“Después de más de medio año seguimos sin noticias de Ana Isabel”, detallaba a El Digital de Albacete la hermana de la desaparecida, Mayte Picazo. Además indicaba que “desde que entregaron el teléfono móvil de mi hermana para intentar acceder a su interior aún no hemos tenido noticias”.
Ana Isabel Picazo, vecina de Tarazona de la Mancha desaparecía el pasado 29 de enero. Unos días más tarde los investigadores localizaban el coche que utilizó para desplazarse desde Tarazona de la Mancha hasta la capital albaceteña y fue la primera pista para intentar reconstruir sus pasos. El vehículo fue localizado aparcado en las inmediaciones de las estaciones de tren y autobuses de Albacete.

Según relataban entonces la madre y la hermana de Ana Isabel a El Digital de Albacete el coche “estaba abierto y con las llaves puestas”, además en su interior se encontraba “el móvil y el bolso con documentación y la comida de una compra que había realizado”.
Tras el hallazgo la investigación descartó que Ana Isabel hubiera subido a un tren o autobús después de la revisión por parte de la Policía Judicial de las cámaras de seguridad de las estaciones de tren y autobuses de la capital. Así, el siguiente paso fue acceder al interior del teléfono móvil y al ordenador personal de Ana Isabel con el objetivo de localizar nuevas pistas sobre su posible paradero.
A la espera de tener acceso al contenido del móvil de Ana Isabel, su hermana confesaba que toda esta espera “ha hecho que nos desanimemos totalmente, que nos sintamos solas, sin ayuda y sin saber qué podemos hacer, si es que hay algo que esté en nuestra mano”.

De este modo reconocía que es fundamental volver a “poner carteles en zonas de la provincia de Albacete donde no llega internet y encaminadas a dar a conocer la desaparición de mi hermana a la gente mayor que no usa este medio”. Un gesto que consideraba “es muy importante para nosotras y para que no se olvide la desaparición de mi hermana”.
Señalaba que “parece que la investigación del caso de mi hermana está parada y en otras ocasiones parece no hay tantas trabas para abrir el patrón de un teléfono”. Del mismo modo apuntaba a El Digital de Albacete que “no tenemos sospechas” del paradero de Ana Isabel siete meses después de su desaparición en Albacete.
“Mi hermana era muy reservada e impredecible”, explicaba Mayte Picazo, y añadía que en el momento de su desaparición “estábamos atravesando un complicado momento familiar”. Una situación que podría haber agravado la pandemia “debido al aislamiento y al desconocimiento de las redes sociales que tenía mi hermana y donde alguien podría haberla engañado”, sostenía.

Por todo ello consideraba que “cada vez vemos más negro encontrar a mi hermana”, y añadía que “sobre todo no tenemos ya esperanzas de que si aparece lo haga con vida ya que es demasiado tiempo”. “Ya no nos quedan lágrimas ni esperanzas”, concluía.
Continúa la búsqueda
La Asociación SOS Desparecidos difundía un cartel con una imagen e información crucial para ayudar a la localización de Ana Isabel. Esta vecina de Tarazona de la Mancha tiene 40 años, mide 1,70 metros y es de complexión normal. Además, en el momento de su desaparición, el pasado 29 de enero, lucía una melena larga de color negro. Sus ojos son marrones e iba vestida con un abrigo gris.
Desde que su pista desapareciera en Tarazona de la Mancha a finales del pasado mes de enero, familiares, amigos, allegados y fuerzas del orden no han cesado la búsqueda para dar lo antes posible con el paradero de Ana Isabel.
Quien pudiera tener alguna pista relacionada con la desaparición de Ana Isabel Picazo puede aportarla llamando al 112, al 062 (Guardia Civil) o a los teléfonos de la Asociación SOS Desaparecidos que aparecen en el siguiente cartel de búsqueda:
