Albacete tuvo representación en la VI Vertical Montserrat en Cataluña, hasta donde se desplazó el atleta Pascual Martínez, que fruto de su esfuerzo y de su espíritu de superación, consiguió obtener la quinta posición en la categoría Open Masculina en la que es una de las carreras verticales más exigentes de España. La Vertical de Montserrat cuenta con más de 2.000 peldaños y alrededor de un kilómetro en vertical, al que los atletas acceden subiendo peldaño a peldaño hasta la meta.
La carrera transcurre por la escalera de servicio que une la estación inferior del funicular de la Santa Cova y la estación superior del funicular de San Joan. Más de 200 deportistas se dieron cita el pasado sábado, 25 de mayo, en la sierra catalana para enfrentarse a sus 2.180 peldaños hasta llegar a la meta. Eso sí, un gran esfuerzo de carácter solidario, ya que en esta edición los fondos de la carrera iban destinados a proyectos relacionados con la Obra Social de Sant Joan de Déu. La Vertical de Monstserrat tiene como objetivo fundamental financiar estas líneas de investigación dedicadas a enfermedades infantiles y otros programas de atención en la infancia.

Un albaceteño no solo consiguió subir los más de 2.000 peldaños hasta la estación superior del funicular de San Joan, sino que además lo hizo en quinta posición. Todo un reto que se propuso el atleta de Albacete, Pascual Martínez, en la que fue su primera experiencia en esta carrera vertical, que es “una de las más exigentes de España”, como indica el deportista a El Digital de Albacete.
Un “infierno agradable”
Pascual Martínez define la carrera como “un infierno agradable”. Una subida que cuenta con “alrededor de 400 metros de desnivel y un recorrido total de casi un kilómetro en vertical”, manifiesta, y añade que “cuando llegué y vi la altura no me lo podía creer”. Un reto para las piernas del deportista que recuerda la carrera como “una bestialidad. Sobre todo la parte del final es brutal, está muy empinada”.

El atleta de Albacete explica que “empecé a subir los peldaños de tres en tres, pero tuve que bajar y fui de dos en dos”, y manifiesta que “acabé agarrándome las piernas con las manos para hacer fuerza. Hay barandilla pero no tiene sentido, vas exhausto”. Durante la subida, el deportista detalla que “no quería mirar la meta, no se veía nada, solo el infinito”. Eso sí, la recompensa llega al final de este duro recorrido, ya que “desde arriba es bestial. Se ve toda la montaña de Montserrat y la bahía, merece la pena”, como apunta a El Digital de Albacete.

“Para mí el ascensor no existe, siempre subo andando sea el piso que sea”
Pascual Martínez cuenta con experiencia en este tipo de carreras verticales, y manifiesta que “había hecho la Vertical del Hotel Bali de Benidorm, que son muchas escaleras también, pero nunca este tipo de pruebas tan fuertes”. Una carrera para la que el de Albacete se ha preparado y desvela su secreto: “Para mí el ascensor no existe, siempre subo andando sea el piso que sea”, y confiesa que además “siempre subo las escaleras de dos en dos”. Un truco importante de cara a la preparación, ya que “no puedes ir peldaño a peldaño, así no acabas. Tienes que subir de dos en dos o de tres en tres para adelantar”, señala el atleta a El Digital de Albacete.

Con las piernas entumecidas, Pascual Martínez logró llegar a la meta en quinta posición en su peculiar “infierno dulce”, eso sí, el atleta explica que “nunca había experimentado este tipo de esfuerzo”.
Ahora, con la carrera finalizada, el deportista ya tiene la mirada puesta en sus próximos retos verticales, en los que hará gala de su espíritu de superación tocando el cielo de los diferentes escenarios a los que se enfrentará próximamente.