CALLES DE ALBACETE | ¿Quién fue Gabriel Lodares?

La plaza Gabriel Lodares y el pasaje de Lodares rinden homenaje a este albaceteño de adopción

Cada calle de Albacete tiene nombre y apellido. En muchas ocasiones, los letreros en los que está inscrito el nombre de estas vías guardan la historia de albaceteños y albaceteñas que fueron importantes en la ciudad y que aportaron su granito de arena en su ámbito para luchar por el desarrollo social, económico y cultural de Albacete. Plazas, calles y pasajes son testigos del paso del tiempo y de la evolución de Albacete, y también de la vida de aquellos albaceteños a quienes homenajean hoy en día.

Son muchas las personas que han hecho que Albacete sea la ciudad que es a día de hoy, y aunque no todos son albaceteños de nacimiento, sí lo son de corazón o de adopción, como es el caso de Gabriel Lodares, que nació en Cuenca, pero fue reconocido como Hijo Adoptivo de Albacete en agradecimiento por su gran aportación en la ciudad. En este caso, su nombre no está escrito en una sola vía, sino en dos, dando nombre así a uno de los lugares más destacados de la ciudad como es la Plaza Gabriel Lodares, y a la gran joya arquitectónica escondida de Albacete, el Pasaje de Lodares.

Plaza Gabriel Lodares / Foto: Miguel Ángel Romero

La plaza Gabriel Lodares, también conocida por los albaceteños como ‘La Farola del Parque’, es uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad, ya que une la Avenida de España con la calle Tesifonte Gallego y da paso a uno de los pulmones verdes de Albacete, como es el Parque Abelardo Sánchez. Se puede decir que la plaza Gabriel Lodares, que en su momento también fue denominada Plaza de Canalejas, debido a que por entonces el parque también llevaba este mismo nombre, es uno de los lugares históricos de Albacete, en el que conviven pasado y presente, que se refleja en los emblemáticos edificios que la rodean.

Plaza Gabriel Lodares / Imagen de archivo

Plaza y Pasaje

La Plaza de Gabriel Lodares es el epicentro de un punto importante de la ciudad, ya que a raíz de ella nacen la Avenida de España y las calles Octavio Cuartero y Tesifonte Gallego, que suponen algunas de las vías principales de la ciudad, que conectan esta parte de Albacete con el centro.

Antiguamente, esta plaza era denominada como la Plaza de Canalejas, en honor al Parque Abelardo Sánchez, que por aquel entonces también era conocido como el Parque de Canalejas. En 1938 el Ayuntamiento de Albacete decidió cambiar el nombre como homenaje a Gabriel Lodares, que ostentó el cargo de alcalde y fue uno de los impulsores de dos edificios especialmente simbólicos de Albacete como son el Gran Hotel, situado en la Plaza del Altozano, y el Pasaje de Lodares, situado entre las calles Tinte y Mayor. Dos joyas arquitectónicas con claro sello albaceteño, que han sido denominados como lugares únicos e icónicos en numerosas ocasiones.

Pasaje de Lodares en Albacete / Foto de archivo

Aunque hemos pronunciado el nombre de la plaza Gabriel Lodares en cientos de ocasiones, al igual que ocurre con el pasaje que también lleva el apellido de Lodares, incluso hemos presumido de él, muchos son los que desconocen quién fue este ilustre albaceteño de adopción. Pues bien, desde El Digital de Albacete nos adentramos en la Plaza Gabriel Lodares y en el Pasaje de Lodares para descubrir quién fue Gabriel Lodares Lossa.

Plaza Gabriel Lodares / Foto: Miguel Ángel Romero

Un hito en Albacete

Empresario agrario y político, Gabriel Lodares Lossa nació en Cuenca, concretamente en la localidad de Tébar, en 1863. Conquense de nacimiento pero albaceteño de adopción, Lodares Lossa fue una de las grandes fortunas albaceteñas del siglo XX. En su carrera política, destaca que ocupó el cargo en la Alcaldía del Ayuntamiento de Albacete hasta en dos ocasiones. La primera desde febrero de 1900 hasta noviembre de 1901 y la segunda de 1904 a 1906.  Mientras que en la primera ocasión se encargó de sanear las arcas municipales, en la segunda oportunidad cabe destacar que Gabriel Lodares llevó a cabo las obras de aguas potables, lo que supuso todo un hito en Albacete, que marcó un antes y un después en el desarrollo de la ciudad. Este acontecimiento lo llevó a presidir la Sociedad de Aguas Potables y a ser nombrado hijo adoptivo de Albacete en 1917. Como político, además de ser alcalde de Albacete en estas dos ocasiones, fue diputado en las Cortes en 1914 y senador del Reino cuatro años más tarde. 

Plaza Gabriel Lodares / Foto: Miguel Ángel Romero

El Gran Hotel y el Pasaje de Lodares, impulsados por este insigne albaceteño de adopción

En cuanto a su aportación a Albacete, además del abastecer de agua potable a la ciudad, también fue uno de los impulsores de urbanismo de la capital albaceteña, dejando obras que han marcado pasado y presente, como el Gran Hotel, situado en la Plaza del Altozano, que se ha convertido en uno de los símbolos de Albacete. Lo mismo ocurrió con el pasaje que lleva su nombre, el Pasaje de Lodares, entre las calles Mayor y Tinte, que supone toda una joya arquitectónica y que actualmente está catalogada como una de las calles más bonitas de España, gracias a las peculiaridades de esta galería comercial modernista, inspirada en corrientes italianas. Cabe destacar, que Lodares mandó a construir estas obras con la intención de dar trabajo en la ciudad y crear puestos de trabajo, en un momento en el que la capital albaceteña se encontraba inmersa en una crisis.

Gran Hotel / Imagen de archivo

Entre sus condecoraciones destacan la de Hijo Adoptivo de Albacete y la Gran Cruz de Isabel la Católica, concedida de la mano del rey Alfonso XII en la inauguración del Servicio de Aguas Potables en el año 1905. Tras su muerte en 1938, un año después el Ayuntamiento de Albacete decidió homenajear a quien algún día fue su alcalde otorgándole su nombre y apellido a una de las plazas emblemáticas de la ciudad.

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// Fotos: Miguel Ángel Romero //

Noelia López

Natural de Albacete, Graduada en Periodismo por la Universidad Miguel Hernández. Experiencia en medios de comunicación como VIsión6, Es Radio y Telemadrid
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