Dicen que lo que se empieza como un acto de reunión y se prosigue en el tiempo se trasforma en tradición, y eso es lo que la familia Córdoba hace cada año, pues acuden a Albacete desde todos los puntos de España, sobre todo de Valencia y el Levante, donde varios componentes de esta familia como hiciesen muchos albaceteños hace años migraron para formarse un futuro fuera de su querida tierra, para poder estar juntos. Y es que, siempre en estas cosas alguien lo piensa y pone en práctica, siendo en este caso Vicente Córdoba el artífice de esta tradición que ya va por la duodécima edición.
Doce años que esta familia se reúne y que sólo la pandemia paralizo durante tres años, tres años donde ha habido ausencias que se recuerdan en cada momento, pero que han hecho que este encuentro sea más fuerte cada edición.
Las ausencias a una cita como esta siempre son inevitables por motivos variopintos, pero son las ausencias de aquellos que ya no están y partieron de esta vida las que más cuesta sobrellevar en los días en los que la familia Córdoba se reúne con motivo de su encuentro anual.
Y es que, la familia se congrega para poder verse y contar las vivencias de cada uno de ellos, y lo hacen con una filosofía clara: la familia es parte fundamental de nuestras vidas y toca reflexionar en que los tiempos vertiginosos que vivimos pocos espacios nos dejan para estar en unión y armonía. Por eso, esta es una excusa perfecta para poder agrupar a las cuatro generaciones que ya forman esta familia.
Albacete siempre formará parte clave en sus vidas
Según destaca uno de los componentes de esta familia esta reunión es “un mirar atrás orgulloso aprendiendo de quienes se fueron, y otra contemplación al futuro, donde nuevos componentes se irán, pues es la vida la que nos dice adiós sin remedio. Pero vendrán nuevos miembros que seguirán el camino que la familia legará en ellos. El presente, el ahora, es nuestro momento, y esta reunión es el presente, vivámoslo y quedémonos con las sonrisas y las alegrías de hoy”.
La familia Córdoba siempre agradece la bienvenida que se les tiene en Albacete capital, y siente nostalgia de una patria chica que es y será siempre su hogar, pues aunque las raíces de esta familia no fueron completamente originarias de Albacete capital sí crecieron aquí, pues el ‘abuelo Juan’ y la ‘abuela Ángela’ (él, oriundo de la Manchuela y ella, de Murcia), formaron desde sus humildes comienzos una verdadera familia en Albacete capital, donde tiempos atrás más familiares se habían asentado.
Este año, por varios motivos la familia no ha podido juntarse con más miembros de lo acostumbrado, pero los que han faltado han hecho llegar su mensaje de que el año que viene aquí estarán. Y quienes de la familia sí viven en Albacete capital es han hecho llegar el mensaje de que el año que viene, esta ciudad y quienes aquí quedan, les seguirán esperando una vez más, con alegría y mucho cariño.
