/ Llanos Esmeralda García /Fotos: Pilar Felipe/
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Roberto Arcos: «La vida en sí es una carrera de relevos por la que vamos pasando. Es un concepto que tengo muy claro, somos pasajeros en nuestra actividad profesional, tenemos la obligación de aportar en la medida de lo posible con nuestras capacidades y sin egoísmos dejar lo conseguido para que el que venga detrás continúe ese relevo. Creo que en cualquier actividad de la vida es igual, cada persona aportamos lo que sabemos».
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«Tenemos un equipo humano de cerca de 500 personas, 250 de ellos trabajan en la fábrica que tenemos en la Avenida Gregorio Arcos en el Polígono Campollano y unos 80 en la de Madrigueras; además de los trabajadores situados en los centros especiales de empleo con los que colaboramos como Amiab, Asla o la Asociación Fenollera»
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«Al año se hacen unos 11 millones de cuchillos, aproximadamente 50.000 cuchillos al día, todo depende del tipo, hay días que se pueden hacer más cuando estamos hablando de un cuchillo económico inyectado con mango de plástico, cuchillo de promoción; por contra, si es un cuchillo forjado para cocineros, que suelen ser más elaborados, las cantidades bajan».
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«Fabricar un producto de cuchillería de calidad como aquí se hace es lo que a nosotros nos motiva para seguir apostando por Albacete. Hará unos 15 años se puso de moda en los productos manufacturados, entre ellos la cuchillería, mover las empresas a los países donde la mano de obra es más económica como Oriente».
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«Nosotros decidimos seguir aquí en Albacete porque somos una empresa de aquí y porque sabemos que el valor añadido que se le da en Albacete por esa tradición cuchillera no se le da en otros lugares. Esa decisión ha dado buenos resultados porque actualmente los mercados valoran los productos hechos en Europa, en España, en Albacete, porque es un producto de calidad, con diseño, que está mejor hecho que los que se hacen en esos países donde la mano de obra es más económica».
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«Hoy se demuestra que fue una decisión acertada y esa es una de las razones por las cuales nuestro producto es apetecido y demandado en los mercados».
Casi tres siglos de historia convierten a Arcos Hermanos S.A. en un referente internacional en un sector tan puntero como es el de la cuchillería. Hablar de Albacete es hablar de cuchillos y navajas y Arcos Hermanos constituye una empresa familiar que ha sabido consolidarse con el paso de los años y que puede presumir del reconocimiento que han adquirido sus cuchillos profesionales y de uso doméstico en lugares recónditos del mundo. Comprometidos con la última tecnología y la innovación como estrategia de competitividad no se olvidan de los comienzos más artesanales, así Roberto Arcos, director gerente de Arcos Hermanos, un hombre sencillo y orgulloso de la familia a la que pertenece ha abierto las puertas de su empresa a El Digital de Albacete en el Polígono Campollano para poder conocer más de cerca la historia y el éxito de sus piezas, las primeras con las que cuentan son unas tijeras marcadas con ‘Arcos-Albazete’ y sirven de exposición en el Museo Arqueológico de Madrid.
EL DIGITAL DE ALBACETE-¿Cuáles son los orígenes de Arcos Hermanos?
ROBERTO ARCOS-Somos una empresa familiar que ha ido pasando el testigo de generación en generación. Nos dedicamos a la cuchillería. Las referencias más antiguas que tenemos datadas son de 1745 cuando Juan de Arcos, ocho generaciones anteriores a la actual puesto que ahora estamos gestionando la empresa mi hermano Pedro, mi hermana Ana y yo, que fabricaba tijeras para fedatario, tijeras muy bien decoradas, muy bonitas y que además llevaban grabado el nombre a quién pertenecían y el nombre de quién lo había hecho, “Me hizo Juan de Arcos en Albazete 1745-1746…” Existen dos de estas tijeras en el Museo Arqueológico de Madrid. Más tarde, mi bisabuelo, Gregorio Arcos Aroca, en 1875, hizo de su pequeño taller artesano donde realizaba navajas, tijeras y puñales en una fábrica de producción de cuchillos en serie. Un siglo después, ahora, la empresa ha adquirido un nivel de expansión internacional.
E.D.A.-¿Qué hicieron para que Arcos consiguiera ser reconocida a nivel internacional?
R.A.-Sobre todo crear un producto de calidad. Desde los inicios hemos trabajado por la mejora de la calidad de nuestros cuchillos, con un equipo de trabajadores y una trayectoria profesional con los que se alcanzan los rendimientos y los controles para que el producto sea lo que hoy todos conocen, incluso el cuidado que tenemos con la fabricación de cada cuchillo. Cuenta además con el Certificado ISO 9001:2008 que lo reconoce internacionalmente. Todo ello nos ha hecho abrirnos al mercado de la exportación consiguiendo que nuestros cuchillos sean valorados tanto por profesionales como por particulares.
E.D.A.-¿Cuántos trabajadores tiene Arcos actualmente?
R.A.-Tenemos un equipo humano de cerca de 500 personas, 250 de ellos trabajan en la fábrica que tenemos en la Avenida Gregorio Arcos en el Polígono Campollano y unos 80 en la de Madrigueras; además de los trabajadores situados en los centros especiales de empleo con los que colaboramos como Amiab, Asla o la Asociación Fenollera.
E.D.A.-Ante el proceso de expansión que Arcos vive actualmente ¿por qué seguir apostando por Albacete?
R.A.-Albacete es una ciudad cuchillera con más de cinco siglos de tradición, en el siglo XVII y XVIII habían más de 100 talleres censados de fabricación de cuchillería. Albacete tiene fama en España y en parte del mundo. Fabricar un producto de cuchillería de calidad como aquí se hace es lo que a nosotros nos motiva para seguir apostando por Albacete. Hará unos 15 años se puso de moda en los productos manufacturados, entre ellos la cuchillería, mover las empresas a los países donde la mano de obra es más económica como Oriente. Nosotros decidimos seguir aquí en Albacete porque somos una empresa de aquí y porque sabemos que el valor añadido que se le da en Albacete por esa tradición cuchillera no se le da en otros lugares. Esa decisión ha dado buenos resultados porque actualmente los mercados valoran los productos hechos en Europa, en España, en Albacete, porque es un producto de calidad, con diseño, que está mejor hecho que los que se hacen en esos países donde la mano de obra es más económica. Hoy se demuestra que fue una decisión acertada y esa es una de las razones por las cuales nuestro producto es apetecido y demandado en los mercados.
E.D.A.-¿Cuántos cuchillos se fabrican en Arcos?
R.A.-Al año se hacen unos 11 millones de cuchillos, aproximadamente 50.000 cuchillos al día, todo depende del tipo, hay días que se pueden hacer más cuando estamos hablando de un cuchillo económico inyectado con mango de plástico, cuchillo de promoción; por contra, si es un cuchillo forjado para cocineros, que suelen ser más elaborados, las cantidades bajan.
E.D.A.-¿Existen diferentes épocas del año en las que haya repunte de ventas en sus productos?
R.A.-Siempre a final de año se vende más, a partir de septiembre es la época fuerte, incluso hay una punta de ventas en relación a las rebajas de enero. La época número uno es el otoño (los meses de octubre, noviembre, diciembre y enero); y luego verano (los meses de junio y julio).
E.D.A.-¿A cuántos países se exportan sus cuchillos?
R.A.-Estamos vendiendo en 70 países aproximadamente. Arcos vende más del 50% de su fabricación a España, el resto se exporta a otros países, sobre todo cuchillos de uso. Por ejemplo, en Francia tenemos constituida nuestra empresa Arcos Francia con un equipo comercial con sede en Clermont-Ferrand, donde tenemos una oficina y cubrimos toda Francia sirviendo el producto desde Albacete; en Italia también tenemos un buen mercado, se está vendiendo bien con un equipo comercial muy agresivo, muy bueno; en Israel, desde hace muchos años a través de un distribuidor con el que tenemos una colaboración muy estrecha (siendo una empresa familiar que va por la tercera generación) venimos trabajando con ellos de una forma muy eficiente, somos allí la segunda empresa que vende más cuchillos; mercados de Rusia y Ucrania han sido muy buenos hasta hace unos 5 o 6 años pero con la devaluación del rublo han caído bastante, pero aún así siguen siendo importantes; en América latina tenemos Chile, un país con el que se está trabajando muy bien, a pesar de que en Brasil hay fabricantes muy competitivos y muy baratos, pero se valora mucho el producto hecho en España; en Sudáfrica también vendemos, sobre todo, cuchillo profesional y en Australia. En definitiva, cada país tiene una filosofía, tiene sus canales especiales, tiene las acciones de marketing adecuadas para ese país porque no en todos los países se consume el mismo tipo de cuchillo por lo que seguimos trabajando y tratando de ampliar esos mercados. Hay muchas posibilidades aún de crecer en todos esos mercados. Cuidamos incluso la logística como punto fundamental de la cadena de valor que, integrada en el sistema de producción, se agilizan los tiempos de preparación y envío.
E.D.A.-¿Cuál es el sitio más recóndito donde ha podido ver sus cuchillos?
R.A.-Me siento orgulloso de todos los cuchillos que son fabricados por nosotros, por el equipo de personas que formamos Arcos Hermanos. Quizás los cuchillos que hayan llegado más lejos, por la distancia, pueda ser a Australia, a la ciudad de Perth, donde teníamos un cliente que nos compraba cuchillos para el suministro de hostelería; también hemos trabajado para los kibutzim en Israel. Cualquier cuchillo hecho por nosotros está comprando y valorando parte de nuestro trabajo, y eso siempre da satisfacción, cuando tu trabajo lo valoran.
E.D.A.-Cuando se habla de Arcos, de cuchillos, de navajas uno se imagina a una persona confeccionándolos en un proceso tradicional manual, pero a día de hoy utilizan una tecnología puntera ¿en qué se basa?
R.A.-En cada momento se ha ido adaptando la fabricación al estado de la técnica. Mi padre contaba que mi abuelo trajo el segundo motor eléctrico a Albacete para trabajar de una forma un poco más mecánica, estoy hablando de 1920. Siempre hemos tratado de estar actualizados en cuanto a los medios técnicos para producir. Actualmente contamos con 25 robots que están trabajando 24 horas normalmente; tenemos máquinas de control numérico para hacer unos mecanizados lo más perfectos posibles; hornos de tratamiento térmico con atmósfera controlada y máquinas de inyección de última generación. Procuramos estar actualizados para poder ser competitivos.
E.D.A.-Esa competición ha llegado a Europa y encima de la mesa está la futura tramitación de una ley europea de IGP para productos no agroalimentarios que unifiquen y protejan los productos tradicionales como el sector cuchillero, ¿cómo se posiciona Arcos a este respecto?
R.A.-Europa es una zona muy manufacturera en la que se ha fabricado y se sigue fabricando ropa, zapatos, cuchillos, productos en los cuales la mano de obra es importante pero, con la deslocalización de las empresas han buscado abaratar costos, con los que se ha ido perdiendo mucho producto manufacturado en Europa. Con ello están confundiendo al consumidor y éste debe de saber perfectamente si compra un producto que está hecho en China, en la India o en España. Por supuesto la libertad de mercado tiene que ser absoluta, soy de las personas de las que piensan que la libertad de mercado es buena, pero la información al consumidor para que él decida debe de ser también fidedigna, no se puede poner que un producto está hecho en Europa cuando está hecho en China. El proteger la denominación de origen para que sea verdad que la marca y procedencia que se pone en el producto es la real, donde está hecho, creo que eso es bueno, clarifica al consumidor y le damos información.
E.D.A.-¿Entendería que un albaceteño tuviera cuchillos chinos?
R.A.-Sí, claro. Cada uno somos libres de elegir lo que nos interesa en cada momento y eso es bueno. Que cada uno elija lo que quiera, pero sabiendo la verdad, que no compre un cuchillo pensando que es de Albacete y luego sea chino. Engañar al consumidor no, nunca. Pero que el consumidor conscientemente compre un cuchillo chino porque es más barato, cada uno es libre de hacer lo que crea conveniente.
E.D.A.-Cuando viaja por el mundo y le preguntan cómo es Albacete, ¿cómo lo describe?
R.A.-Albacete es una ciudad ideal que tiene un tamaño muy cómodo para vivir, es una ciudad nueva, que se va haciendo así misma, que además absorbe a mucha gente que ha venido con mucha iniciativa. Es una ciudad dinámica, que tiene espíritu manchego y a la vez levantino. Es una ciudad ideal que a todos los albaceteños nos gusta.
E.D.A.-Arcos se mueve por el mundo como marca albaceteña, también tiene a otro albaceteño ilustre como es Andrés Iniesta, ¿está de moda Albacete?
R.A.-Albacete siempre ha tenido personajes importantes en muchas actividades de la vida social que actualmente no están en la ciudad. Iniesta representa un poco el carácter manchego, de Albacete, un hombre sencillo, serio, honrado, que no presume de ello y lo demuestra con hechos, dicen que el mejor predicador es «Fray ejemplo», y creo que Iniesta refleja una imagen con la cual nosotros nos sentimos identificados.
E.D.A.-¿Qué futuro hay para Arcos?
R.A.-Espero que haya un futuro importante, que sigamos trabajando, paso a paso, consolidando los mercados, abriendo nuevos mercados y que sea una empresa que siga perdurando en el futuro. Eso es algo que todas las empresas pretendemos, perdurar en el tiempo y que esta carrera de relevos, de una generación a otra, continúe en el tiempo y que podamos permanecer durante el mayor tiempo posible como fabricantes de cuchillería. Ojalá dentro de otros 100 años hayan otras dos personas hablando de esta cuchillería de Albacete y de la marca.
E.D.A.-¿Se imagina Arcos fuera de Albacete?
R.A.-No me lo imagino.
E.D.A.-Como empresario de éxito ¿qué le diría a esos nuevos emprendedores que se inician en la aventura de los negocios?
R.A.-Que es una profesión muy interesante, muy bonita, muy satisfactoria. España es un país que produce bien y que tiene muchas posibilidades pero hay que trabajarlas, hay que explotarlas, no es fácil. En España hay muchos empresarios pero les falta el empujón para lanzarse. No es fácil, hay muchas dificultades. Hacen falta más empresas, creo que el oficio o la profesión de emprendedor tiene futuro, es buena para el país, para la sociedad y para la persona porque da muchas satisfacciones personales aunque también da muchos disgustos. Aún así, animo a los emprendedores por la satisfacción personal de hacer algo y desarrollar una profesión.
E.D.A.-De Albacete, su ciudad, ¿existe un rincón que más le guste especialmente o del que tenga buen recuerdo?
R.A.-La Feria por la mañana es bonita porque me trae recuerdos de cuando era niño, de mis padres; o la Plaza Mayor, porque antes el taller estaba muy cerca de allí o la Plaza de las Carretas. Albacete me gusta.
E.D.A.-¿Qué libros hay en sus estanterías de casa?
R.A.-A mí me gustaba antes leer a Dostoievski, obras como: ‘Crimen y castigo’, ‘Los hermanos Karamazov’; aunque actualmente estoy leyendo ‘El secreto de la modelo’. De joven leía más literatura clásica, como las novelas rusas o Julio Verne, mi tío tenía la colección completa y me las dejaba leer. Me ha gustado y me sigue gustando leer.
E.D.A.-Una canción que le guste
R.A.-Yo era un forofo The Beatles, y sigo escuchándolos, tengo todos sus discos. Incluso en la música cuando hago ejercicio, en el iPod, me los suelo poner. Me gustan.
E.D.A.-Una película que se acuerde
R.A.-‘El Sargento York’, ahora no entiendo cómo me gustó en su momento, es en blanco y negro en el que aparece un personaje épico que lucha y triunfa en su actividad, quizás lo recuerde por eso. En cuanto al cine actual creo que se hace muy buen cine, y no podría destacar alguna en concreto.
Concluye Roberto Arcos con una reflexión que deberíamos de aprender: «La vida en sí es una carrera de relevos por la que vamos pasando. Es un concepto que tengo muy claro, somos pasajeros en nuestra actividad profesional, tenemos la obligación de aportar en la medida de lo posible con nuestras capacidades y sin egoísmos dejar lo conseguido para que el que venga detrás continúe ese relevo. Creo que en cualquier actividad de la vida es igual, cada persona aportamos lo que sabemos».
Una empresa referente internacional , que nos honra a los albaceteños.
Roberto Arcos , una persona de una gran sencillez.