Hace unos meses, los efectivos de la Guardia Civil Laura Peñarrubia Ramírez y Manuel Abellán Gea tuvieron que hacer un alto en el camino cuando volvían a casa tras el fin de su jornada de trabajo. Estos dos agentes forman parte del puesto de la Guardia Civil del municipio albaceteño Montealegre del Castillo.
Cuando regresaban a Albacete, concretamente en la A-31, a la altura del municipio de Chinchilla, tuvieron que hacer una parada de emergencia, ya que se encontraron a una familia que pedía desesperadamente auxilio. El hijo de 3 años de una familia natural de Pinto (Madrid) se encontraba en parada cardiorrespiratoria. Los padres del niño pararon el vehículo en busca de ayuda.

Un trabajo en equipo
“Vimos a estos padres que estaban desesperados, con el niño en brazos y no sabían cómo actuar. Entonces, paré mi coche en el arcén y mi compañero se dispuso a regular el tráfico para evitar males mayores, porque ellos lo primero que hicieron fue parar su vehículo y pedir auxilio”, cuenta la agente Laura Peñarrubia a El Digital de Albacete.
El compañero de esta agente se ocupó de regular el tráfico y de protegerlos a ellos y Laura se encargó de realizarle la maniobra de Heimlich al pequeño que se encontraba en parada cardiorrespiratoria. “Yo cogí al niño y observé cómo estaba él y vi que tenía muchos mocos. Presentaba la piel azulada con síntomas de atragantamiento y estaba en parada. Entonces, me dispuse a practicarle la maniobra de Heimlich. Por el tamaño y la edad que tenía me lo puse sobre el brazo y le golpeé varias veces entre las escápulas, fueron golpes enérgicos como nos enseñaron en la formación de la Guardia Civil cuando nos preparaban para ciertas situaciones de este tipo”, relata esta guardia civil.
Después de varios golpes, esta agente notó como el niño daba señales y con los dedos le ayudó a expulsar lo que le estaba obstruyendo las vías respiratorias, “era una mezcla de flema, vómitos y mocos. La familia se mostró super agradecida y cuando vieron que el niño respiraba sintieron un gran alivio”, cuenta Laura Peñarrubia.

Una ambulancia medicalizada llegó hasta el lugar donde se encontraban y se encargaron del traslado del niño al Hospital General Universitario de Albacete para una exploración médica.
“Siempre nos quedará la gratificación de haber salvado una vida. Tuvimos la suerte de pasar y darnos cuenta de que necesitaban ayuda. Estuvimos en contacto con los padres los días posteriores y están super agradecidos de que llegásemos en el momento oportuno y de haber sabido hacer la maniobra”, cuenta esta agente.
Laura y Manuel, condecorados con el Premio Fundación a Servicios Humanitarios
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, entregó este jueves los premios Guardia Civil 2023 en sus diferentes modalidades en una gala en la que estuvo acompañado por el director general del cuerpo, Leonardo Marcos, y otros altos cargos.
Laura y Manuel fueron condecorados con el Premio Fundación a Servicios Humanitarios por su ayuda a un menor de edad en estado de semi inconsciencia en plena autovía. “Ahora mismo estoy abrumada, nos comunicaron que habíamos sido seleccionados para el premio, pero no imaginábamos la importancia que tenía”, admite esta agente.

“También se entregaban premios periodísticos y de relato. El acto tenía un empaque y un formalismo que nos sorprendió, no pensábamos que iba a ser tan grande”, reconoció Laura. “Fue muy emocionante. Yo decía ‘esto me lo tengo que llevar para mí para siempre’, porque es muy gratificante tener un reconocimiento así”, agradece esta agente.
Por fortuna, estos dos agentes albaceteños pudieron ayudar a un pequeño en este caso extremo de atragantamiento y han sido reconocidos a nivel nacional. Además de este gran reconocimiento, hay una familia en Pinto que no olvidará jamás el rostro de estos dos agentes que ayudaron a que su hijo volviera a la vida.