Lydia Valentín ha dado la vuelta al mundo muchas veces, “con su corazón dibujado con las manos y su eterna sonrisa”, tal y como la presentaba Paloma del Río, el pasado miércoles, 3 de abril, bajo el cielo estrellado del Teatro Circo de Albacete. La halterófila española con más medallas olímpicas al cuello hacía parada por la capital albaceteña para acompañar a los deportistas en la Gala del Deporte Provincial de la Diputación de Albacete, en esta ocasión como madrina.
Una madrina que se ha convertido en un referente para los jóvenes deportistas, símbolo de fuerza, constancia y disciplina, lo que le ha valido a la deportista para llegar a lo más alto. Lydia Valentín se retiraba hace unos meses del que ha sido el deporte de su vida, la halterofilia, con tres medallas olímpicas y cuatro Juegos Olímpicos a las espaldas. Cuatro ciclos olímpicos al completo y toda una vida ligada al deporte luchando por conseguir sus objetivos han hecho que Lydia se retire consiguiéndolo todo, tal y como ella misma confiesa a El Digital de Albacete, aprovechando su parada en la capital albaceteña para acompañar y premiar a los deportistas de la provincia. “Vengo a disfrutar de la gala y a conocer a los deportistas albaceteños”, manifiesta la deportista Lydia Valentín a nuestro micrófono.

Pekín 2008, Londres 2012, Río 2016 y Tokyo 2020. Cuatro JJ.OO, tres medallas, una de cada metal, y un palmarés deportivo interminable y plagado de éxitos avalan la carrera de una de las deportistas españolas más laureadas. Una carrera que también se ha visto marcada por la injusticia, puesto que Lydia recibió dos de sus tres medallas años más tarde, ya que sus compañeras de competición dieron positivo por dopaje.
Lydia Valentín anunciaba su retirada en septiembre de 2023 y dejaba los gimnasios para cuidar su cadera, ya que llevaba arrastrando una lesión desde los últimos JJ.OO en Tokyo. “El cambio ha sido positivo, fue una decisión muy meditada”, afirma la halterófila, que explica que “a día de hoy, gracias a esa decisión, estoy en perfectas condiciones físicas y mi cadera está totalmente recuperada”. “También tomé la decisión porque sabía que había conseguido todo en mi deporte, cuando lo consigues todo también es más fácil tomar una decisión”, confiesa la deportista a El Digital de Albacete.

“Soy deportista y voy a ser deportista hasta el día que me muera”
Tras su retirada, Lydia confirma que sigue ligada al mundo del deporte. “Sigo practicando halterofilia y hago entrenamientos de fuerza”, manifiesta la deportista olímpica, y añade que “no a nivel de alto rendimiento, pero sigo muy vinculada”. Un amor por el deporte que va más allá y traspasa límites. “Lo seguiré haciendo hasta el final de mi vida”, asegura Lydia, que sentencia que “soy deportista y voy a ser deportista hasta el día que me muera”.

La carrera deportiva de Lydia Valentín ha estado marcada por innumerables éxitos y muchas alegrías que ha dado a la afición española. También es cierto, que la carrera de esta deportista, que ha marcado historia en la halterofilia española, ha estado marcado por la injusticia, con varias medallas que llegaban años más tarde.
“Ahora las medallas están donde tienen que estar”
La medalla de plata de Pekín 2008 llegaba casi diez años tarde, ya que tres de las cuatro rivales de Lydia daban positivo por dopaje. Lo mismo ocurría en Londres 2012, con un oro que llegaba años más tarde a casa de la deportista. El bronce de los JJ.OO de Río 2016 sí que llegó al cuello de Lydia Valentín en el momento que correspondía. “Ahora las medallas están donde tienen que estar. Me quedo con eso”, aclara la medallista olímpica, que añade que “al final las trampas se pagan”.

Con el paso del tiempo y con su particular sonrisa, Lydia ha sabido superar cada handicap que se le ha puesto por delante. A pesar de ello, la deportista confiesa que ha habido períodos en los que ha sentido frustración. “En muchos momentos ha habido esa sensación de que no estábamos en igualdad de condiciones”, recuerda la halterófila, que explica que no te puedes quedar en ese sentimiento, sino que “te estás dedicando al 100% a entrenar y competir, y no puedes perder tiempo en otra cosa que no sea eso”, tal y como manifiesta a El Digital de Albacete.
De Pekín 2008 a Tokyo 2020, cuatro ciclos olímpicos completos
Toda una vida entre pesas han dado millones de momentos a Lydia Valentín, que atesorará para siempre. “Cada Juegos han sido totalmente diferentes y especiales”, recuerda el corazón de la halterofilia española, que afirma que “lo que siempre me ha encantado ha sido la ceremonia de inauguración junto con la competición”. “La apertura es cuando personas se conectan desde todas las partes del mundo para ver el evento internacional deportivo más importante”, asegura la medallista olímpica, que recuerda la sensación de “entrar en el estadio y pasear, es algo increíble”.

Enfrentarse a unos Juegos Olímpicos no es una tarea fácil. Además de la preparación física, también hay que tener en cuenta la preparación mental. “Siempre que debutas vas con esa ilusión, llevas muchos años preparándote para estar ahí con los mejores”, recuerda la halterófila, que pone sobre la mesa su mejor consejo para los deportistas que harán su debut olímpico este próximo verano en la ciudad parisina. “Que disfruten del proceso al que han dedican tanto tiempo y esfuerzo”, manifiesta la deportista española, que destaca que “lo mejor es disfrutar de cada día y disfrutar de la competición”.
“La halterofilia me escogió a mi”
Lydia dio sus primeros pasos en el mundo de la halterofilia con once años. Desde entonces, su vida ha estado ligada a este deporte, del que no se ha separado, y parece que no lo hará, ya que ella misma asegura que “seré deportista hasta el día que me muera”. “Se dieron varias circunstancias y me enamoré de este deporte y hasta el día de hoy”, recuerda Lydia, que confirma que “la halterofilia me escogió a mí, no yo a ella”.

La halterofilia ha sido un deporte tradicionalmente masculino, pero los estereotipos y las barreras están para romperlos. “He sido la primera mujer española que ha ganado una medalla olímpica y un oro mundial en este deporte”, recuerda Lydia Valentín, que señala que “nunca he sentido ningún tipo de discriminación en este sentido”.
“El camino está abierto”
Los referentes en el mundo deportivo cumplen un papel fundamental. Grandes deportistas como Lydia Valentín, rompen barreras y allanan el camino para los atletas del futuro. «Siempre es más fácil que te muestren el camino que tener que abrirlo”, manifiesta la medallista olímpica, que es consciente de ella misma es “el claro ejemplo de que se puede. En la halterofilia española no se tenía claro que se podía llegar a ser campeona olímpica y campeona del mundo sin esa oscuridad”, tal y como Lydia manifiesta a El Digital de Albacete.

“El camino ya está abierto”, y las nuevas generaciones, especialmente las niñas halterófilas que se están adentrando en este mundo, son conscientes y “me lo agradecen. La gente lo valora mucho y las madres de estas deportistas también”, afirma Lydia.
Lydia Valentín visitaba a Albacete para acompañar a los deportistas albaceteños en un día muy especial, donde vieron reconocido su trabajo y su esfuerzo. Además, no pudieron contar con mejor madrina, símbolo de fuerza, constancia y trabajo duro. Una mujer que rompió barreras y récords, cuyo corazón dibujado con las manos y su sonrisa han dado la vuelta al mundo.