Albacete despedía este miércoles, 21 de agosto, a una de las figuras más insignes del mundo del toro. La Sala de Duelos del Cementerio Municipal acogía a las numerosas personas que se acercaban para despedir a Juan Cantos, ‘Pimpi de Albacete’.
El que fuera picador durante más de 25 años formando parte de la cuadrilla de Dámaso González fallecía a primeras horas de ayer martes, 20 de agosto. ‘El Pimpi’ ha sido una de esas figuras que ha hecho historia en el mundo del toro en toda España, llevando siempre por bandera el nombre de Albacete, y ahora, aficionados, toreros y empresarios, lloran su pérdida.
Conocido como el ‘Pimpi de Albacete’, Juan Cantos fue un magnífico picador y compartió muchas tardes junto al diestro Dámaso González y otro importante número de toreros albaceteños. Así, cabe destacar que formó parte de la cuadrilla del ‘Rey del Temple’ durante más de dos décadas. Tras poner fin a su trayectoria profesional como picador, ‘El Pimpi’ no se desvinculó nunca del universo taurino, ya que continuó recorriendo las plazas de toros españolas con los caballos de su cuadra de picar. Un negocio familiar que impulsó junto a alguno de sus hijos y su nieto Óscar, pasando a ser empresario del sector y habiendo picado sus equinos en las mejores plazas de España.
Toreros, empresarios y aficionados han querido rendir su especial homenaje a ‘El Pimpi’ y muchos de ellos han querido asistir a su entierro para poner en valor su trayectoria profesional, pero sobre todo, su gran calidez humana. Y es que, si hay algo en lo que todos coinciden es que Juan Cantos era una extraordinaria persona, que brilló dentro y fuera de las plazas de toros por su humildad, cercanía y por tener siempre una mano tendida para quien lo necesitase.
La Puerta Grande de la Plaza de Toros de Albacete se abría para recibir el féretro de este querido albaceteño. Así, portado a hombros por familiares, amigos y personas vinculadas al mundo del toro, los restos mortales de ‘El Pimpi’ se recorrían los pasillos que tantas veces visitó y se detenían en la placa que lo homenajea. También ha visitado por última vez las cuadras de la Plaza de Toros de Albacete, donde tantas y tantas horas pasó junto a sus equinos; como por ejemplo con su amado ‘Rambo’. Otro de los momentos más emocionantes se ha vivido frente a la estatua que recuerda al también fallecido torero albaceteño Dámaso González.
Ahora, por fin ha vuelto a reencontrase con su maestro, compañero y sobre todo amigo, Dámaso González. Y es que son muchos en los que coinciden en remarcar el fuerte vínculo que unía al ‘Rey del Temple’ y al ‘El Pimpi’, muestra de ello es que las lágrimas brotaban de los ojos del banderillero siempre que recordaba al diestro albaceteño.
/Fotos: Miguel Ángel Romero/
