Unas 35 personas viven en la calle “de manera fija” en Albacete, es decir, que no disponen de un hogar durante el año y, en consecuencia, sus vidas se ven sometidas a terribles circunstancias como son las inclemencias meteorológicas, la delincuencia callejera, el rechazo social y la soledad.
Las cifras proporcionadas en la Memoria Anual de la Policía Local de Albacete en el 2022 demuestran que los agentes intervinieron con 322 personas en situación de vulnerabilidad por encontrarse sin hogar o necesitadas de una atención especial por sus difíciles condiciones.
Vivir en la calle significa para la persona sin hogar el deterioro de su propia integridad en cuestión de un breve período de tiempo. Las consecuencias físicas y psicológicas negativas son brutales y estos ciudadanos se sienten como si estuvieran en un pozo sin salida. La oscuridad forma parte de su día a día, pero por suerte existen varias alternativas para revertir esta difícil situación.
LOS POSIBLES MOTIVOS
Existen diferentes causas que pueden explicar que una persona termine viviendo en la calle, así lo manifiesta la directora del departamento de inclusión social de Cruz Roja en Albacete, Gloria Salinas a El Digital de Albacete. En primer lugar, la principal razón “suele ser la ausencia de empleo y la consecuente falta de recursos económicos”. Por otra parte, el aislamiento social de familiares y amigos puede ser también determinante para que estas personas se sientan solas e incapacitadas.
Otro de los motivos que puede explicar que una persona esté en una situación de extrema vulnerabilidad, como indica Gloria Salinas, pueden ser las enfermedades mentales. Los seres humanos que sufren algún tipo de estas afecciones y no reciben atención psicológica a tiempo tienen más probabilidades de sufrir rechazo social y despidos laborales.

Por ello, la directora del departamento de inclusión social de Cruz Roja traslada que “es prioritario que los vecinos albaceteños tengan algunas o varias de estas circunstancias pidan ayuda a sus familiares y amigos”.También transmite Gloria Salinas que “es fundamental que la sociedad se involucre y no mire para otro lado cuando hay alguien que claramente necesita atención”.
En definitiva, son seres humanos sobreviviendo en unas circunstancias extremas y a las que a nadie le gustaría verse sometido. Por tales motivos, el apoyo y la empatía son tan necesarios para que este colectivo de personas consigan salir de la calle.

Ayuda a los ‘sin techo’ en Albacete
En primer lugar, cabe destacar la importancia del Centro de Atención Integral a Personas Sin Hogar de Albacete en la ayuda a las personas que viven en la calle.
En este albergue se proporciona a las personas ‘en situación de calle’ comida y ropa, además “tenemos un convenio con Cáritas. Nosotros compramos la ropa interior de estas personas y también les ofrecemos el servicio ropero de Cáritas de segunda mano”, trasmite la responsable de Servicios Sociales del Ayuntamiento.

En estos últimos años, el Centro de Atención Integral a Personas Sin Hogar de Albacete ha cambiado considerablemente, sobre todo a raíz del la pandemia de la covid-19 que causó la muerte de casi 15 millones de personas en todo el mundo, según indica la Organización Mundial de la Salud.
Previamente al 2020, según manifiesta la responsable de los Servicios Sociales del Ayuntamiento a El Digital de Albacete, el albergue utilizaba una de las plantas para las familias que se encontraban en la calle y que tuvieran a su cargo menores. Sin embargo, “cuando llegó el confinamiento los responsables del centro entendieron que no era adecuado que los niños convivieran con determinadas personas problemáticas”, indica la responsable. Con lo cual, ya estando encerrados, el albergue habilitó tres viviendas donde pudieron alojarse.
En la actualidad hay cuatro casas de este tipo y cuando hay unidades familiares con menores, el centro dispone de una habitación para que puedan quedarse en circunstancias extraordinarias . Posteriormente son trasladadas a una de las viviendas habilitadas. En estos espacios los inquilinos siguen rigiéndose con las mismas normas que cuando están en el Centro de Atención Integral a Personas Sin Hogar de Albacete.
Las normas que deben cumplir los inquilinos para poder vivir durante un período de tiempo en el albergue consisten en respetar los estacionamientos de convivencia, además de hacerse cargo de la limpieza de las habitaciones y ser responsables con ellos mismos y con los demás.
En el caso de los menores, los trabajadores del centro diseñan un plan de intervención con los niños y analizan cuáles son los principales problemas, es decir, qué pasos tienen que dar los padres y cuáles el albergue para que la situación de los pequeños mejore.
Según traslada la responsable de los Servicios Sociales del Ayuntamiento “hay gente que no quiere ningún tipo de intervención y buscan un alojamiento temporal”. Esta es la llamada “gente de paso” y suelen estar tres días cada tres meses.También explica la responsable que hay personas que se quedan más tiempo en el centro y los trabajadores del albergue diseñan con ellas un plan de intervención. En cuanto al plazo máximo de estancia, no lo hay porque se puede ir renovando, aunque, en principio, está fijado para seis meses.
Por otra parte, el perfil habitual de las personas alojadas en el albergue suele ser de ciudadanos que rondan los cuarenta años, varones, sin redes de apoyo, sin familia y que, normalmente, han tenido algún problema con el alcohol o con las drogas. “Probablemente estas personas se hayan encontrado sin casa, bien sea por una separación conyugal o bien porque los padres los echaron del hogar hace tiempo”, transmite la responsable.

En definitiva, lo que trata de conseguir el albergue de Albacete con las personas alojadas es buscar alternativas para que puedan dejar de vivir en la calle, para ello, fomentan el empleo además de brindarles un proceso formativo. Para que los ‘sin techo’ puedan vivir de manera autónoma, existen diferentes ayudas económicas, una de ellas es el ‘Ingreso Mínimo Vital’. Se trata de una prestación dirigida a prevenir el riesgo de pobreza y exclusión social de las personas que carecen de recursos económicos básicos para cubrir sus necesidades básicas. La cuantía mensual de la renta garantizada en 2023, como indica la Seguridad Social, para un beneficiario individual son 565,37 euros. Esta cantidad se incrementa un 22 por 100 si el perceptor tiene un grado de discapacidad igual o superior al 65 por 100.
Asimismo, el Centro de Atención Integral a Personas Sin Hogar de Albacete cuenta con asistencia psicológica semanalmente. Un facultativo se encarga de acudir al Centro de Personas sin Hogar de Albacete que, aunque no está de manera habitual, trabaja con estas personas continuamente. En función de la demanda que haya, el psicólogo atiende a los residentes de manera individual . Posteriormente, cuando tienen más trato con el psicólogo, pueden realizar actividades grupales.
La responsable de los Servicios Sociales del Ayuntamiento transmite que la valoración del albergue “es muy positiva porque ahora mismo es un recurso fundamental e importantísimo”. Es el centro de alojamiento para personas sin hogar más grande de Castilla-La Mancha y a él puede acudir gente derivada de otros municipios o ayuntamientos porque disponen de un convenio con la Junta de Comunidades en el marco de financiación. Asimismo, el albergue se está planteando intensificar la colaboración con diferentes entidades como Cruz Roja o Cáritas.
El refugio también desempeña un papel fundamental en invierno cuando hay temperaturas gélidas y bajo cero en Albacete. En esta temporada, los trabajadores habilitan el centro para que puedan acudir más personas y, en consecuencia, no tengan que dormir a la intemperie.
También, la Policía Local intensifica las vigilancias tendentes a la localización de personas que pernoctan a la intemperie por las bajas temperaturas registradas en la ciudad. Durante 2022 un total de 11 transeúntes fueron acompañados al Centro de Personas Sin Hogar por los agentes para que, de esta forma, pudieran descansar en unas condiciones adecuadas, al menos, por un tiempo.

Del mismo modo, el albergue de Albacete dispone de varios profesionales que se encargan de velar por la seguridad del centro, entre ellos, un vigilante de seguridad, un conserje, varios técnicos y educadoras.
En el caso de que haya una situación problemática dentro del refugio, los trabajadores proponen la expulsión del delincuente si hay motivos razonados y es denunciado a la Policía Local de Albacete, indica la responsable a El Digital de Albacete. En función de la gravedad del suceso, la persona implicada tiene un período por el que no puede volver al centro, que puede variar desde los tres meses o hasta un año de duración. En el Centro de Atención a Personas sin Hogar de Albacete hay seguridad las 24 horas del día durante todo el año.
El trabajo con las personas sin hogar conlleva la implicación de varias instituciones y asociaciones, complementándose unas a las otras para lograr alcanzar plenamente sus objetivos. Así, la Oficina Provincial de Cruz Roja Española en Albacete promueve actividades humanitarias en favor de los ‘sin techo’. Entre sus principios se encuentran prevenir y aliviar el sufrimiento humano, prestar auxilio, proteger la vida y la salud y hacer respetar a las personas.

En cuanto a las acciones que realiza Cruz Roja en Albacete, Gloria Salinas informa que, por un lado, existe la unidad de emergencia social en la que los voluntarios realizan salidas tres días a la semana (lunes, miércoles y viernes) de reparto de bocadillos, bebidas, alimentos y sacos de dormir y que son entregados a las personas que viven en la calle.
Asimismo, en la oficina de la Cruz Roja en Albacete se lleva a cabo una atención directa e individualizada con las personas que viven en la calle a través de una trabajadora social que les ayuda. Gloria Salinas traslada que hay ciudadanos que “son temporeros y vienen a trabajar”. Normalmente, son las personas que llegan en la campaña de verano. Igualmente, hay un número de personas fijas, que son los que viven en la calle durante todo el año y son en torno a unas 35 personas.
La directora del departamento de inclusión social transmite que “nadie quiere vivir en la calle, todo el mundo necesita tener un hogar seguro y un refugio, lo que pasa es que cada uno tiene sus circunstancias, que le han llevado hasta esa situación”.
Gloria Salinas informa que las personas que no tienen una vivienda suelen ser varones aunque también hay algunas mujeres. La directora del departamento de inclusión social de la Cruz Roja en Albacete puntualiza que “la mujer tiene todavía mayor vulnerabilidad en estas circunstancias ya que tienen más probabilidades de sufrir agresiones sexuales”.
Además, Salinas lamenta que no disponer de una casa es lo más excluyente que hay y se pregunta “¿cómo pueden estas personas trabajar otras facetas de su vida si no tienen un refugio ni un hogar donde vivir?”.
En la actualidad, Cruz Roja en Albacete cuenta con un equipo amplio encargado de los ‘sin techo’,compuesto por una trabajadora social y un equipo de voluntarios, que son en torno a unas 35 personas.
Como hemos indicado anteriormente, en la atención a las personas sin hogar son varias las organizaciones, instituciones y administraciones las que colaboran, como es el caso de la Policía Local de Albacete, que realiza una labor humanitaria excepcional para ayudar a las personas que no tienen hogar. Para ello, efectúan iniciativas y campañas que permiten, en muchas ocasiones, salvar la vida de estos ciudadanos.

Por su parte, una institución cuyo papel es muy importante en la ayuda a las personas que más lo necesitan es Cáritas Albacete, que en este caso lleva a cabo un programa de apoyo y sensibilización en el que participan 8 personas voluntarias. En él, acompañan y ofrecen su ayuda a individuos en ‘situación de calle’ que detectan que viven a la intemperie.
Asimismo, otra parte de la intervención de Cáritas se efectúa a través de las entidades de los pueblos, es decir, interparroquiales”. En Almansa, Caudete, La Roda, Villarrobledo y Hellín, Cáritas dispone de equipos en los que se lleva a cabo una atención inicial, acciones de apoyo y asesoramiento dedicados a las personas que viven en ‘situación de calle’.
Sin embargo, en Albacete capital, los voluntarios de Cáritas acompañan a estas personas y les ofrecen alimentos así como otro tipo de productos útiles que les ayudan a sobrevivir.
La experiencia de un voluntario
Juan Francisco García López es albaceteño y sacerdote. Sus 86 años no le impiden dedicar su vida a ayudar a los demás. Asimismo, este hombre cuenta con una amplia experiencia como voluntario de Cáritas en Albacete.
El sacerdote comparte su trayectoria en el voluntariado de Cáritas en el que cree que es fundamental “visibilizar esta realidad que sigue estando ahí. Es realmente importante estar en el lugar donde la vida está en peligro y mejorarla”, traslada.

El programa que realiza Cáritas es efectuado por voluntarios, los cuales se acercan a las personas que viven en las calles albaceteñas y les ofrecen su apoyo en forma de de materiales útiles, aunque también les aportan su tiempo y su afecto. De esta forma, las personas “invisibles” reciben la atención de la que carecen continuamente.
Juan Francisco García muestra su inmensa preocupación por las personas ‘en situación de calle’. Sin embargo, su dilatada experiencia en el voluntariado le hacen creer que “las circunstancias pueden ir a mejor, siempre hay que tener esperanza”, transmite.
FUNDAMENTAL: EL APOYO SOCIAL
En definitiva, ojalá y cada vez haya menos personas viviendo en la calle en Albacete, que sean abrigados por la sociedad y no se conviertan en albaceteños aislados y perdidos en medio de la vorágine comunitaria.
Gracias a las asociaciones, instituciones públicas y privadas y a la ayuda humanitaria proporcionada en Albacete, son numerosas las personas que consiguen dejar atrás las condiciones infrahumanas viviendo en la calle y pueden tener una segunda oportunidad.