/Nacho López/
El día 6 de mayo está marcado a fuego en la historia negra del Albacete Balompié y son muchos los albacetistas, entre los que me incluyo, los que recordamos como si fuera ayer aquel fatídico jueves de 1.993 en el que Rommel Fernández se dejó la vida en la carretera de Tinajeros.
Un trágico accidente de tráfico con su deportivo rojo esperaba al futbolista panameño tras una comida de equipo en Tinajeros, donde tras impactar contra un árbol los sanitarios no pudieron hacer nada por salvar la vida del ‘Panzer’ del área.
Rommel había llegado hacía unos meses a Albacete tras pasar por Tenerife y Valencia, donde dejó también una profunda huella a base de goles, calidad humana, bondad y un sin fin de valores positivos más que los que lo conocían bien destacan cada vez que recuerdan la figura de Rommel. Al igual que en en las islas y a orillas del Turia, en Albacete Rommel se encontraba como en casa y todo el mundo ‘adoraba’ al jugador panameño.
La trágica noticia conmocionó al equipo y a la ciudad, inundando las lágrimas los rostros de miles de personas mientras daban el último adiós al que unos días antes había marcado contra el Cádiz el gol más rápido de la historia del Albacete Balompié tras necesitar tan solo unos segundos para perforar la portería amarilla desde que el árbitro decretara el inicio del partido en el Carlos Belmonte.
Es tradición que desde el Albacete Balompié se deposite tal día como hoy un ramo de flores en el lugar del fatídico suceso en compañía de peñistas de la la entidad, algo que quizá este año pueda verse alterado por el Estado de Alarma en el que se encuentra España tras la pandemia de coronavirus que azota a la población mundial.