Figón del Huécar en Cuenca, platos tradicionales con sabores actuales y una presentación de vanguardia

La cocina de Cuenca se viste este año de etiqueta gracias a la reciente elección como Capital Española de la Gastronomía

Una cocina tradicional, sencilla, con amplia variedad de productos, pero que apuesta por el futuro y la innovación en sus fogones en plena sintonía con el entorno monumental y natural, son sinónimos de la oferta gastronómica que ofrece Cuenca. Así, la cocina conquense se viste este año de etiqueta gracias a la reciente elección como Capital Española de la Gastronomía

Figón del Huécar en Cuenca / Foto: Figón del Huécar

Una cita con Cuenca en la que se apuesta por promover, más si cabe, su rica gastronomía como uno de los principales atractivos para los turistas. Una de las propuestas gastronómicas que el visitante no se puede perder en un enclave privilegiado de la ciudad con vistas a la Hoz del Huécar, residencia de José Luis Perales durante más de 20 años, es el Restaurante Figón del Huécar. Restaurante que además cuenta con un Primer Premio de Restauración de Castilla-La Mancha y aparece distinguido en numerosas revistas y periódicos.  

Figón del Huécar se inauguraba el 20 de febrero de 2004 en el casco antiguo de la ciudad de Cuenca, en Ronda Julián Romero, 6. Restaurante, que fue residencia familiar por más de 20 años del cantante José Luis Perales, “cuenta con unas bellas y privilegiadas vistas sobre la hoz que transforman cualquier evento en una experiencia realmente inolvidable”, detallan desde el mismo a El Digital de Albacete que además en verano se puede disfrutar de románticas cenas en su terraza asomada a la Hoz del Huécar, que está iluminada todas las noches.

Figón del Huécar en Cuenca / Foto: Figón del Huécar

El Restaurante destaca por su luz, en el que se combina lo antiguo y lo moderno (mobiliario, cuadros, esculturas y arquitectura) y, sobre todo, inciden desde el mismo, de la yuxtaposición del trinomio: paisaje, arquitectura, gastronomía. Tiene una extensión de 800 metros cuadrados repartidos en diferentes alturas, una bodega horadada en roca, pintada en blanco, “se combinan la rejas del S.XVI cinceladas a mano y procedentes de un convento de clausura-lo oscuro-, con las tinajas y bancas propias de la época”, desgranan, así como tres salones (“Salón Grande, en el que se integra el paisaje a través de grandes ventanales y su arquitectura remite en sus rectilíneas formas al Museo de Arte Abstracto, conjugando artísticamente lo antiguo y lo moderno con diferentes esculturas. Salón Chimenea, se señala la luz del hogar con una conexión con la luz simbólica a través de dos obras de arte y Salón Biblioteca”) asomados a la hoz con una capacidad total de 150 personas.

Berenjenas rellenas de cangrejo de río / Foto: Figón del Huécar

Cocina tradicional, con equilibrados ingredientes vinculados a la región

Cuidar de los mínimos detalles en la oferta gastronómica con un entorno y ambiente incomparables para transformar la velada en algo inolvidable es la filosofía que llevan por bandera desde Figón del Huécar, un equipo humano compuesto por 10 personas con amplia experiencia en sala y cocina.

Equipo de cocina / Foto: Raíz Culinaria / Figón del Huécar

El Restaurante El Figón del Huécar ofrece una amplia carta y menús de cocina manchega para disfrutar en cualquier temporada. Se trata de una “cocina tradicional, con equilibrados ingredientes vinculados a la región, platos que rezuman historia gastronómica y que remontan a la trashumancia, a La Mesta, a las raíces venatorias, al carácter agreste y montaraz de nuestra tierra”, desgranan desde el Restaurante. Unos platos que desgranan han sido actualizados tanto en sabores como en presentación. Así, en sus menús buscan el “equilibrio y la armonía en su elaboración”, destacando de entre sus platos: El ajoarriero suave de bacalao con delicia exótica. El paté casero con confitura de pétalos de rosa y pan de especias. El Morteruelo conquense con piñones y hebra de vino añejo. El cordero lechal relleno con pasas, piñones y foie. Las berenjenas rellenas de cangrejo de río. Las perdices caseras escabechadas. El ciervo estofado con frutos del bosque e higos confitados. Y no podía faltar en la mesa conquense el alajú, en esta ocasión con miel de la Alcarria. 

Morteruelo con piñones/ Foto: Figón del Huécar

En definitiva, se trata de una cocina de raíz, de origen, auténtica y de extraordinaria riqueza y diversidad. Con el objetivo de impulsar la gastronomía de la región desde la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha se ha creado el sello Raíz Culinaria que representa la auténtica cocina que nos define, siendo firmes defensores de la excelencia de la materia prima poniendo de relieve no solo el producto, sino técnicas ancestrales autóctonas que han traspasado fronteras, y que han sido el germen de otras muchas cocinas del mundo. La raíz culinaria castellano-manchega se extiende por los cinco continentes y es la base de platos y técnicas ancestrales que hoy en día son patrimonio culinario de la humanidad. Así, remarcan desde el Restaurante que “es un proyecto emergente que precisa recorrido y maduración. La cocina manchega es la gran desconocida a nivel nacional y por ello precisa acciones de marketing como Raíz Culinaria”.

Figón del Huécar además está recomendado por la Guía Repsol, aunque señalan desde el Restaurante que actualmente “cuentan más las plataformas como El Tenedor”, donde la experiencia directa del cliente y su grado de satisfacción se comunica a otros clientes. 

Cuenca es gastronomía y turismo

Hablar de Cuenca no solo es hacerlo de su gastronomía y su potencial culinario, sino también de los recursos turísticos que ofrece. En este sentido, señalan desde el Figón del Huécar que “lo importante no es que haya un buen restaurante al que acudir, sino muchos en los que se coma muy bien. Crear “zona de referencia gastronómica” y que los turistas vengan a Cuenca y sepan que la excelente oferta gastronómica se va a ejecutar bien en la mayoría de establecimientos”.

Ajoarriero / Foto: Figón del Huécar

Quien visita la ciudad por su gastronomía no tiene que olvidar sus atractivos ya que Cuenca tiene una amplia variedad de museos, como destacan desde el Restaurante: el de Arte Abstracto, el Espacio Torner, la Fundación de la Diputación Antonio Pérez, el recién creado de la Colección Roberto Polo, el Arqueológico, el Paleóntológico, el de Semana Santa o el de las Pinturas Murales de Jesús Mateo de Alarcón, Patrimonio de la UNESCO. 

Cabe destacar el sinfín de actividades que se pueden realizar en la naturaleza conquense, ya que se puede visitar la Ciudad Encantada de piedra en pleno parque de la Serranía de Cuenca; el Ventano del Diablo, enclavado en una hoz formada por el discurrir del río Júcar, en el municipio de Villalba de la Sierra; el Nacimiento del Río Cuervo; las Torcas de los Palancares, paraje del parque natural de la Serranía de Cuenca; las Lagunas de Cañada del Hoyo etc. Paisajes Kársticos de una espectacularidad sorprendente. Además, desgranan desde Figón del Huécar, poder disfrutar de visitas nocturnas a la Catedral de Cuenca y, en ocasiones, magníficos conciertos de los dos órganos (el del Evangelio y el de la Epístola) que otorgan a la visita de una trascendencia especial.

Cuenca se posiciona como destino gastronómico y turístico.

blanco

Llanos Esmeralda Garcia

Periodista natural de Albacete. Licenciada en Periodismo en la Universidad de Murcia y Diplomada en Trabajo Social por la Universidad de Murcia. Más de 10 años de experiencia en medios de comunicación, como La Verdad, CNC y El Pueblo de Albacete.
Botón volver arriba