La ex secretaria general del PP María Dolores de Cospedal acude este martes a la Audiencia Nacional para declarar como testigo sobre las supuestas presiones que habrían recibido el extesorero Luis Bárcenas y su abogado, Javier Gómez de Liaño, para que no se salieran a la luz informaciones sobre el caso Gürtel.
Quien fuese número dos de Mariano Rajoy en el partido está citada ante el juez que la investigó durante unos meses por el caso Kitchen, del que acabó exonerada ante la falta de indicios de que participase en el espionaje parapolicial a Bárcenas para sustraerle documentos de Gürtel perjudiciales para el partido.
En esta ocasión declara como testigo y lo hace en otra pieza separada del caso Villarejo que discurre al margen de Kitchen: la que investiga si Bárcenas o su antiguo abogado, Javier Gómez de Liaño sufrieron presiones por parte de «terceras personas vinculadas» al PP para que «no salieran a la luz informaciones comprometedoras o perjudiciales» para la formación.

Cospedal testifica un día después de que lo hiciese el excomisario Villarejo, que sugirió ante el juez que «probablemente» en alguna de las «muchas» reuniones que mantuvo con ella, hablasen de un jefe de la mafia ruso-georgiana a quien defendía el propio Gómez de Liaño.
El nombre de Zakhar Kalashov, considerado jefe de la mafia y condenado en 2010 en España por blanqueo, aparece en las agendas que se intervinieron al excomisario, donde también venían anotaciones sobre «unos posibles pagos que «supuestamente habría recibido Gómez de Liaño de su entonces cliente, según explicó ante los medios Villarejo.
Según recogía el auto de la Sala que ordenaba al juez investigar esas presiones a Bárcenas y su abogado, Villarejo habría hecho gestiones en 2014 «para obtener información sobre dichos supuestos pagos» y de las que habría hablado al entonces secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez.