martínez, presidente del Comité Científico de la Sociedad Española de Ciencias de la Alimentación (SEDCA) y de la Fundación Alimentación Saludable, destaca la importancia de este enfoque, «la Dieta Mediterránea no solo se caracteriza por los ingredientes que la componen, sino sobre todo por la manera en cómo se preparan y cocinan y por el placer de compartir. Cierto es que frecuentemente se suele acompañar de alguna bebida fermentada, por lo que hay que recordar la importancia de que, en ese caso, se haga un consumo moderado».
La paella, como parte de la Dieta Mediterránea, es mucho más que un simple plato. Se trata de una experiencia social que invita a compartir en familia o con amigos, una oportunidad para disfrutar de alimentos frescos y bebidas tradicionales.
A la hora de elegir las bebidas para acompañar la paella, es importante considerar la complejidad de sus sabores, que incluyen mariscos, carne, verduras y arroz. Según Sara Cucala, experta en maridajes, “la clave está en seleccionar bebidas que complementen y realcen los sabores de la paella sin sobrecargarla”.
El Día Mundial de la Paella es una oportunidad para resaltar el papel central de la comida y la bebida en la Dieta Mediterránea y las tradiciones españolas, siguiendo un estilo de vida saludable que cuida tanto de la salud física como el bienestar emocional.
La Junta trabaja para incluir el arroz que se cultiva en Hellín (Albacete) en la marca ‘Campo y Alma’
El Gobierno de Castilla-La Mancha está trabajando con los productores arroceros de Hellín “para que nuestro producto de calidad, el arroz con Denominación de Origen Protegida (DOP) Calasparra sea incluido en la marca ‘Campo y Alma’, y de esta manera, darlo a conocer como un producto de calidad diferenciada de nuestra región” y lograr “mayor valor añadido en las producciones”.
El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Julián Martinez Lizán, lo avanzaba así tiempo atrás en Las Minas, pedanía de Hellín, donde asistió a la siega del cultivo del arroz, junto al presidente del Consejo Regulador de la DO Arroz Calasparra, José Martínez.
El Ejecutivo autonómico está impulsando la inclusión de esta DO en la marca ‘Campo y Alma’ debido a la importancia que tiene la vega arrocera en la provincia de Albacete y en particular en Hellín. El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural subrayaba que el arroz de Calasparra, es uno de los tres únicos arroces que cuenta con denominación de origen de España, y, además, “me permito decir que tenemos el mejor arroz en cuanto a calidad de toda España”, ha aseverado.
En lo relativo a la importancia de este cultivo, de las tres localidades que abarca la DO, Moratalla y Calasparra en la provincia de Murcia, y Hellín en la de Albacete, es en esta última localidad donde se cultiva un tercio de toda la superficie de esta Denominación y en concreto en el coto arrocero de la pedanía de Las Minas, convirtiendo a Hellín en el único municipio de Castilla-La Mancha que tiene sus arroceras con calidad diferenciada.
Julián Martínez Lizán explicaba al respecto que el ámbito geográfico de la DO Calasparra cuenta con unas 1.200 hectáreas de las cuales en torno a la mitad están cultivadas en este año 2023, de las que casi 130 hectáreas se encuentran en la superficie de la vega arrocera de Hellín.
Esta vega presenta además una elevada importancia para la conservación de la diversidad biológica y forma parte de la Red Natura 2000. En cuanto a su producción, está cerca de los tres millones de kilos de arroz de media anual. Por todo ello, el consejero reiteraba la apuesta por un cultivo tradicional que, sin embargo, “tiene un futuro importante” dado que es un alimento indispensable en cualquier dieta en cualquier parte del mundo “y más con la calidad que tenemos”.
Por las características de su cultivo en la zona se puede considerar un “arroz de montaña”, ya que todas las parcelas del coto arrocero están entre 350 y 500 metros sobre el nivel del mar a diferencia de otras zonas arroceras de España que se encuentran en las desembocaduras de los ríos y en zonas muy cercanas al mar.
El arroz de Calasparra no se cultiva en aguas estancadas, sino que la sabiduría ancestral extrae las aguas del río para ir inundando las cajas o bancales, que se hallan a distintos niveles y comunicadas, de manera que se da una corriente renovadora, manteniendo el nivel preciso en cada momento y devolviendo al rio el agua sobrante, que es la mayoría de la que se dispone, por lo que se dice que el Arroz de Calasparra utiliza el agua, no la consume.
Desde el punto de vista económico, Juliá Martínez Lizán subrayó que el arroz de Calasparra es un motor económico para la zona ya que hay muchas familias que se dedican casi en exclusiva al cultivo de este cereal.
Por último, el consejero destacaba el aspecto cualitativo ya que el arroz de Calasparra, “es uno de los tres únicos arroces que cuenta con denominación de origen de España, lo que pone de manifestó su calidad”.
A todo ello, hay que unir la larga tradición social y cultural que tiene este cultivo en Castilla-La Mancha, en concreto en las Vegas de los ríos Mundo y Segura en el municipio de Hellín, donde se tiene constancia de que el arroz estaba ya extendido en la vega del Segura en el siglo XVIII.