El balneario La Pestosa, ubicado en Tobarra (Albacete) acaba de entrar en la Lista Roja Del Patrimonio de Hispania Nostra por abandono. Hispania Nostra es la Asociación para la investigación, protección y difusión del patrimonio cultural y natural de España.
Volviendo a este antiguo balneario de Albacete, la ausencia de citas en los textos así como en el diccionario de Madoz hace suponer que el balneario no fue construido hasta después de la segunda mitad del siglo XIX. Fuentes orales señalan el año 1905 cuando se abrió al público y su cierre hacia 1925 por problemas económicos.
Conocido popularmente como la Apestosa o Pestosa, sus aguas no eran termales, sino medicinales. Los baños eran indicados para combatir el reumatismo, la ciática y todas las enfermedades propias de la piel. Los visitantes acudían desde Almansa, Ontur, Hellín y en general de pueblos de la provincia de Albacete ya que era el de mayor capacidad de toda la comarca. El paraje era utilizado también ocasionalmente con motivo de fiestas y bailes de Tobarra, incluso llegó a albergar un casino. Tuvo una efímera reapertura en la Segunda República, quedando definitivamente clausurado en 1935.
A los pies de la sierra de Abenuj
El manantial de La Pestosa, está situado a los pies de la sierra de Abenuj, a unos 3 kilómetros al NO del núcleo urbano de Tobarra, y a 1 km. al norte del río Mundo. «Se trata de una balsa natural de paredes y fondo limoarcilloso, de 70 m. cuadrados. De la balsa parte, en dirección SO, una galería de unos 500 m. de longitud que conduce a un canal de cemento, a partir del cual se distribuye el agua».
El edificio principal del balneario cuenta con planta en forma de U y albergaba en la parte baja las dependencias del médico y el recibidor, así como el casino y el comedor y doce salas de baño. En la planta primera había hasta veinticuatro habitaciones de hospedaje. Cuenta con otro edificio auxiliar con quince habitaciones más, probablemente construido en respuesta a una gran demanda, así como estancias destinadas a los animales de carga y el transporte.
Un eucalipto centenario
Hoy, muy degradado, se emplea en parte para guardar heno. Presenta un ejemplar de eucalipto, que goza de buena salud, y que a juzgar por el grosor de su tronco es centenario.
Para finalizar, desde Hispania Nostra argumentan que «el edificio debe ser preservado por su carácter histórico y el eucalipto por su edad y envergadura».