Las Manolas, una tradición de Semana Santa que sigue viva gracias a las mujeres de Albacete

Julia, Mari Pili, Ascensión y Raquel acompañan cada Miércoles Santo a la imagen del Nazareno por las calles de Albacete vestidas de manolas

Las mujeres son un pilar fundamental en la Semana Santa de Albacete. Músicas, costaleras, cofrades, camareras y nazarenas hacen, junto a otras muchas, que esta cita tan importante pueda desarrollarse en nuestra ciudad. 

Pero si hay una figura especialmente representativa de la mujer en nuestra Semana Santa es la de las manolas. Completamente vestidas de negro en señal de luto y luciendo teja y mantilla española, numerosas mujeres acompañan durante las procesiones a diferentes imágenes por las calles de Albacete.

Tradición familiar, promesas y fe, se encuentran entre los motivos por los que las manolas procesionan junto a estas imágenes. Es habitual ver grandes agrupaciones de manolas, especialmente en las procesiones que tienen lugar Jueves y Viernes Santo, aunque también pueden suelen hacerlo acompañando a cofradías que procesionan con sus titulares el Miércoles Santo.

Entre las imágenes de la Semana Santa de Albacete que despiertan un mayor fervor y que cuentan con numerosos grupos de manolas se encuentran la Dolorosa, la Macarena, Nuestra Señora de Las Angustias, el Cristo de Medinaceli, o el Nazareno. Precisamente, algunas de las manolas que acompañan cada Miércoles Santo al Nazareno han querido compartir con El Digital de Albacete su experiencia. Ascensión, Raquel, Julia y Pili forman parte del amplio grupo de mujeres que no conciben la Semana Santa sin salir de manolas junto al Nazareno.

Imagen del Nazareno por las calles de Albacete / Foto de archivo

Ser manola en Albacete

“Ser manola es un sentimiento, es acompañar a Jesús en la muerte y por eso vamos de luto”, expresaba Ascensión Arroyo. De este modo, compartía que para ella procesionar vestida de manola “es un momento que ofreces por tus problemas y promesas, vas en la procesión pensando: ‘Señor, ayúdame’”.

Para la albaceteña Raquel Pozo ser manola es sinónimo de “recogimiento y acompañamiento”. De este modo, reconocía que “para mí no tiene explicación el sentimiento que tengo hacia la devoción del Nazareno”, asegurando que “acompañar al Nazareno cada Miércoles Santo para mí es lo máximo”.

Una emoción que también compartía Mari Pili Casas, quien confesaba que “ser manola es tener un sentimiento muy especial. No tengo palabras para explicarlo”. Emocionada, confesaba que  este momento de la Semana Santa “tienen mucha importancia y es mucho sentimiento para mi”. Por su parte, Julia Leal reconocía que la imagen de la manola “es una figura muy llamativa y que impone”, sin embargo manifestaba que acompañar al Nazareno junto al resto de sus compañeras “para mí es mucho sentimiento”.

Mari Pili Casas junto al Nazareno / Foto cedida

Un legado familiar y la pasión por la Semana Santa de Albacete

Cerca de dos décadas lleva acompañando Mari Pili Casas a esta venerada imagen por las calles de Albacete. Esta albaceteña forma parte de la Cofradía Nuestro Padre Jesús Nazareno y además de procesionar como manola cada Jueves Santo porta a la imagen de la Verónica en el encuentro que protagoniza con el Nazareno.

“La primera vez que salí de manola fue porque tuve un problema en la rodilla y no pude salir de costalera”, explicaba Mari Pili Casas a El Digital de Albacete. Este problema de salud no supuso un impedimento para que esta albaceteña acompañara al Nazareno, viviendo su fe desde otra perspectiva. Desde aquel momento, no falta a su cita con la Semana Santa de Albacete y “me visto de manola el Miércoles Santo para acompañar al Nazareno”.

Mari Pili Casas junto a su hija / Foto cedida

Pero además de salir de manola el Miércoles Santo, esta albaceteña es costalera de la Piedad y la Verónica. Cabe recordar que estas imágenes, pertenecientes a la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, son portadas exclusivamente por mujeres el Jueves y el Viernes Santo.

El amor de Mari Pili hacia la Semana Santa es un legado que también ha transmitido a sus hijos. Al respecto, explicaba que “mi hija sale en la banda y también es costalera, y mi hijo participa en la banda y es costalero con la imagen infantil del Nazareno”. De este modo, apuntaba que “vivimos la fe en familia”, y es que confesaba que “la Semana Santa para mí lo es todo”.

Mari Pili Casas acompañada de su hijo / Foto cedida

Promesas vestida de manola en Albacete

Una promesa llevó a la albaceteña Julia Leal a vestirse de manola y acompañar en la tarde de Viernes Santo a la imagen de la Piedad por las calles de Albacete. De este modo, trasladaba que lleva siendo manola de la Piedad “20 años y con el Nazareno llevo saliendo desde hace unos 6 años”, añadiendo que “durante mucho tiempo he sido la única manola que ha salido con la Piedad”.

Recordaba que comenzó a salir de Manola acompañando a la imagen de Nuestra Señora del Mayor Dolor “por una promesa”. Sin embargo, toda su familia forma parte de la Cofradía del Nazareno, motivo por el que se animó a salir acompañando vestida de manola a sus imágenes titulares. “Mi padre es el campana del Nazanero, mi hermana es costalera, mi pareja ha sido también costalero del Nazareno, mi hija debuta este año en la banda y yo cuando no salgo de manola salgo en filas con mi madre”, explicaba Julia sobre su importante vinculación familiar a esta cofradía.

Julia Leal en Albacete / Foto cedida

Sobre el motivo de salir de manola acompañando a estas imágenes, compartía que “son mis promesas”. Al respecto, detallaba que “ya he cumplido dos promesas y la tercera es de por vida para pedir por la salud de mi hija”, añadiendo que “le prometí al Nazareno que mientras mi hija viviera yo seguiría con mi mantilla acompañándolo”.

Julia sueña con el momento de poder vestirse de manola junto a su hija. Al respecto, trasladaba que “ella quiere salir de mantilla, pero vamos a esperar a que sea un poco más mayor porque es algo muy serio”. Sin embargo, confesaba que “me encantaría llevarla a mi lado y enseñarle cómo tiene que ir una manola”.

Julia Leal junto a su hija / Foto cedida

40 años como manola en Albacete

La figura de las manolas ha sido algo que siempre ha llamado la atención a Ascensión Arroyo. A sus 25 años decidió dar el paso y salir por primera vez de manola, reconociendo que “en aquel momento apenas había manolas en Albacete”. Esta albaceteña ha acompañado vestida de manola a las imágenes de la Piedad, el Nazareno, la Amargura y la Soldad.

Actualmente, forma parte de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, paso junto al que procesiona por las calles de Albacete cada Miércoles Santo. Y es que, lo que comenzó como “una promesa por un problema que tenía”, trasladaba esta albaceteña, ya se ha convertido en una tradición porque lleva vistiéndose de manola 40 años.

Ascensión Arroyo vestida de manola en Albacete / Foto cedida

Tal es la destreza que Ascensión tienen colocando la teja y la mantilla que su casa se convierte en el epicentro de este grupo de manolas que acompañan al Nazareno cada Miércoles Santo. “Cuando empecé a salir me ponía la teja y la mantilla mi tía”, explicaba sobre es especial protocolo que supone este momento. Sin embargo, con el paso del tiempo “aprendí a ponérmela yo sola”, trasladaba y ahora son muchas las compañeras que acuden a su casa para que les ponga la teja y la mantilla: “Aunque es un proceso laborioso y da mucho trabajo, es muy bonito ver salir de mi casa a 7 u 8 manolas todas andando hacia la Catedral”.

Una tradición a la que también se ha sumado su hija Raquel Pozo, porque consideraba Ascensión Arroyo que “es una tradición que no se debería de perder porque es muy bonito acompañar a una imagen luciendo algo tan nuestro como es la mantilla española”. Confesaba esta albaceteña que salir junto a su hija vestida de manola “me hace mucha ilusión”, sin embargo detallaba que “un día me dijo que quería salir conmigo de manola, pero hasta los 18 años no fue la primera vez que se vistió para acompañarme”.

Al igual que Mari Pili, Ascensión también es costalera. Concretamente, lleva portando a hombros desde hace 26 años a la imagen de la Verónica. Y es que en su caso, la Semana Santa también es sinónimo de tradición familiar, porque forman parte de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús su hermano, que también es costalero; y su hija.

Ascensión Arroyo vestida de manola en Albacete / Foto cedida

Una decisión cargada de madurez

La de Raquel Pozo para salir de manola fue una decisión muy madurada. Esta albaceteña quería salir junto a su madre acompañando al Nazareno vestida de manola, pero tenía claro que se trataba de una decisión importante que no debía tomar a la ligera. 

“Tenía claro que hasta que no cumpliese los 18 años no quería salir”, explicaba Raquel Pozo a El Digital de Albacete. Al respecto, reconocía que dar este paso suponía para ella “un gran compromiso”.

Raquel Pozo vestida de manola en Albacete / Foto cedida

Relataba que “he sido siempre costalera de otra cofradía, pero toda mi familia, incluida yo, hemos sido siempre del Nazareno”. De este modo, trasladaba que “empecé a salir desfilando de nazareno con 3 años”, siendo posteriormente costalera y manola. Concretamente, aseveraba que lleva vistiéndose de manola junto a su madre “17 años”.

Al recordar las tardes de Miércoles Santo en casa de su madre, reía apuntando que “mi padre se tenía que bajar porque venían muchas mujeres para que mi madre les pusiera la teja y la mantilla”, y es que “nos hemos llegado a juntar 7 u 8 mujeres en el salón de casa”. Al respecto, reconocía que colocar de forma correcta la teja y la mantilla “es todo un arte”.

Raquel Pozo vestida de manola en Albacete / Foto cedida

¿Cómo debe ir vestida una manola?

Vestir de manola supone cumplir con un riguroso protocolo. Las prendas de color negro configuran el traje de las manolas, cobrando un especial protagonismo la mantilla que tanto caracteriza a estas mujeres en Semana Santa.

“Lo primero es llevar un vestido negro”, explicaba Ascensión Arroyo, detallando que “no sirven vestidos de encaje que nos podríamos poner para ir a una boda o para celebrar la Noche Vieja”. Al respecto, concretaba que “el vestido de manola lleva un cuello de barca o a la caja, y es sencillo, recto y con dos pinzas delante y otras dos detrás”. Igualmente, elementos clave para vestir de manola son unas medias negras poco tupidas y unos zapatos de salón también de color negro.

Mari Pili Casas vestida de Manola en Albacete / Foto de archivo

Explicaba que en Albacete, otro complemento que puede convertirse en un gran aliado para las manolas es “un abrigo”. Al respecto, desarrollaba que en Semana Santa “aún hay veces que hace frío en Albacete”, comentando sobre este abrigo que “es exactamente igual que el vestido: entallado, sin solapas y sin bolsillos”, primando la elegancia y la sobriedad. 

En relación a los complementos, indicaba Ascensión Arroyo que las manolas suelen llevar “unos pendientes de perla o de plata vieja, y hay quien también lleva un collar de perlas discreto o la medalla de la cofradía, unos guantes negros y un rosario”. Del mismo modo, concretaba que, en ocasiones “algunas llevan una vela y, en otras ocasiones, la cofradía nos da una flor a juego con las que lleva el paso que acompañamos”.

La teja y la mantilla son el elemento indispensable de una manola. Un tocado que debe llevarse de forma correcta y cuya colación entraña cierta dificultad. Para ello, es crucial preparar de forma adecuada el cabello, haciendo una coleta a la altura de la nunca y convirtiéndola posteriormente en un moño redondo y sencillo. Además, subrayaba Ascensión Arroyo que “hay que colocar bien la teja para que quede en el centro y bien derecha, sujetándola con horquillas”.

Manolas en Albacete

En relación a la mantilla, esta vecina de Albacete trasladaba que “hay que doblarla a la mitad y es fundamental que los dos picos de atrás queden juntos”, incidiendo en que “no puede quedar uno más largo que otro”. Explicaba a El Digital de Albacete que “la mantilla hay que cogerla bien con alfileres de cabeza negra”, para evitar que se mueva durante la procesión. Posteriormente, se coloca un broche en la parte de atrás “haciendo unos pequeños pliegues y cogiéndolo al pelo”, apuntaba Ascensión Arroyo. Además, aseguraba que “la mantilla hay que llevarla suelta”, es decir, apostaba por no asegurarla con alfileres a los hombros, porque “lo bonito es llevar la mantilla al aire”.

Animan a las mujeres de Albacete a descubrir la Semana Santa como manolas

Julia, Ascensión, Mari Pili y Raquel animaban a las albaceteñas a descubrir la Semana Santa como manolas, poniendo en valor la importancia de esta figura en nuestras procesiones.

“Que se animen a ser manolas en cualquier cofradía”, trasladaba Ascensión Arroyo. Esta albaceteña reconocía la importancia de cuidar este legado en porque “me gustaría que no se pierda nunca la tradición de la teja y la mantilla”.

Mari Pili Casas vestida de Manola en Albacete / Foto de archivo

Por su parte, Julia Leal, aseguraba que vestir de manola “es algo muy bonito y una gran experiencia”. De este modo, ponía de relieve que de un tiempo a esta parte “parece que cada vez se animan más mujeres, especialmente gente joven, a vestir de manola”.

Una tradición que parece estar recuperándose en Albacete y que cada vez coge más fuerza. Y es que, “es importante que las mujeres tengan su hueco y su espacio dentro de la Semana Santa”, subrayaba Mari Pili Casas.

Vestir de manola, una tradición que sigue viva en Albacete y que pone en valor la inmensa labor que hacen las mujeres para cuidar y mimar nuestra Semana Santa.

Marta Lopez

Periodista natural de Albacete. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Murcia con más de 4 años de experiencia en medios de comunicación.
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