Mantener un estilo de vida activo puede reportarte beneficios tanto a corto como a largo plazo. Además, estos beneficios no solo influirán en una buena salud física, el objetivo es que las mejorías trasciendan al plano psicológico a través de una serie de sencillos hábitos que incluir en tu día a día. Por tanto, en esta lista te proponemos algunas ideas para que consigas mantenerte sano por dentro y por fuera.
Estilo de vida activo a través del deporte
Esta es una de esas actividades que te traerá múltiples beneficios. Por un lado, incluir una rutina de ejercicios aeróbicos mejorará tu capacidad pulmonar y cardiaca, logrando así mejorar tu salud física. Por otro lado, los beneficios también se darán a nivel psicológico, pues tras practicar deporte el cuerpo segrega sustancias que te dan una sensación de bienestar. Además, el deporte tiende a aumentar la autoestima y diversos estudios apuntan que es una herramienta para combatir la depresión y la ansiedad.

Intenta incluirlo al menos 3 veces por semana durante un tiempo mínimo de 30 minutos. Lo bueno, es que podrás practicarlo en casi cualquier parte, incluso en tu propia casa. No obstante, si en un principio te cuesta ponerte en marcha, puedes recurrir a correr o montar en bici con amigos para hacértelo más llevadero. Aunque en un primer momento te cueste, en cuanto empieces a notar los beneficios lo incluirás en tu rutina de forma natural. Y, por último, no te olvides de los estiramientos, los grandes olvidados al hablar sobre practicar deporte.
Meditación mindfulness
Este tipo de meditación conseguirá ayudarte a combatir el estrés y la ansiedad. Ambos tienden a estar asociados con estilos de vida más sedentarios, pues consumen tu energía y te hacen más difícil el movimiento.
Este tipo de meditación, además, trae asociadas otra serie de ventajas como el vivir el presente y saber identificar las emociones que estás sintiendo sin dejarte arrastrar por ellas. Por otro lado, conceptos como el “mindfull eating” empiezan a estar cada vez más de moda y las investigaciones detrás de este concepto sugieren que podría conducirte a estilos de alimentación más saludables y a comer sin ansiedad, lo cual es clave para mantener un estilo de vida activo.
Para mantener un estilo de vida activo, olvídate de los tóxicos
Hay muchos hábitos malsanos que pueden estar interfiriendo en que no lleves un estilo de vida activo. Los más comunes suelen ser el tabaco y el alcohol. Como ya sabrás, entre sus muchas desventajas, el tabaco reduce la capacidad pulmonar y hace más complicado tener un estilo de vida fitness, pues te cansas antes al practicar deporte o al realizar cualquier actividad física.
Por otro lado, el alcohol es muy calórico y tiende a hacerte ganar peso por lo que también es un antagonista a la hora de mantener un estilo de vida activo y saludable.
El sueño, clave del estilo de vida activo
Este punto resulta bastante evidente, pero lo cierto es que nuestros hábitos de sueño tienden a ser cada vez peores. En parte, puede influir el estrés y la ansiedad, para los cuales ya te hemos dado algunas claves a la hora de gestionarlas. En cualquier caso, mantener una buena higiene de sueño y unos horarios en los que descanses entre 7 y 8 horas resultan imprescindibles si quieres rendir en tu vida personal y profesional.

A la hora de buscar un sueño reparador es importante que trates de dormirte siempre a la misma hora y que te olvides de los aparatos electrónicos, como mínimo, 20 minutos antes de acostarte. Esto es debido a que las luces de estos tienden a alterar el ciclo de sueño-vigilia. Por último, puedes tomar una pequeña siesta en el día, pero lo ideal es que no sobrepase los 30 minutos.
Estiramientos, los grandes olvidados
Antes de practicar deporte, o al levantarte por las mañanas, es crucial que realices una rutina de estiramientos. No te llevarán más de unos minutos y te ayudarán a mantener un cuerpo joven y sano. Además, serán grandes aliados para mantener una buena postura, un área que tiende a ser olvidada al hablar sobre cómo mantener un estilo de vida activo.

Mantén una buena alimentación
Otra de las claves para mantener un estilo de vida activo es la alimentación. De hecho, se presenta como la base del estilo de vida fitness. Aprender unos conocimientos mínimos sobre nutrición te ayudará a elegir qué comidas son las que más te convienen en función de tu estilo de vida. En cualquier caso, lo ideal es aumentar el consumo de frutas y verduras, así como el de legumbres y disminuir el consumo de grasas saturadas y carnes rojas.
No se trata de que controles cada caloría que comes todos los días, pero sí de que aumentes el conocimiento y control sobre lo que comes. Una buena rutina y el mantenimiento de un estilo de vida activo harán que puedas darte un capricho de vez en cuando para recompensar tu esfuerzo diario.