La que está a punto de comenzar es la quinta temporada con Skyline al frente del Albacete Balompié, el grupo inversor liderado por la familia Kabchi y que se hizo con las riendas del club blanco tras su último ascenso al fútbol profesional tras comprarle un importante paquete de acciones a José Miguel Garrido.
Si echamos la vista atrás, podemos ver como en las cuatro temporadas ya consumidas ha habido de todo e incluso se ha pasado de poder ascender a Primera División a descender a Segunda División ‘B’; aunque ahora Rubiales se empeñe en llamarla Primera RFEF.
Así pues, el Alba ha vuelto al barro, al pozo, al fútbol amateur, a ese en el que muchos jugadores se limpian sus propias botas y algunos de ellos trabajan en otros menesteres para poder ganarse la vida ya que los sueldos no son como en el fútbol profesional.
Y ese fútbol es también en el que el Alba vale menos que valía cuando se codeaba con ‘los 40 principales’, como llamaba Enrique Martín al grupo de equipos que están en LaLiga; los profesionales. Y vale menos porque no es lo mismo un equipo profesional que uno amateur, lo quieran vender como quieran desde el Albacete Balompié y por mucho que los de Rubén de la Barrera viajen en un autobús de 100 millones de las antiguas pesetas.
También es cierto que los más perjudicados con el descenso son los propios hermanos Kabchi, que tienen ahora un equipo devaluado y que como no consiga ascender en un año empezará a generar más gastos que beneficios y empezará a estorbarles más que una china en un zapato.
Y como al César hay que darle lo que es del César, a los Kabchi hay que reconocerles que su paso por el Alba hasta ahora está llenando de luz el aspecto económico de la entidad… pero también ha plagado de sombras lo deportivo ya que cuando los libado-venezolanos llegaron el primer equipo masculino estaba en Segunda División y el primero de los femeninos en Primera División, y ahora, cuatro años y casi cinco temporadas después, ambos cuentan con un descenso en su haber y están un peldaño más abajo que cuando Skyline llegó al Albacete Balompié. Y otra cosa… la cantera casi desmantelada y habiendo ‘regalado’ algunas de las perlas que se estaban formando en la Ciudad Deportiva Andrés Iniesta.
En este periplo de tiempo José Manuel Aira, Enrique Martín, Luis Miguel Ramis, Lucas Alcaraz, López Garai, Alejandro Menéndez y Fran Noguerol pasaron por el banquillo del Alba y salvo en la temporada completa que Ramis estuvo al mando y en la que se rozó el ascenso a Primera con la yema de los dedos, en las demás se ha rozado el descenso con demasiado peligro hasta que se ha convertido en realidad.
LOS DATOS ECONÓMICOS DE SKYLINE, AL DESCUBIERTO
En lo que respecta a lo económico, La compra de las acciones, y el pago de la deuda de la SAD contraída con los anteriores accionistas, supuso algo más de los 9,5 millones de euros.
Igualmente, el AVAL de LaLiga y los préstamos para afrontar las deudas vencidas y exigibles con la RFEF, FFCM, Hacienda y Seguridad Social, ascendieron a más de 5,2 millones de euros
Las ampliaciones del capital social de la Entidad realizadas para afrontar la deuda (inicialmente era de más de 16 millones y estaba mal estructurada, ya que 13 millones eran a corto plazo), adaptar las instalaciones (Ciudad Deportiva y Estadio) al Fútbol Profesional, y soportar el devastador efecto COVID para que la sociedad no retrocediese económicamente, han sido de casi 5,5 millones. Además, se han invertido más de 2 millones en infraestructuras.
Si hablamos de los préstamos de tesorería para que el pago del Concurso permitiese mantener la solidez financiera y la viabilidad a la SAD, hemos de añadir otros 2,5 millones de euros más.
Añadir también que el impacto negativo que ha generado el COVID en la entidad estas dos últimas temporadas asciende a más de 3 millones de pérdidas.
Así pues y en total, Skyline ha desembolsado en la entidad blanca más de 22,3 millones de euros, a los que hay que sumar otras inversiones realizadas a través del grupo empresarial familiar o de empresas de carácter internacional que atrajo para apostar en el Albacete; que ascienden a otros 4,5 millones de euros más.
Actualmente la SAD ya ha finalizado el pago del Concurso de Acreedores y prácticamente no tiene deudas con terceros -pese a la pandemia-, a expensas de lo que quede por abonar en los calendarios de pagos con acreedores no concursales -que se vienen cumpliendo desde la llegada de Skyline- o pequeñas deudas residuales relativas a la actividad del Fútbol.
Con todos estos datos desgranados, a Skyline hay que ponerle un sobresaliente en lo económico y un rotundo suspenso en lo deportivo. Esperemos que el año que viene por estas fechas todo esté más equilibrado y que no sea porque se han hecho mal las cosas en lo económico; sino porque se han vuelto a hacer bien en el verde y en los despachos que dirigen tal parcela.