Las condiciones de vida son inseparables de las condiciones de trabajo. Según este principio básico de la salud laboral y la salud pública, hay una relación clara entre buenas condiciones de trabajo y buenas condiciones de vida pues ambas se afectan mutuamente.
Según indica Ganemos-IU en nota de prensa, «en el caso de las personas que trabajan como temporeras en la agricultura se producen, en muchos casos, la doble vulneración de derechos: malas condiciones de trabajo (jornadas largas a altas temperaturas, salarios escasos, inseguridad en el transporte a los bancales, etc.) y malas condiciones de vida (alojamientos en locales sin condiciones sanitarias y de higiene mínimas, mal equipadas, hacinamiento, etc.). Sobre estas cuestiones nos llega información de distintas fuentes en varios núcleos de la provincia de Albacete».
Por ello, desde el grupo provincial Ganemos-Izquierda Unida en la Diputación de Albacete muestran su «preocupación ante la estampa que no se debería repetir año tras año de temporeros con jornadas interminables, en condiciones poco menos que infrahumanas y viviendo a la intemperie, en calles y parques o prácticamente hacinados en viviendas compartidas».
En estos meses en los que se combina una intensa actividad agraria con unas condiciones climatológicas bastante duras por el calor, «se hace necesario extremar las medidas por parte de todas las administraciones y sectores implicados, desde inspección de trabajo hasta la subdelegación del gobierno, para evitar que se produzcan abusos o se sometan a los temporeros a condiciones de trabajo, manutención y habitabilidad que en algunas ocasiones roza lo inhumano», indica la formación morada al mismo tiempo que aseguran que «es demasiado habitual observar trabajadores y trabajadoras en el campo en horas tan intempestivas como las 3 o las 4 de la tarde y cuando termina su jornada no tienen garantizada una vivienda en condiciones aceptables, lo que conlleva riesgos para la salud como falta de acceso a agua, falta de higiene y de una alimentación adecuada».
Por todo ello, desde Ganemos-Izquierda Unida hacen un llamamiento por un parte a los sectores implicados para que «se procuren condiciones dignas (empresarios agrícolas, empleadores) y por otra a la subdelegación de gobierno y a la inspección de trabajo para que se encarguen de salvaguardar los derechos laborales y sociales de los temporeros», concluyen.