La Guardia Civil ha dado por finalizada este viernes la búsqueda de restos óseos del empresario Jesús María González Borrajo en un pozo de una finca agrícola de Manzanares (Ciudad Real), donde desapareció el 19 de junio de 2019.
Así lo ha confirmado esta tarde a los medios de comunicación la portavoz de la Comandancia de la Guardia Civil de Ciudad Real, que ha comunicado que han finalizado los trabajos que han desarrollado distintas unidades del instituto armado, entre ellas la Unidad Central Operativa (UCO), el Grupo Especial de Operaciones Subacuáticas (GEAS) y agentes especialistas de montaña.
Operativo en Castilla-La Mancha
El operativo dispuesto para localizar al empresario se puso en marcha el pasado 31 de mayo, para tratar de encontrar en este pozo de sondeo estrecho y muy profundo, para lo que ha sido necesario utilizar maquinaria especial para poder explorarlo y sacar de su interior los restos óseos pertenecientes a las extremidades de González Borrajo, según indicó a EFE durante la búsqueda el abogado de la familia, Dionisio Pérez.
Tras cuatro años, la Guardia Civil ha podido resolver el caso gracias a la colaboración de G. septuagenario en prisión desde marzo, por su presunta implicación en el homicidio del también empresario Juan Miguel Isla en Manzanares, en julio de 2022, cuyo cadáver fue hallado el pasado mes de marzo en el interior de un pozo ubicado en un viñedo de Valdepeñas (Ciudad Real).
La familia Jesús María González Borrajo pedirá para el principal sospechoso de su asesinato, A., la prisión permanente revisable, confirmó a EFE el letrado Dionisio Pérez, que también recordó que el sospechoso está en prisión como presunto autor material de la muerte de Juan Miguel Isla, otro empresario desaparecido en similares circunstancias a las de González Borrajo.
Por lo que respecta a G., el abogado ha subrayado que ha colaborado con la justicia y ayudado a la Guardia Civil a localizar los restos de ambos desaparecidos, a cambio de beneficios penitenciarios, además de haber pedido perdón a la familia y de haber confesado que ha encubierto y colaborado con A. «por miedo», según ha trascendido.
La investigación, desarrollada por agentes de la Unidad Central Operativa y de la Comandancia de Ciudad Real, ha estado dirigida por el juzgado de Instrucción número 2 de Manzanares.
