/Marta López/
El dibujo ha cambiado la vida de Israel Cantos, un almanseño que dejó atrás su tierra en busca de un nuevo futuro.
Tras quedarse sin trabajo, sin ingresos y sin ayuda se vio viviendo en la calle y “como una persona sin techo más tuve que pedir dinero y acudir a albergues sociales”, relataba a El Digital de Albacete. Fue en uno de estos albergues donde “me proporcionaron varios folios y lapiceros y decidí hacer un original cartel cambiando mis dibujos por propinas para poder comer”, indicaba.
“Hacía dibujos simples y rápidos que me permitieron moverme por parte de España”, sostenía, hasta que llegó a Vigo donde ahora vive junto a su compañera, Belén, y a su inseparable mascota. Así, reconocía que “el dibujo ha cambiado mucho mi vida porque lo utilizo como vía de escape y no solo como una fuente de ingresos”.
Israel es totalmente autodidacta y no para de practicar con el objetivo de mejorar sus creaciones. Tal es así que confesaba que quiere dar un paso más y “comenzar a utilizar óleo y pasteles” en sus nuevas creaciones y dibujos.
La vida de este almanseño ha dado un giro radical gracias a las redes sociales y es que no para de recibir encargos. “No tenía redes sociales, pero hace poco más de una semana alguien me comentó que serían un gran escaparate”, confesaba, por lo que se lanzó a la piscina y creó Lapicero Arcoíris donde comparte todas sus creaciones.
“Superman siempre ha sido uno de mis superhéroes favoritos”, explicaba a El Digital de Albacete. Así, decidió hacer un gran mural en una de las paredes del desván de su casa plasmando a este superhéroe. Una creación que ha supuesto, junto a las redes sociales, una auténtica revolución en la vida de Israel ya que confesaba que “mucha gente me está encargando cosas que antes de no existir en este medio no hubieran podido encargar”.
Tal es así que adelantaba que ya tiene “trabajos encargados para este verano”, y es que ha realizado diversos murales, retratos, e incluso “me han llamado desde Alemania”.
Actualmente y gracias a todos los encargos que está recibiendo “he podido ir salvando mi situación”, y es que “vivimos con una pensión de poco más de 400 euros que nos da para elegir entre comer o para pagar facturas”.
“Me gusta mucho utilizar mi imaginación y meter mensajes subliminales en mis dibujos”, confesaba Israel Cantos. Y gracias al poder de su imaginación comenzó a crear y a dibujar “cosas que me salían de muy adentro”.
Además matizaba que en su creatividad influye mucho su especial sensibilidad así como “mi estado de ánimo”, que queda plasmado en los trazos de sus dibujos. Todo este aprendizaje personal no se lo quiere quedar guardado para sí mismo sino que lo quiere compartir con todo el mundo.
De este modo adelantaba que espera poder mantener este ritmo de encargos para poder “ayudar en la medida de lo posible a niños y personas mayores con problemas”. Así matizaba que “la pintura, al igual que la música, es una vía de escape porque genera emociones y sensaciones y puede aportar mucho más de lo que creemos”. En definitiva “es una historia inacabable de aprendizaje”, concluía.