/Texto: Conchi Ruescas / Foto: Ayuntamiento de Almansa/
Después de que en la pasada primavera un incendio provocado destrozará el Pabellón C.P. Duque de Alba, este martes ha vuelto a abrir sus puertas. Lo ha hecho después de que se haya trabajado en él durante todo el verano. Según ha explicado el alcalde de Almansa, Francisco Núñez, que ha visitado el pabellón acompañado de los concejales de Educación y Deportes, los trabajos han consistido en la limpieza completa del pabellón, en la pintura de todas las paredes y del techo, en el cambio de todas las claraboyas y del suelo, las espalderas, las colchonetas así como de todo el material deportivo, “de manera que el pabellón ha quedado como si fuera nuevo, ya que excepto la estructura el resto del Pabellón Duque de Alba es completamente nuevo”.
Para Núñez hoy es un “día importante y especial porque se recupera una instalación fundamental para el desarrollo educativo y deportivo de la ciudad”. Así, este martes “con total normalidad” se ha reiniciado la actividad en el Pabellón Duque de Alba, que ofrece sus instalaciones al Colegio Público Duque de Alba y que también sirve para toda la comunidad deportiva de la ciudad “puesto que aquí se programan por parte del área municipal de Deportes todo tipo de entrenamientos entre semana y de competiciones deportivas los fines de semana de ámbito local, provincial y regional”.
El alcalde de Almansa ha recordado que el incendio “destrozó el pabellón por completo, lo quemó por completo, quemó suelo, paredes, la cortina separadora, el techo, y que provocó un destrozo importante que le han costado al Ayuntamiento unos costes de reparación del entorno a los 90.000 euros”, dinero que se ha sufragado gracias al seguro. Pero ahora toca, tal y como ha afirmado, disfrutar de él y que se siga realizando en él toda la actividad deportiva con normalidad.
Por su parte el director del Colegio Duque de Alba, José Ignacio Sevilla Martínez, ha destacado la rapidez con la que se han realizado los trabajos y que han sido los niños los que más ganas tenían de utilizarlo, quienes además “no entendían que alguien hubiera quemado su pabellón porque lo concebían como suyo y se han quedado alucinados al ver todo nuevo, están encantados de volver a la normalidad”.