En la ladera del Cerro de San Cristóbal se halla la localidad de Alcaraz. Esta localidad cuenta con monumentos únicos y repletos de historia, una gastronomía con sello de identidad propio, y además, está considerada como la cuna del arquitecto Andrés de Vandelvira.
La Plaza Mayor de Alcaraz destaca como conjunto arquitectónico. Podríamos definir este espacio como monumental, sobrio y repleto de solemnidad donde llaman especialmente la atención dos torres renacentistas. Se trata de las torres del Tardón y de la Trinidad, ambas obras del arquitecto Andrés de Vandelvira y que son el símbolo de Alcaraz.
La de la Trinidad es una torre sobria, austera y sencilla pero de majestuosa elegancia. Esta joya arquitectónica consta de cuatro cuerpos y de una bellísima crestería, siendo la primera de las que se levantó en este punto del municipio albaceteño.
Posteriormente, en 1555 el afamado arquitecto construiría la del Tardón, una torre gótico-renacentista con siete cuerpos. Destaca de esta construcción el relieve de San Ignacio de Antioquía, la campana de 1447 y la crestería coronada por guerreros en posición de defensa.
Tiene en su interior una escalera de caracol que se conserva en perfectas condiciones, y es aquí donde se puede apreciar la belleza monumental de esta torre, sobre todo su pasamanos, tallado en la piedra con increíble minuciosidad. Cabe recordar que esta no era torre original, ya que la primitiva era más pequeña y pertenecía al Convento de Santo Domingo; sin embargo, Andrés de Vandelvira elevó esta torre tras la muerte de su mujer.
Las torres del Tardón y la Trinidad forman juntas un prisma irregular creando una de las imágenes más bellas de la provincia de Albacete. Tal es así que han recibido cariñosamente el nombre de las “torres gemelas de Alcaraz”.
La gastronomía albaceteña más tradicional
Muy cerca de estas emblemáticas torres se encuentra el Restaurante-Hostal ‘Mirador Sierra de Alcaraz’. Ubicado en pleno casco histórico de Alcaraz y frente al mirador de la Sierra, se localiza este restaurante en un edificio histórico del siglo XVI.
Concretamente, este inmueble antes de transformarse en restaurante, fue un colegio de Jesuitas. El ‘Mirador Sierra de Alcazar’ ofrece una carta compuesta por los platos de la gastronomía albaceteña más tradicional. Así, en este histórico lugar y contemplando unas vistas inmejorables, se pueden degustar atascaburras, migas de pastor, gazpachos manchegos, duelos y quebrantos, o caldereta de ciervo, entre otras elaboraciones.
Junto a la Plaza Mayor de Alcaraz destaca la Iglesia de la Santísima Trinidad. En su visita el viajero observará distintas fases del gótico y una colección de estatuas policromadas, mientras que en su exterior, llaman poderosamente la atención su torre y la portada de un estilo gótico muy avanzado con bellísimas arquivoltas flamígeras.
El paseo por Alcaraz ofrece al visitante numerosas calles plagadas de detalles, adornos, arcos, portadas y balcones. La puerta de la Aduana, la casa de los Galiano, el Monasterio de Santa María Magdalena, el convento de San Francos o la Torre de Grigojí, son algunos de los tesoros que esconde entre sus calles y parajes este bello pueblo alcaraceño.
En los alrededores encontramos el Castillo de Alcaraz, casi en ruinas, pero merece la pena pasear por los tramos en pie de su antigua fortaleza. Esta edificación tuvo siete puertas principales, lo que ofrece una idea de lo impresionante de la construcción y del esfuerzo que supuso el asedio y la toma por Alfonso VIII en 1923. Así, tras la batalla de Alcaraz, este enclave se configuró como punto estratégico fundamental en el control castellano del suroeste peninsular.
Cocina llena de tradición en plena Sierra de Alcaraz
Paseando por las empedradas calles de Alcaraz el visitante también puede descubrir los encantos del Restaurante ‘JM’, con una cocina tradicional, pero con un toque moderno. Se trata de un establecimiento hostelero muy conocido en la zona por sus carnes a la brasa, a la piedra y en temporada nadie puede resistirse a sus caracoles. Pero además, cuentan con guisos típicos, ya que la gastronomía albaceteña es sinónimo de tradición e historia.
Otro de los lugares donde degustar elaboraciones de la cocina típica manchega en Alcaraz es el restaurante de ‘El Cazador’. Entre sus especialidades se encuentran la olla de aldea, el guisado de cordero, los gazpachos manchegos, el caldo de patatas con bacalao, así como carnes y pescados a la brasa.
Un enclave natural único en la provincia de Albacete
Pero además, Alcaraz da nombre a una sierra que guarda es tesoro natural único. En concreto, la Sierra de Alcaraz forma parte de las Cordilleras Béticas, conjunto de sistemas montañosos que se extienden por el sur de la Península Ibérica.
Es en esta zona de la provincia de Albacete donde el visitante podrá descubrir la Microreserva de La Molata y los Batanes. Los ríos Escorial y La Mesta, en su confluencia con el río Alcaraz, forman parte de un paisaje de relieves, barrancos, paredes calizas y saltos de agua de gran belleza paisajística. Un espacio natural habitado por plantas de especies en extinción y animales como el hurón.
Esta zona está compuesta por paredes de roca que parecen porosas por el efecto de la erosión, un entorno que además cuenta con plantas exclusivas de la provincia de Albacete como la Coincya rupestris y la carnívora Pinguicula mundi. En las aguas de sus ríos aún perdura el cangrejo autóctono español, y el águila perdicera y el búho real, entre otros, habitan sus roquedos.
Una devoción con 800 años de historia en la provincia de Albacete
Otra de las paradas obligatorias en esta zona de la provincia de Albacete es la visita al Santuario de la Virgen de Cortes (Alcaraz). Se trata de uno de los lugares de peregrinación más importantes de toda España y centro religioso por excelencia de la provincia de Albacete.
El Santuario de la Virgen de Cortes se inauguró al 8 de septiembre de 1222 y cuenta con un peculiar trazado circular. El altar mayor está encabezado por un retablo barroco realizado en 1727.
En 1265, Alfonso X ‘El Sabio’ mantuvo una reunión con su suegro Jaime I de Aragón con el objetivo de delimitar los terrenos de conquista. Cuenta la historia que ambos fueron informados de la aparición de la Virgen de Cortes, motivo por el que decidieron ofrecer una aportación para la ampliación de la iglesia y la construcción de una hospedería para acoger a todos los peregrinos que se acercaban hasta este punto de la provincia a venerar a la Virgen.
Ocho siglos después de su aparición la Virgen de Cortes sigue contando con numerosos fieles y devotos que piden su intercesión. Su iglesia, museo, y relicario son visita obligada en Alcaraz tanto para creyentes como para turistas.