/Nacho López//Foto: María Guerrero/
Comenzamos aquí una serie de artículos por los que recorreremos los lugares más emblemáticos de Albacete para sumergirnos a fondo en su historia y empaparnos de la cultura de nuestra capital. En nuestra primera entrega, conocemos en profundidad la Catedral de San Juan Bautista.
Iniciada a construir por su ábside central en el año 1515, no fue hasta cuatrocientos treinta y cuatro años después, en 1949, cuando se colocó la última piedra, sita en el campanario. Por ello, nuestra Catedral alberga una mezcla de estilos que van del gótico de la base al neo de la puerta principal, pasando por el renacentista de las columnas, el barroco de la bóveda, la presencia de capiteles jónicos, arcos de medio punto, arcos ojivales, etcétera.
Ubicada donde antiguamente existía una iglesia mudéjar del año 1.200, los obreros fueron derribando por partes ese antiguo templo mientras iban construyendo también por partes lo que a día de hoy es nuestra Catedral y de ahí que se dilatara tanto su construcción. Además, en el año 1.538, un gravísimo inconveniente surgió en las obras cuando dos terceras partes de lo construido se vinieron abajo y hubo que comenzar prácticamente de nuevo al quedar en pie solo algunos metros de cada una de las columnas construidas.
Es a partir de ahí cuando cobra importancia la figura de Diego de Siloé, Maestro de Obras de la Catedral de Granada y responsable del cálculo de las columnas que a día de hoy siguen sosteniendo la cúpula de la Parroquia de San Juan en Albacete.
Imposibilitada su presencia en nuestra capital al ser Grande de España, Siloé se ve obligado a cesar su participación en la construcción del templo tiempo después de su incorporación a la misma y ésta pasa a manos de otro maestro de la arquitectura en nuestro país como fue Gerónimo Quijano, Maestro de Obras de la Catedral de Murcia y quien se encarga de seguir ejecutando y aportar su estilo a los planos iniciales diseñados por Diego de Siloé.
A pesar de la mezcla de corrientes artísticas y arquitectónicas presentes en su estructura, los maestros de obras que dirigieron durante más de cuatro siglos el futuro de la Parroquia de San Juan Bautista consiguieron que la armonía fuese la nota reinante una vez concluido el templo. La fusión de estilos está perfectamente integrada entre unos muros que albergan la obra pictórica de un solo puño más grande del mundo sobre ellos y que dan unidad y totalidad a una catedral que presenta numerosas muestras de que quedó inacabada con respecto a cómo la idearon sus arquitectos y maestros de obras en los planos originales. El ejemplo más claro de ello es la carencia de pináculo en el campanario como es habitual en los templos cristianos.
En 1597 hubo un primer final de las obras y entre las paredes quedan adosados los pilares góticos, que como una enramada de columnillas se levantan para sostener los arcos y en forma de cornisa, abrazan todo el perímetro interior.
Góticos son también dos de los ábsides que rematan las tres naves que dan forma a esta iglesia con planta de salón columnario por aquello de la presencia árabe durante la historia en nuestra capital. Las bóvedas, de arista y adornos geométricos donde prima lo sagrado del triángulo, se cerraron en 1906 y han sido restauradas recientemente. En 1917, gracias a la herencia que Doña Leocadia Peral dejó a la Iglesia tras su fallecimiento, se añadió un último tramo de construcción a los pies y una portada ecléctica en cuyo tímpano hay un relieve del bautismo de Jesús en un exterior de la Catedral que luce las cicatrices de esta construcción a trompicones.
El estallido de la guerra civil en 1936, además de frenar la construcción de la catedral y ser la responsable principal de que a día de hoy siga, como indicábamos, inacabada, pasó también gran factura al templo ya que fue usado como almacén por uno de los bandos implicados en el conflicto bélico y se destruyeron varios retablos que a día de hoy tendrían cierto valor histórico y numerosa imaginería, que había sido creada en su mayoría por Salcillo, uno de los mejores imagineros religiosos que ha dado España a lo largo de la historia.
Una de las características que diferencia a la Parroquia de San Juan Bautista de otras iglesias de la provincia de Albacete y que es un símbolo claro de su ‘título’ de Catedral es la presencia en su presbiterio de la sillería del coro con sus misericordias, donde en su centro se ubica la cátedra del Señor Obispo; aquello de donde deriva que el templo sea Catedral desde 1949 cuando se creó la Diócesis de Albacete y cuando este templo parroquial se convierte en Iglesia Catedral de dicha mitra.
Como curiosidad indicar que en la Cátedra del Obispo podemos encontrar una talla sobre madera de la cara del diablo, algo que representa cuando el máximo responsable de la diócesis de nuestra provincia se sienta en su sede, que el bien siempre está por encima del mal.
Elevado sobre el presbiterio se encuentra el altar, formado por una gran piedra de mármol con forma de libro cerrado por los siete sellos del Apocalipsis y que preside junto a tres enormes vidrieras dedicadas a San Juan Bautista, el ábside central de la Santa Iglesia Catedral.
Es precisamente en la cúpula de ese ábside central donde podemos encontrar todavía vestigios del pasado en forma de vetustos restos de pinturas hechas al fresco, que vieron la luz transcurridos muchos años cuando fueron descubiertos en 2010 tras un pequeño lavado de cara del templo. Tras algunas pruebas realizadas los expertos creen que las vetustas pinturas podrían cubrir la totalidad de la cúpula, pero son suposiciones que no se sabrán con certeza hasta que se afronte una restauración en profundidad de dicha zona.
También en la cúpula del altar mayor, encontramos orificios de bala que aún recuerdan el triste capítulo bélico que España sufrió con la guerra civil de 1936 a 1939 y del que la ciudad de Albacete no fue ajena.
A ambos lados del ábside central encontramos otros dos ábsides, recogiendo cada uno de ellos la Capilla de la Virgen de los Llanos y la Capilla de la Virgen de Loreto respectivamente, teniendo como curiosidad esta última que desde 1960 es propiedad de la Maestranza de la Base Aérea de Albacete para acoger a su patrona; la citada Virgen de Loreto.
En dicha capilla se pueden apreciar numerosos detalles relacionados con el mundo de la aviación, así como con el escudo de la propia Maestranza Aérea.
En lo que a la capilla de nuestra patrona respecta, encontramos el Sagrario de la Catedral de Albacete y el retablo que alberga el Camarín de la Virgen de los Llanos, con la imagen de la patrona y sus Reliquias.
En el retablo del Camarín, encontramos también las cuatro obras pictóricas más antiguas que alberga la Catedral, que datan del año 1540, son obra de un alumno de Leonardo da Vinci de nombre desconocido que se cree llegó desde Italia a través del puerto de Cartagena y al que todavía se le conoce como ‘El Maestro de Albacete’.
Volviendo de nuevo al centro del templo y opuesta al ábside central, sobre la puerta principal y engalanando y dando luz y color al templo, encontramos la vidriera que en el año 2015 y con motivo de los 500 años de historia de nuestra Catedral realizó la artista albaceteña Pilar Belmonte, cuya obra está llena de simbolismos que evocan al catolicismo, a La Mancha y a la ciudad de Albacete. Bajo ella, el columbario que desde hace unos años acoge el templo para aquellas personas que lo eligen para su descanso eterno.
También bajo la vidriera y sobre el balcón que se encuentra sobre la puerta principal nos encontramos el órgano, que data de 1958 y que curiosamente y por tradición no es tocado siempre por la misma persona.
Algo que distingue a la Catedral de Albacete del resto de templos cristianos del mundo es que sus muros albergan sobre ellos la que está considerada como la mayor obra pictórica del mundo pintada por una sola persona, con una extensión de 975 metros cuadrados y obra del autor valenciano y Presbítero de Ayora, Casimiro Escrivá García.
La obra de Escrivá García se extiende por todas las paredes del templo y alberga innumerables detalles de once pasajes de la Biblia, tanto del antiguo como del nuevo testamento, y recoge la historia de la humanidad.
Cada pincelada salió de su mano desde 1958 a 1962 y en su obra podemos encontrar varios anacronismos, entre ellos, por ejemplo, algo tan atípico en una iglesia como el hongo que describió la bomba atómica que el Ejército de Estados Unidos lanzó sobre Hiroshima en el transcurso de la segunda guerra mundial o la imagen de científicos y eruditos de las letras.
Los secretos de la Catedral de Albacete están también en el subsuelo y por ejemplo en la Capilla de Jesús Nazareno se haya una de las dos criptas que alberga la Catedral de Albacete, donde se hallaron huesos muy antiguos que a día de hoy reposan aún en un osario común. Esta cripta será el lugar definitivo de descanso de las cenizas que se van depositando en el columbario transcurridos cuarenta años desde su depósito.
La otra cripta se haya en la Capilla de la Virgen de los Llanos y en ella descansan desde 2012 los restos de Don Ireneo García Alonso, Obispo de Albacete desde 1968 hasta 1980.
En la sacristía encontramos otro de los secretos del templo, cinco grisallas, técnica pictórica basada en una pintura monocroma que produce la sensación de ser un relieve escultórico, que datan de 1580 y con una temática que recoge el Calvario de Jesús, a San Juan predicando en el desierto, a Jesús entregándole las llaves del Reino de los Cielos a San Pedro, la conversión de San Pablo y a María Magdalena lavando y secando los pies a Jesús.
En una de esas grisallas, que recordamos datan de 1580, encontramos la primera inscripción gráfica de la que se tiene conocimiento de algo tan típico de Albacete como es la navaja.
Todos estos detalles y muchos más se pueden conocer con mayor profundidad gracias al servicio de visitas guiadas gratuitas que ofrece la Parroquia de San Juan Bautista de lunes a viernes de 12:00 a 13:00 horas, de la mano de cinco voluntarias amantes del patrimonio de nuestra ciudad que conocen a la perfección todos y cada uno de los detalles de uno de los edificios más emblemáticos de Albacete, su Santa Iglesia Catedral. También existe la posibilidad de poder realizar dichas visitas guiadas por las tardes, aunque en ese caso deben ser solicitadas con anterioridad.