Durante su etapa al frente de la Oficina de Planificación Hidrológica se ejecutaron los pozos de sequía en Hellín y Liétor y se planearon varias baterías más en la Sierra del Segura, afirman desde la citada Plataforma.
La Plataforma en Defensa de las Fuentes ha mostrado su rechazo al nombramiento, anunciado hoy por el Ministerio de Transición Ecológica, de D. Mario Andrés Urrea Mallebrera como presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), en sustitución de Miguel Ángel Ródenas.
Esta organización, radicada en la Sierra del Segura de Albacete, recuerda que durante su etapa al frente de la Oficina de Planificación Hidrológica (OPH) fueron numerosos los conflictos que la gestión de Urrea originó en las comarcas de cabecera, particularmente por la fuerte apuesta por instalar pozos de sequía en toda la Demarcación.
“Los pozos de Hellín y Liétor datan de su paso por la OPH, como también muchos otros de la denominada ‘Batería Estratégica de Sondeos’”, recuerda Stefan Nolte –técnico de la Plataforma-. “Y más preocupante todavía: por orden suya se realizó un estudio del Instituto Geológico y Minero para evaluar el potencial de instalar pozos en toda la Sierra del Segura, desde Socovos hasta el acuífero de Fuente Segura en Jaén”, en referencia al ‘Plan de Extracciones de Agua Subterránea en la cuenca alta del Segura en épocas de sequía’, cuya existencia fue denunciada por la Plataforma en abril de este año.
Desde la Plataforma recuerdan que, a pesar de haber pasado a un segundo plano durante la presidencia de Ródenas en la CHS, su firma puede encontrarse en numerosos documentos técnicos para justificar la nueva puesta en marcha de pozos durante el presente periodo de sequía, y temen que su regreso al máximo cargo del Organismo de cuenca pueda precipitar la ejecución de nuevos sondeos.
“Y no sólo nos preocupa su apuesta por los pozos de sequía. En 2008, durante el proceso de participación ciudadana de los Planes Hidrológicos de Cuenca, Urrea tuvo una posición de claro menosprecio hacia el documento de consenso que habíamos elaborado entre todos los actores políticos y sociales de la Sierra del Segura”, advierte Nolte.
“Es evidente que su interés por la zona de cabecera es únicamente para obtener de ella más recursos hídricos con los que contentar a los lobbies que se sitúan aguas abajo”, remata.