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Un mítico bar de Albacete cumple 50 años

Historia viva de la ciudad

Cincuenta años han pasado desde que el 4 de enero de 1971, Manolo Martínez Useros abrió las puertas de la Cafetería ‘La Fuente’. Un establecimiento que hoy en día sigue ofreciendo sus servicios a los albaceteños y que durante todo este tiempo ha vivido en primera persona los cambios sociales que se han producido, formando ya parte de la historia de la ciudad.

Manolo nos cuenta que la apertura de este establecimiento “fue extraordinaria. Dimos un aperitivo muy bueno y se llenó, porque siempre acude mucha gente cuando las cosas son ‘de oreja’. Tuve la suerte de contar con el Padre Tovar, Padre Superior de los Franciscanos, y gran amigo mío, para que viniera a bendecirlo e inaugurarlo”. 

Doce días más tarde, la noche anterior a la festividad de San Antón, el hostelero había dejado “tres o cuatro mil pesetas de las de entonces en chatarra y preparadas para el cambio, ya que al día siguiente vendría mucha gente al salir del asilo de San Antón. Por la noche me rompieron la luna del bar, se colaron, encontraron el dinero y me robaron. Solo habían pasado unos días desde la apertura, pero lejos de desmoralizarnos, comenzamos a trabajar, si cabe, con más ilusión”, remarca.

Comenzó la aventura hostelera junto a su hermano Fernando en el restaurante ‘Nuestro Bar’, que tuvo un gran éxito gracias al gran tesón de los Martínez Useros y al buen hacer de su esposa Cloti, y su cuñada Conchi, primeras cocineras del local, que “pusieron de moda en Albacete los platos tradicionales de La Mancha como el ‘ajo de mataero’ o el ‘atascaburras’, que por aquel entonces no se solía servir en los bares de la ciudad”, indica.

Una vez que “tuvimos aquello bien ‘enlazao’, mi hermano se quedó con ‘Nuestro bar’ y yo compré el local de ‘La Fuente’. Nos llevábamos muy bien y nos queremos como dos buenos hermanos. La decisión fue de mutuo acuerdo. Veía a mi hermano capacitado para llevar solo el local. Por otro lado, a mi me hacía ilusión tener mi propio negocio”, aclara.

Manolo es procedente de Pozuelo, lugar donde su padre fundó el primer casino del pueblo. Allí pasó su infancia hasta que cumplió catorce años y se marchó junto a su familia a vivir a Albacete. “Mi padre me preguntó una vez qué quería ser de mayor, y yo le respondí que un gran camarero como él. Tenía mucha ilusión por montar un bar con mi mujer, tener una casa con calefacción cerca del parque, y montarme un ‘barecico’ curioso y decente por esa zona”, refleja.

Cuando le ofrecieron el local, se dio cuenta de que era lo que andaba buscando. “Por aquel entonces no tenía dinero, pero mi mujer, que tenía más valor que un torero, me animó”, narra el hostelero, añadiendo las palabras que en su día le dijo Cloti: “Todavía somos jóvenes y con mucha vida por delante, así que vamos a por ello”.

Su paso por ‘Nuestro Bar’ le proporcionó muchos contactos y muy buena reputación en el ámbito de la hostelería local, piezas clave para emprender su nueva aventura. Martínez destaca que “algunos clientes, entre ellos Don Salvador Motos, o Don Damián Ferrándiz, con el que más tarde fundé la peña del Atlético de Madrid en Albacete, me animaron a montar el bar y dieron la cara por mí. Fui a la caja de ahorros y pedí dos millones de pesetas a pagarlas como pudiera. Compramos el local y un ‘pisico’ enfrente, que es donde vivimos. Una marca de cerveza me ayudó en los comienzos, sirviéndome género a pagar en un año. Tan solo tres meses después ya podía pagarles porque el negocio iba fenomenal”.

La Fuente y el fútbol

Un local de hostelería muy vinculado con el fútbol, la otra  pasión de Manolo, que es colchonero y del Albacete Balompié, equipo del que presume ser el socio número tres. Y es que es fácil encontrarlo en la zona de preferencia del Carlos Belmonte tocando sus maracas y apoyando al equipo rodeado de la peña ‘Voy- Voy’, que fundó a mediados de los años 70.

En ‘La Fuente’ se han vivido victorias muy importantes, tanto de la Selección Española de Fútbol, con una Eurocopa y un Mundial, como del Albacete Balompié. “Cuando el ‘Alba’ subió a primera división fue una auténtica locura. Sacamos hasta una barra a la calle”, rememora.

Con el Albacete Balompié en primera división, la cafetería ‘La Fuente’ se convirtió en punto de encuentro de los aficionados que, en autobuses de todas las partes de España, venían a ver los partidos. Manolo, de la misma forma, organizaba y gestionaba desde el bar los viajes de autobuses para ver al ‘Alba’ cuando jugaba fuera. 

Por el local también han pasado muchos jugadores. El hostelero recuerda que Fernando Morientes era un cliente habitual. Cuando lo fichó el Real Madrid se alegró mucho, pero le dijo: “No creas que lo sabes todo. Ahora eres un aprendiz de futbolista y allí vas a aprender de verdad a jugar al fútbol”. A los dos meses, en una entrevista en televisión, le preguntaron que si estaba contento en el Real Madrid y respondió: “He venido aquí a aprender a jugar al fútbol, como me dijo Manolo, del bar ‘La Fuente’ de Albacete”.

Las nuevas generaciones de ‘La Fuente’

Manolo, que en la actualidad tiene 86 años, cuatro hijas, seis nietos y cinco biznietos, sigue siendo el propietario del establecimiento que regentó hasta el año 2000, jubilándose al cumplir los 65 años. En ese momento, el negocio pasó a manos de su hija María del Mar, que lo llevó junto a su marido Ricardo hasta el año 2016. 

Desde entonces el bar ha estado alquilado. A día de hoy, apenas ha habido cambios más allá de la reforma que se realizó, pero que no afectó a la estructura. Al frente del mismo, desde agosto del 2016,  está Sergio Canales, que ha querido conservar el nombre del bar y toda su esencia, y considera que “la gente de Albacete conoce este local como ‘La Fuente’, por lo que habría sido un gravísimo error cambiarlo. Es un referente en la ciudad que siempre ha funcionado muy bien y quería seguir la estela. Incluso hemos mantenido el logotipo que en su día tenía Manolo, que representa una fuente con las iniciales de su nombre y apellidos”.

También ha mantenido el cristal pavés característico en una parte de la fachada, ya que “es algo que nos transporta a otra época, una referencia que enseguida se vincula a la cafetería. Aunque hemos hecho algunos pequeños cambios, eso no lo podíamos quitar porque es un distintivo del bar. Además Manolo vive justo enfrente y cuando se asoma puede seguir viéndolo, y eso es algo que sé que le gusta. Así que, aunque hemos modernizado un poco el local por dentro, hemos mantenido esa esencia por fuera”, apunta.

Hasta 2016, Sergio Canales siempre se había dedicado al negocio familiar destinado al sector del tabaco, muy vinculado al de la hostelería, ya que abastecían a los bares de Albacete. Un sector muy castigado a raíz de las medidas que surgieron con la ley antitabaco. “La cosa se había puesto muy difícil y me encontraba buscando otra alternativa de negocio. A través de un hermano mío que se dedica al mundo de la cerveza, surgió la oportunidad del bar y ni me lo pensé”, señala Canales, añadiendo que, aunque siempre le había llamado la atención el tema de la hostelería, “no sabía llevar ni una bandeja, pero tenía muchas ganas de aprender y de trabajar. Así que sin miedo tiré para adelante”.

Enfrentarse a un local con tanta solera en uno de los puntos más transitados de la ciudad es todo un reto. “Es como entrar a torear sin haber cogido un capote en Las Ventas. Considero que es uno de los locales más difíciles de gestionar, por el volumen de negocio, por la exigencia del público, y porque estamos trabajando todos los servicios del día. Por aquí sigue viniendo gente que me cuenta que eran clientes de Manolo, y ahora vienen con las siguientes generaciones. Me han contado casos de matrimonios que se conocieron y comenzaron sus noviazgos en el bar, o gente que en distintas épocas han cerrado tratos de sus negocios aquí. Es un orgullo haber tenido la oportunidad y la suerte de haber podido coger este local, y de sobrevivir a la pandemia, gracias a la ayuda de Manolo”, recalca.

Por su parte, Manolo no tiene más que elogios para su inquilino. “Es muy profesional y trabajador. Enseguida vi el desparpajo que tenía y no me equivoqué. Estamos contentísimos con él, tanto en la relación laboral como en la personal. Aunque los tiempos vayan cambiando, me gusta sentir que la esencia de ‘La Fuente’ sigue existiendo, y eso se nota”, concluye.

Cumple medio siglo con la misma esencia de aquella cafetería que en 1971 Manolo y Cloti abrieron con tanta ilusión. Ahora toca disfrutar de todo lo que queda por venir y de todos los recuerdos que alberga ‘La Fuente’,  un mítico local que ya es historia de la hostelería de Albacete. 

/Modesto Colorado/

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