Identifican en Albacete los primeros casos de transmisión de una enfermedad cerebral en pacientes operados en Valencia

Diagnóstico del Servicio de Neurología de Albacete en tres pacientes

El Servicio de Neurología del Hospital General Universitario de Albacete ha diagnosticado varios casos de angiopatía amiloide por contagio con síntiomas de hemorragia cerebral. Se trata de una afección en la que las proteínas llamadas amiloides se acumulan en las arterias cerebrales, produciéndose hemorragias.

Concretamente, el equipo liderado por el neurólogo Tomás Segura, detectaba esta dolencia en tres pacientes en el Hospital de Albacete. Se trata de una afección que es común en personas de avanzada edad, sin embargo, los casos diagnosticados en Albacete afectaban a pacientes con cerca de 40 años.

Pacientes operados en el mismo hospital

Los tres pacientes pacientes pasaron por el quirófano cuando eran niños, a finales de los 70, para ser sometidos a una cirugía cerebral en el Hospital de La Fe (Valencia). Al finalizar la intervención fueron sometidos a otra operación en la que les realizaron un injerto de duramadre en el cerebro.

La duramadre es la capa exterior de tejido fuerte que cubre y protege el cerebro y la médula espinal que se encuentra cerca del cráneo. En el caso de los pacientes intervenidos, esta duramadre provenía de un cadáver.

Tomás Segura - Foto: Hospital de Albacete
Tomás Segura – Foto: Hospital de Albacete

Está técnica hace décadas que no se practica, pero consistía en cerrar la herida producida por la operación mediante tejidos de un cadáver. De modo que, si estos tejidos estaban contaminados con beta-amiloides, estas proteínas mal plegadas pueden contribuir a la propagación y acumulación de nuevas proteínas defectuosas. Ademas, con el transcurso de los años pueden dar lugar a distintas enfermedades como el Alzheimer o una angiopatía. 

Hospital de Albacete/ Foto de archivo

Importante diagnóstico en el Hospital de Albacete

“Es llamativo porque son tres casos seguidos en una ciudad de tamaño mediano”, exponía el doctor Segura a Elcierredigital, apuntando que anteriormente “se registraron otros tres casos, pero en ciudades y fechas diferentes, y es eso por lo que han pasado desapercibidos y no han tenido mucho impacto”. Además, especificaba el especialista que “aparte de que serán tres casos seguidos en el mismo hospital, el hecho me hace pensar en que existirían muchísimos más por ahí, casos en los que sus neurólogos no se han fijado en que tenían el antecedente de haber sido operados en la infancia y de que les hayan puesto una plastia”.

El neurólogo del Hospital de Albacete detallaba que la enfermedad “empieza a hacerse notar entre los 30 y 40 años, y que si estos trozos de duramadre se encontraban en malas condiciones, y además se utilizaron en los años 70 y 80, creo que a partir de ahora es cuando vamos a empezar a ver este tipo de cosas”. 

Tras darse a conocer este hallazgo médico, la noticia ha tenido una gran trascendencia y es que ha supuesto un cambio de enfoque a la hora de tratar este tipo de enfermedades. Al respecto, Tomás Segura apuntaba que “este hecho cambia el paradigma de las enfermedades neurodegenerativas”.

En el caso de que una proteína mal plegada en el cerebro entrase en contacto con una en correcto estado, supondría que ésta también se plegase mal. De este modo incidía Tomás Segura que “cuando una proteína está mal plegada, la célula no la puede eliminar bien, se acumula en las arterias cerebrales y acaba causando daños y produciendo hemorragias”.

Enfermedades tan comunes como el Alzheimer o la demencia con cuerpos de Lewy “posiblemente tienen la capacidad de contagiar célula a célula, y como en caso de estos tres pacientes, contagiar de cálela a célula de distintos individuos”. Por tanto, si se utiliza un material que contiene proteína amiloide mal plegada dentro del cerebro, con el paso de los años “va a haber una enorme extensión de proteína mal plegada en todo el cerebro de esa persona. No solamente en el tejido que se ha injertado sino que también ha contagiado la proteína que estaba bien del paciente”, confirmaba.

Aclaraba este prestigioso neurólogo que no se trata de una enfermedad contagiosa, mandando un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía. Y es que en la actualidad para realizar este tipo de intervenciones los especialistas utilizan material sintético que no procede de cadáveres.

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