/Marta López/
Una de las citas veraniegas más esperadas en la provincia de Albacete es el multitudinario traslado del Cristo del Sahúco a su ermita. Acompañado por fieles, devotos y de sus inseparables andarines, este venerado Cristo será llevado de vuelta al Sahúco.
Así, este martes 28 de agosto a las 06:00 horas tendrá lugar una misa de despedida de la imagen en la iglesia de Peñas de San Pedro y a las 07:30 está previsto que comience la carrera hacia el Sahúco.
Ésta madrugadora cita es una de las peregrinaciones más emblemáticas para Peñas de San Pedro, ya que con la despedida del Cristo se pondrá en marcha un frenético programa de las fiestas patronales de la localidad albaceteña.
Una faja roja o azul pone la nota de color a la blanca vestimenta de los miles de andarines que custodiarán al Cristo hasta su ermita en el Sahúco. Estos particulares acompañantes recorrerán a la carrera los más de 14 kilómetros que separan Peñas de San Pedro y la aldea del Sahúco. Un reducido número de estos andarines, serán quienes porten la imagen, demostrando así la devoción que sienten por el Cristo del Sahúco.
Los inicios de esta tradición se remontan hasta 1.878, formalizándose la carrera, tal y como hoy la conocemos en el año 1.888. Originariamente, la imagen del Cristo era trasladada caminando, y no corriendo, en una caja de madera oscura y totalmente cerrada por la que solo sobresalía la parte final de la cruz.
El arcón actual en el que se traslada al Cristo fue utilizado por primera vez en 1.986 y ha sido recientemente restaurado para que pueda albergar al Cristo del Sahúco en sus desplazamientos, al menos otras tres décadas.
Una particular peregrinación con más de 200 años de historia, que año tras año continúa ganando adeptos, y es que esta es una tradición familiar que pasa de padres a hijos, a la que además de los ‘peñeros’, acuden gentes llegadas de multitud de puntos de la provincia por fidelidad al Cristo, por promesas o en recuerdo a quienes ya no están.
